domingo, 6 de mayo de 2018

Salir sin saber dónde ir.

Salir sin saber dónde ir.
Salir sin saber dónde ir fue la experiencia de Abraham. “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber dónde iba… y habito en tiendas de campaña”.

Dios habla y manifiesta su deseo para su pueblo: “¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra! y “Yo te pongo ahora como luz para las naciones a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”.

Lo primero que podemos decir es que Jesucristo se define como el camino: “Yo soy el camino”. Implica que somos llamados a movernos siguiendo sus pasos y ejemplo. Es aprender a caminar en el Espíritu y estar decididos a partir porque el encuentro con El está en otro lado. Jesús nos desafía y nos dice: “Vengan a ver”.

Se trata de una Fe difícil porque Dios muchas veces nos sacude, nos moviliza, hay que partir y no conocemos el camino. Es una Fe difícil porque debemos considerar fiel al que nos ha hecho la promesa y es una Fe difícil porque Dios nos pone a prueba. No se trata de una Fe fácil. La Fe barata o fácil es cuando nos quedamos con una teología que no incomoda, que esta domesticada y es complaciente.

En este viaje la seguridad no cuenta. Es habitar en carpas de campaña y no podemos conciliar la Fe con el confort del viaje y la organización previa. Hay que ponerse a caminar, mover la carpa y estar en contacto con otras personas. Implica que no hemos llegado a nuestro destino final y que no somos propietarios de algún lugar en especial. Estamos en progreso y hay que avanzar. Es buscar un nuevo horizonte y llevar el mensaje del evangelio que transforma toda la existencia humana.

“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás…”

COMIBAM Internacional y Caminemos Juntos

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