jueves, 16 de febrero de 2023

Responder a una llamada

Disponibilidad

"Les aseguro que quien no confía en Dios como lo hace un niño, no puede ser parte del reino de Dios. "Jesús tomó en sus brazos a los niños y, poniendo sus manos sobre ellos, los bendijo”, Mc 10:15-16
Jesús nos propone seguir el modelo del niño de los cuales no tienen posiciones que conservar, seguridades que defender, funciones que reclamar, un prestigio que mantener, privilegios que atribuirse. No tienen que presumir y no pretenden conquistar con la fuerza. Por lo general son confiados, dispuestos a recibir lo que le den, capaces de dejarse guiar y tienen el don de vivir en el instante presente. Los niños responden a la llamada que se les dirige, se abren confiados y tienen un sentido natural de dependencia. Están abiertos a la sorpresa y el sentido de maravillarse. Nos podemos volver demasiado viejos cuando perdemos la capacidad de asombro, ser receptivos y agradecidos “Jesús siguió con el espíritu de niño hasta el final porque esperaba todo del Padre”. Dios realiza sus milagros cuando no hay orgullo, jactancia, vanagloria y fanfarronería. “Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros. Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.» Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros.”, Ga 5:13-15
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 15 de febrero de 2023

Volver al principio

 Receptividad

“Hubo quienes llevaron a sus niños para que Jesús los tocara y los bendijera. Pero los discípulos las regañaron, … Jesús les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí”, Mc 10:13-14
El ser humano puede perder cierta apertura, simpleza y naturalidad. No necesariamente tiene que ver con nuestra edad cronológica. Podemos perder la frescura y el empuje para volvernos complicados y pretenciosos. Este episodio quizás se origina en un descanso del viaje. En la mente de los discípulos estos niños no son maduros como para estar cerca del maestro. Pueden ser un elemento de desorden, no merecen consideración y significa perder el tiempo. Parece que todo es cosa de adultos quienes pueden ser capaces de comprometerse y comprender la enseñanza del Señor. Jesús se enojó con sus discípulos porque la ternura hacia los pequeños permite reconocer al mismo Señor. Jesús nos enseña a tener cuidado de decidir quién es digno de acercarse a él y quién no lo es. Es sorprendente que los discípulos siempre son reprendidos cuando intentan “impedir” o “prohibir”. Los discípulos manifestaron incomprensión y la misma casi siempre está del lado del rechazo. Debemos tener cuidado en convertirnos en profesionales del rechazo y no ser especialistas en recibir a los demás. "Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”, Mt 25.40. Jesús nos anima a volvernos como niños y comenzar desde el principio, volver y partir desde el niño. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

martes, 14 de febrero de 2023

Solidaridad

 Significancia e inclusividad 

“Empezaron a llevarle niños a Jesús para que los tocara, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban. Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó…” Mr. 10:13-14. 
La cultura judía no apreciaba a los niños. Tipificaban inmadurez y desconocimiento. No apreciaban su inocencia y potencialidad. Ocuparse de ellos era pérdida de tiempo. Los discípulos reprenden a los que habían traído los niños a Jesús. Ellos responden de acuerdo a su cultura y mentalidad. Jesús muestra su humanidad: Se indigna. Jesús nos dice: “El que es más insignificante entre todos ustedes, ese es el más importante”, Lc. 9:48. “Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos” Mr. 10:16. Jesús no se deja llevar por los prejuicios de la cultura. Toma en sus brazos a los niños. El Señor toma en sus brazos a los que todavía no tienen mucha comprensión de las cosas. El relato bíblico mantiene la prioridad de la solidaridad y no del exclusivismo, Mr. 9:33-50. Lo bueno de afuera debe ser afirmado y lo malo de adentro extirparlo. El mensaje del infierno está dirigido a los de adentro en este contexto. Seguir a Jesús hace que la sal mantenga su sabor y eficacia. Es la práctica anticipada del reino. Que podamos ser una comunidad abierta para todos guiada por el Espíritu Santo. ¿Te vas a cortar la mano? No lo hagas. Lo que hay que cortar es el pecado. Es una acción drástica, de profunda convicción, decisión, voluntad, responsabilidad, compromiso. "Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios", Ef 5:2
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

