jueves, 25 de abril de 2019

Ilumina nuestro camino

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que enfrenta tiempos de prueba. Una comunidad sana es una comunidad que se fortalece en el Señor en la mas dura aflicción. * En el camino nos encontramos con la noche. No podemos saltar por encima de la noche y es ahí donde muchas veces somos puestos a prueba. “Dios puso a prueba la fe de Abraham pidiéndole que sacrificara a Isaac, su único hijo”, Gn 22:2 * Lo primero que deseamos cuando nos enfrentamos con la oscuridad es saltar por encima de las tinieblas para dejarnos penetrar por la luz. Es querer llegar a ese final alegre “No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño…Te bendeciré… y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia”, Gn 22:12-18. * El camino nos enfrenta a tener fe y seguir adelante como prueba determinante de la obediencia. Abraham camina durante tres días y hay una determinación de llegar al fondo de la cuestión. No es fácil, parece un Dios incomprensible e imposible. Parece que reniega de la promesa, que se contradice y toma para sí el fruto de esa promesa. Le invito a Abraham a romper el hilo con el pasado dejando su tierra y ahora lo invita a romper el hilo con lo porvenir entregando a su hijo. * ¿Difícil o simple? Alessandro Pronzato dice: “…es necesario pasar a través de la noche, explorarla hasta el fondo. También la noche contiene indicios de luz” * La experiencia del camino es perturbadora, áspera, atormenta y escandaliza haciendo demandas inconcebibles, inaceptables para sus medidas. Es lo que finalmente hizo Dios por nosotros. Que, en Jesús, nos ha dado y nos da todo. Como lo expresa A Maillot “En Cristo Dios se ha despojado, se ha arruinado por los hombres”. Él tuvo su noche oscura, aunque incendiada por el amor. Es el Dios con nosotros y para nosotros, Ro 8:31-34. * En medio de la noche del camino podemos escuchar y afirmar una palabra “Este es mi hijo amado escúchenlo”, Mr 9:7. “El camino del creyente no puede iluminarse más que por una palabra. Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero, Sal 119:105. ¡La lámpara no elimina la noche!, pero permite caminar”.

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