domingo, 26 de abril de 2020

LA FE EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS: IR CON JESÚS

LA FE EN LOS TIEMPOS DEL CORONAVIRUS: IR CON JESÚS Jesús les dijo: — Venid aparte conmigo. Vamos a descansar un poco en algún lugar solitario. (Marcos 6:31) Confinamiento no es sinónimo de descanso. Antes al contrario, salvo para unos pocos afortunados, se está manifestando como un tiempo de mayor cansancio físico, emocional, mental y espiritual. Un buen número de personas están experimentando muchas demandas, tal vez incluso más que en situaciones normales, sobre ellos. Demandas que vienen del trabajo, la iglesia, los seres queridos, etc. Nadie puede sostener un ritmo similar durante mucho tiempo sin que eso acabe desgastando y minando la salud física, emocional y mental. La pandemia del COVID19 nos está presentando muchos retos a todos los niveles pero, tal vez uno de los más urgentes y prioritarios es el de pasar tiempo con Jesús para poder renovarnos en todos los niveles de nuestro ser. No estoy diciendo que sea fácil el conseguirlo; cada uno conoce su situación y los inconvenientes que debe superar para hacerlo posible. Pero es, realmente, una urgencia para nuestra sanidad física, mental, emocional y espiritual. Busquemos pues esos espacios para poderlos pasar con el Maestro, para que de descanso a nuestras vidas. ¿En qué medida estás pasando tiempo a solas con Jesús? ¿Qué puedes hacer para mejorar la cantidad o calidad de ese tiempo? Felix Ortiz Fernández

sábado, 25 de abril de 2020

"Y Jesús Lloró"

"Y Jesús Lloró" Lucas 19:41-42a. “Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar, diciendo: «¡Cómo quisiera que hoy tú, entre todos los pueblos, entendieras el camino de la paz!”.¿Por qué lloró Jesús al ver la ciudad de Jerusalén? Jerusalén era la ciudad de las ilusiones perdidas. Poco quedaba de la ciudad esplendorosa. La corrupción, la política, los ritos vacíos, la religiosidad barata dirigida por ladrones, corruptos, negociadores de la fe. Una ciudad desorientada, confundida, una ciudad vacía, una ciudad que le había dado la espalda a Dios. Y recuerde que toda sociedad que deja a Dios de lado no puede tener otro destino que la ruina. El problema de Jerusalén no era que no tenía fe sino que la fe no tenía el fermento transformador. Jesús lloró. ¿Si Jesús llegaría hoy a nuestras ciudades por qué lloraría? Por el 30, 40 o 50 % de pobres. Por la mitad de los jóvenes que no trabajan. Por la mentira usada como verdad. Por la violencia que recorre las calles. Jesús lloraría porque todo esto tiene una raíz. ¡Argentina se ha alejado de Dios! El 90% de sus habitantes dice creer en algo. Un país lleno de fe pero lejos de Dios. Los males estructurales del país tiene la raíz profunda en haberse alejado de Dios. Como iglesia debemos llorar por las mismas cosas que Jesús lloró. Y no quedarnos sólo con llorar sino actuar. La muerte nos hará llorar pero no terminará ahí. Porque Jesús es la esperanza de Argentina. Meses después de aquel llanto sobre Jerusalén, nació la incipiente comunidad de fe que se llama iglesia. Esta comunidad no podría tener una misión diferente que la de su fundador. Dice Hechos 8:4-8 sobre esta comunidad: "Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban". Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad. …hacia el final de este pasaje dice…“y aquella ciudad se lleno de alegría”. La iglesia hoy debe proclamar con mayor intensidad, profundidad y vehemencia la Palabra de Dios, una Palabra que no sólo es para predicarla sino también para vivirla. Aquella iglesia predicaba la Palabra y era instrumento de salvación y la ciudad se llenó de alegría. El llanto de Jesús se transformó en gozo y alegría. Los hombres y mujeres de fe tenemos una cuota adicional de responsabilidad, anunciar la esperanza en Jesucristo y el poder transformador del evangelio. Aquella ciudad se llenó de alegría porque había hombres y mujeres que habían sido transformados por el poder del evangelio. Jesús lloró pero la historia no termino allí, se levantaron hombres y mujeres a vivir de manera radical su fe, dispuestos a vivir la fe hasta las últimas consecuencias. Hoy celebramos la fidelidad de Dios y confesamos que creemos en su poder a favor de todo ser humano. Pero dar honra a Dios no nos esconde en una nube de espiritualidad, cuanto más honramos al Señor más nos comprometemos a su misión transformadora. Si hoy cumplimos la misión transformadora de Dios… como lo hizo aquella primera iglesia, entonces algún día se dirá: ¡y Argentina se llenó de alegría! Dr. y Pastor J. Norberto Saracco