lunes, 13 de febrero de 2023

Ampliar nuestra manera de pensar

Un vaso de agua en el camino

"Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar a quien les dé un vaso de agua sólo porque ustedes son míos.”, Mc 9:41
Dios nos llama a vivir y afirmar la unidad en medio de "todo su pueblo". Hablamos de la unidad sin caer en la uniformidad, la distinción sin caer en el individualismo, la diferencia sin caer en la división. Nuestro Señor nos invita andar por sus caminos, aceptar sus palabras y ampliar nuestra manera de pensar. Como dice el salmista: “Corro por el camino de tus mandamientos, porque has ampliado mi modo de pensar.”, Sal 119:32. Nadie tiene la exclusividad o el monopolio del evangelio y el Espíritu Santo. Jesús promete un premio para aquellos que están dispuestos en ayudar a los que son del “pueblo de Dios”. Este vaso de agua se da en el camino. También nos advierte "El que no está de mi parte, está contra mí. El que no me ayuda a traer a otros para que me sigan, es como si los estuviera ahuyentando.”, Mt 12:30. Juan y los discípulos aprendieron esta lección y años más tarde Juan escribe a su amigo Gayo que seguramente era líder en la iglesia: "Algunos miembros de la iglesia vinieron y me contaron que sigues confiando en la verdad que Jesucristo nos enseñó. Eso me dio mucho gusto. Nada me alegra más que saber que mis hijos obedecen siempre a la verdad que Dios nos ha enseñado. Querido hermano, tú te portas muy bien cuando ayudas a los otros seguidores de Cristo, especialmente a los que llegan de otros lugares. Ellos le han contado a toda la iglesia cuánto los amas. Por favor, ayúdalos en todo lo que necesiten para continuar su viaje. Hazlo de tal modo que resulte agradable a Dios. Ellos han comenzado a anunciar el mensaje de Jesucristo, y no han aceptado ninguna ayuda de los que no creen en Dios. Por eso, debemos ayudarlos en este trabajo que han empezado, y también debemos hacernos cargo de ellos.”, 3 Jn 1:3-8.
Carlos Scott
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domingo, 12 de febrero de 2023

Ensanchar los espacios

 Ensanchar la mente y el corazón

“Quien no está contra nosotros, realmente está a nuestro favor.”, Mc 9:40
El evangelio del Reino de Dios ensancha nuestra mente y corazón. Es un evangelio que nos invita a movernos con total libertad. Ensancha los espacios. “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos.”, Jn 10:9. Tengamos cuidado de no dejar fuera al que debe estar dentro. Dejemos de lado toda “etiqueta denominacional” y “sectarismo”. Cuando excluimos a otros corremos el peligro de que los que se queden fuera seamos nosotros. »Entonces les contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.”, Mt 25:45. “Amados hijos míos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios, y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor”, 1 Jn 4:7-8. “El odio produce más odio; el amor todo lo perdona”, Pr 10:12. “Hijos míos, si Dios nos ha amado así, nosotros también debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios; pero, si nos amamos unos a otros, Dios vive en nosotros y también su amor estará en nosotros”, 1 Jn 4:11-12. Miremos por todos aquellos que están “a favor nuestro” entre los muchos que “no son de los nuestros”.
Carlos Scott
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sábado, 11 de febrero de 2023