domingo, 12 de abril de 2020

No podemos detener a Jesús sino soltarlo y estar en su seguimiento

“No llores, no tengas miedo” ¡Cristo ha resucitado! (Mt 28:5). La resurrección de Jesucristo nos da suficientes motivos, razones y certezas para confiar y seguir a Jesús. En medio de cualquier oscuridad, desilusión o frustración debemos volver a recordar que hay un nuevo día y un nuevo amanecer. La luz triunfa sobre las tinieblas, la vida sobre la muerte, la justicia sobre la injusticia, la verdad sobre la mentira y el amor sobre el odio. Sin entender todo, se nos llama a creer y avanzar. La única manera de conocer a Jesús es caminar con él. En medio del camino las dudas son aclaradas y viene la certeza. María Magdalena se quedó llorando junto al sepulcro (Jn 20:10-11) y busca a Jesús como alguien que está muerto (Lc 24:5). No ve a Jesús resucitado. Somos tentados a pensar que la resurrección de Jesucristo no puede ayudarnos en nuestras luchas, dudas y temores. Jesús nos invita a cambiar nuestro criterio. Jesús cuestiono a María Magdalena ¿Por qué lloras? Quiere que veamos su presencia en medio de toda circunstancia. Como seguidores de Jesús somos llamados a tener amplitud. Jesús no dejo sola a María Magdalena y la llama por su nombre. Ninguna situación está fuera del control de Dios. Ella y las otras mujeres le abrazaron los pies y lo adoraron (Mt 28:9) pero su mandamiento fue de animar a los hermanos, salir al mundo y no privatizar la misión. No podemos detener a Jesús sino soltarlo y estar en su seguimiento. “Vivir de acuerdo con la resurrección de Jesucristo es permitir que su voluntad sea la guía para todo aspecto de nuestra vida” Demos a conocer esta noticia ¡He visto al Señor! (Jn 20:18). Salgamos con una misión de amor compartiendo todo el evangelio con toda la humanidad ¿Qué implicación práctica tiene para nuestra propia vida y la vida de la iglesia ¡He visto al Señor!? Carlos Scott

sábado, 11 de abril de 2020

Espere grandes cosas

*-Desde la periferia a todo el mundo: «No tengan miedo» Cuando el Señor se revela lo hace desde la periferia, una provincia apartada como es Galilea. No lo hace desde el centro del poder que esta en Jerusalén. Las primeras palabras de Jesucristo resucitado fue dirigida a las mujeres «No tengan miedo. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y allí me verán» (Mt. 28:10) Galilea era el lugar de revelación. Es ahí donde Dios se revelaría. « Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña que Jesús les había indicado» Fue en Galilea donde Jesús comenzó su ministerio (Lc. 4:14-15) y eligió a sus primeros discípulos (Lc. 6:12-16). Jesús eligió cumplir su ministerio entre las masas olvidadas por los líderes políticos y religiosos para luego ir a Jerusalén. Por lo tanto Jesucristo nos comisiona desde la periferia a llevar todo el evangelio a todas las naciones. El despertar misionero surge, una vez tras otra, como una iniciativa por fuera de los centros de decisión. Espere grandes cosas de Dios, arriesgue grandes cosas por Dios (Is. 54:2-3). No tengas miedo. «La misión es una tarea cotidiana de la iglesia en cualquier lugar, en cualquier tiempo y en cada generación». Somos llamados a ser personas claves para que el evangelio este disponible a cada persona en todas partes. ¿Que grandes cosas esperamos de Dios? ¿Que arriesgaría para ser parte de estas grandes cosas? Carlos Scott

jueves, 9 de abril de 2020

Jesús era una persona que amaba

¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Jn 13:1-38 “Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amo hasta el fin” Jn 13:1 *-Jesús era una persona que amaba. En su corazón encontró un lugar para su gente. No fue egoísta. El Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio. Tenía el dominio completo, autoridad y poder. ¿Que hizo Jesús con este poder? Jesús realizo un acto sencillo y profundo: “así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, y se ató una toalla a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y comenzó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba a la cintura”, Jn. 13: 4-5 Demostró que el amor divino llega hasta las últimas consecuencias. Jesús era una persona que amaba. Los amó hasta el fin. *-Jesús era alguien que conocía su identidad. Lo más probable es que este lavamiento de pies fue provocado por alguna mala conducta de los discípulos. Quizás estaban discutiendo en qué orden se debían sentar a la mesa o quien en esa ocasión debía ser el siervo y lavar los pies de todos. Lucas en su evangelio nos relata que tuvieron un altercado sobre quién sería el más importante. Los discípulos estaban dispuestos a pelearse por un trono, pero no por una toalla. No era probable que alguno tome la toalla para lavar los pies de su compañero. Ellos preferían sentarse a comer sucios antes que estar limpios. *-Jesús realizó algo impresionante. No apareció ningún esclavo, el que apareció fue Jesús. Se humilló. Lavó los pies de todos. Usó todo su poder para servir. Jesús sabía bien quien era y no necesitaba el poder para completar su identidad. No mal usó el poder y no lo manejó para sentirse importante o llenar un vacío en su vida. Podemos mal usar y abusar del poder cuando no sabemos realmente quienes somos, cual es nuestra identidad y a quien tenemos que ser semejante. ¿Para qué existe la posición, la responsabilidad, La autoridad y el poder? ¿Cómo lo solemos usar? ¿Cómo estamos sirviendo a los demás? Carlos Scott

sábado, 4 de abril de 2020

¿Porque allá, cuando falta tanto aquí?

- Cuando hablamos de la iglesia local estamos hablando de una comunidad que se moviliza hasta lo último de la tierra. Una comunidad sana es una comunidad que mantiene el equilibrio entre lo global y local. Es una comunidad que le da dignidad a cada área de servicio. * ¿Porque allá, cuando falta tanto aquí? * Jesús Dijo: “Crucemos al otro lado”, Mr. 4:35. La vocación y el discipulado es simplemente esto: Dejarse llevar por Dios, dejarse importunar por Dios. Estar en el seguimiento de Jesús significa estar decidido a partir. Cuando Jesús dice: “Crucemos al otro lado” significa que todos vamos a llegar. Él siempre está con nosotros y Él es suficiente en toda situación. El corazón de Dios late por los no alcanzados y menos evangelizados en todas partes del mundo. Implica nuestra entrega, experimentar el seguimiento de Jesús y aceptar el costo. * ¿Porque allá, cuando falta tanto aquí? * -Porque la palabra “mundo” para Dios son todas las naciones (etnias) y no solo mi comunidad, ciudad, región y nación, * -Porque Dios nos llama a tener su visión y unirnos a su misión. Ajustar nuestra visión a Su Visión, * -Porque el Señor nos pide que oremos al Padre para que envíe obreros. Su deseo es que toda lengua, nación y etnia estén adorando al Señor. * -Porque debe haber una “Moralidad de Fe”. Nos debemos preguntar ¿por qué no escucharon? ¿Qué pasa con los que no escucharon? ¿Por qué no han visto las buenas obras de los hijos de Dios en su propio contexto, Mt. 5:16? * -Porque debemos dar “dignidad” y servicio a cada área de trabajo, Hch. 1:8. Debe haber un equilibrio entre Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra. Ninguna área debe permanecer como una “cenicienta”. * ¿Quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen? Si conocemos a Jesucristo, ... ya es la hora para que crucemos al otro lado. ¿Cuál es tu próximo desafío? ¿Estás decidido a partir? Carlos Scott

jueves, 2 de abril de 2020

No tengas miedo

No tengas miedo “Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.” Ap. 1:17-18 Nos encontramos en este tiempo con una pandemia del temor y el texto de la palabra de Dios nos ayuda e indica que no debemos tener miedo. Juan se encontraba exiliado en la isla de Patmos, que en esa época estaba casi despoblada y era usada por Domiciano como isla penal. Quizás estaba desanimado al pensar en los problemas de las iglesias. También podría pensar en sus compañeros de servicio que fueron martirizados y otras tantas circunstancias que suelen golpear en la vida. En el día del Señor cuando el pastor Juan no pudo congregarse con los fieles, el Espíritu vino sobre él y Juan vio a Jesús. En los días tristes todos nosotros necesitamos una visitación del Señor. Juan recibió la revelación de Jesucristo que es un retrato de nuestro Señor. El Señor puso su mano derecha sobre él y le dijo: “No tengas miedo”. En los tiempos difíciles necesitamos de alguien que nos coloque la mano en el hombro, nos acompañe, entienda nuestro dolor y nos diga: “No tengas miedo”. Dios esta en el control. ¿Cuáles son los pensamientos que nos dan tristeza? ¿Cómo estamos experimentando la visitación del Señor sobre nuestras vidas? ¿Qué implica que el Señor nos diga “No tengas miedo”? Carlos Scott