Apertura

 Hacer el bien y vivir en paz

“Pero si alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mi… Si tu mano te hace pecar, córtatela… Que no falte la sal entre ustedes para que puedan vivir en paz unos con otros” Mr. 9:42-50
Jesús nos dice que no falte la sal entre nosotros en nuestro trato mutuo y que vivamos en paz. La discordia había comenzado porque discutían entre sí quién era el más importante, Mr. 9:33-37. La sal es el símbolo de la disposición de que puedan vivir en paz unos con otros en la comunidad. El Señor nos advierte en tener cuidado de transformarnos en un escándalo o tropiezo para otros, hacer pecar a los que son más pequeños. Pequeños como el que echa demonios que no forma parte de los doce, Mr. 9:38-41, o bien la figura del niño que son modelos de siervos sencillos y humildes, Mr.10:13-16. No excluirlos. Cortemos de raíz este mal. Se requiere una acción drástica que tiene que ver con cortar, dejar y abandonar el pecado. Se orienta la vida de la comunidad hacia la apertura. No acepta el mal. Trasciende fronteras creadas por los sistemas. Cuidado con el “abuso del poder” o el “amor al poder” en vez del “poder del amor”. La responsabilidad y autoridad que se nos ha dado es principalmente para servir, amar y recibir a otros. "Vivan siempre en armonía. Y no sean orgullosos, sino traten como iguales a la gente humilde. No se crean más inteligentes que los demás. Si alguien los trata mal, no le paguen con la misma moneda. Al contrario, busquen siempre hacer el bien a todos. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todo el mundo. Queridos hermanos, no busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Pues en la Biblia Dios dice: «A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido.» Y también dice: «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Así harás que le arda la cara de vergüenza.» No se dejen vencer por el mal. Al contrario, triunfen sobre el mal haciendo el bien.", Ro 12:16-21
Carlos Scott
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viernes, 10 de febrero de 2023

Valorar lo bueno

 A favor de la gente 

“El que no está contra nosotros está a favor de nosotros. Les aseguro que cualquiera que les de un vaso de agua en mi nombre por ser ustedes de Cristo no perderá su recompensa.”, Mr. 9:40-41
No sigue a Jesucristo quien afirma su doctrina, sino aquél que actúa como el. La fé es práctica, es seguimiento, no es tener una determinada etiqueta religiosa. Solo hay dos lados: contra nosotros o por nosotros. Jesús dice que debemos aceptar toda ayuda a la causa del Reino, si es en su nombre, con su autoridad. El texto nos invita a valorar lo bueno que nos ofrecen personas ajenas a nuestra manera de ver las cosas. Quien ayude a satisfacer la sed de los que son de Cristo será recompensado en el reino. Son las implicancias de actuar "en mi nombre". Una teología muy amplia y abarcativa. No hay pérdida de recompensa para aquellos que están dispuestos a trabajar en unidad y valorando otras expresiones. Jesús acepta a todos los que hacen obra de misericordia y justicia en su nombre. En otras palabras, nadie tiene el monopolio en la misión o en determinados ministerios. La lección es que tenemos que aprender a trabajar con todos aquellos que tienen una práctica redentora y recibir agradecidos su ayuda, su vaso de agua en nombre de Jesucristo. Necesitamos aprender a recibirnos unos a otros y a recibir de otros. Jesús lo demostró cuando recibió un vaso de agua de la mujer samaritana. La posición de responsabilidad o mal llamada “poder” cuando es vista como privilegio para abusar de ella y no como don para el servicio, siempre es excluyente. El resultado de esto en las iglesias y en los movimientos misioneros es el sectarismo. Lo contrario es el Reino que implica una comunidad abierta que invita y no un grupo cerrado que limita. Este pasaje es un duro golpe para todos los que desean encerrarse puertas adentro, ya sea excluir o encerrarse en un sistema. "No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad... Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente... Estén listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad. Estén siempre dispuestos a brindar hospitalidad", Ro 12: 9-13. 
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox



jueves, 9 de febrero de 2023

Lo bello y verdadero

  Mirar lejos

“Pero Jesús dijo: —No se lo prohíban, porque nadie podría maldecirme después de haber hecho un milagro usando mi nombre”, Mc 9:39
Jesús se niega a respaldar determinadas excomuniones y pone de relieve lo bueno, lo bello, lo verdadero que hay en gente que consideramos “diferente”. Jesús está empeñado en curarnos de la mezquindad, la estrechez, las visiones restringidas. Él nos invita a mirar lejos y descubrir nuevos horizontes. Los discípulos son llamados a cuidarse de pronunciar determinadas sentencias de exclusión. Juan pretende defender la ortodoxia, la disciplina, cuidar el honor de Dios. Bajo la máscara de la fe podemos estar lejos del espíritu de Dios. Lo cierto es que el exorcista no autorizado era respaldado por Dios mismo y lograba lo que ellos no pudieron hacer, Mc 9:18. No se puede descalificar a la gente porque hace lo que nosotros no queremos o no supimos hacer. La envidia delata la impotencia y queda al descubierto la incapacidad. Solo Jesús establece la línea entre el que está dentro y el que está fuera. El Espíritu sopla de donde quiere y los seguidores de Jesucristo disfrutan de esa libertad. Para ellos es más importante amar a Dios y a su prójimo que el reglamento. Lo verdadero pasa cuando todo lo que vivimos y hacemos está en comunión con su nombre. Somos llamados para aprender de todos, incluso de aquellos que consideramos “extraños”. »No se conviertan en jueces de los demás, y así Dios no los juzgará a ustedes.  Si son muy duros para juzgar a otras personas, Dios será igualmente duro con ustedes. Él los tratará como ustedes traten a los demás.  »¿Por qué te fijas en lo malo que hacen otros, y no te das cuenta de las muchas cosas malas que haces tú? Es como si te fijaras que en el ojo del otro hay una basurita, y no te dieras cuenta de que en tu ojo hay una rama. ¿Cómo te atreves a decirle a otro: “Déjame sacarte la basurita que tienes en el ojo”, si en tu ojo tienes una rama? ¡Hipócrita! Primero saca la rama que tienes en tu ojo, y así podrás ver bien para sacar la basurita que está en el ojo del otro”, Mt 7:1-5

Carlos Scott

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miércoles, 8 de febrero de 2023

Personalismos y particularidades

Cuidado con el reglamento

“Le dijimos que no lo hiciera, porque él no es de nuestro grupo.”, Mc 9:38
Cuando se quiere mantener el monopolio del Espíritu y aparece “alguien que no es de los nuestros” la actitud que suele aparecer es la prohibición, la descalificación y el rechazo. Cuando lo que domina son los personalismos, determinadas particularidades y la mentalidad del clan, lo que se pierde es la riqueza que otros pueden aportar. Se pierde el sabor de la relación, la libertad, el amor y la unidad. Los especialistas de las prohibiciones y la descalificación les cuesta demasiado apreciar otras formas redentoras. Sus prejuicios los mantienen alejados de otros y por lo tanto intentan impedir más que favorecer, rechazar más que aceptar. Es precisamente aquí donde nos encontramos con la mentalidad sectaria ¿Quién está dentro y quien está fuera? ¿Quién es de los nuestros y quien no lo es? Parece que se necesita cierta credencial de reconocimiento para circular. Uno de los peligros en las comunidades y movimientos es cuando alguien o algunos en particular pretenden ser los dueños de la autoridad y se ignora que esta debe estar al servicio de la unidad, sin manifestar preferencias y dar exclusividades. Jesús como Moisés en su momento no se prestaron a este juego mezquino: “Había dos hombres del grupo de los setenta, llamados Eldad y Medad, que se habían quedado en el campamento. Y aunque estaban allí, el espíritu también vino sobre ellos y empezaron a profetizar. Un muchacho fue corriendo a contárselo a Moisés. Josué, que desde joven era ayudante de Moisés, estaba allí. Al oír al muchacho, dijo: —Moisés, mi señor, ¡no los deje usted profetizar! Pero él le respondió: —No seas celoso ni envidioso. Ya quisiera yo que todo el pueblo de Dios recibiera su espíritu y profetizara”, Nm 11:26-29. Ensanchemos los espacios y miremos el horizonte. "El más humilde de todos ustedes es la persona más importante». Lc 9:48
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

martes, 7 de febrero de 2023

Hacer participar y no celar

Prestigio, poder y competencia 

“Maestro -dijo Juan- , vimos a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo impedimos porque no es de los nuestros. – No se lo impidan – replicó Jesús  – Nadie que haga un milagro en mi nombre puede a la vez hablar mal de mí” Mr.  9:38-39
A Juan y a los discípulos (protagonistas de esta historia) les preocupa la competencia, el prestigio y el poder. Ensimismados tratan de excluir a otros. Lo cierto es que Juan revela el verdadero motivo de su queja. Entre lo que relata Marcos "se lo impedimos" y luego "no se lo impidan" aparece el motivo: "porque no nos siguen, no son de los nuestros". "No nos pidieron permiso para hacer esto". No pertenece a nuestro grupo social, nuestra pauta cultural, nuestros indicadores de lenguaje y trasfondo. Parece que los discípulos no han entendido el modelo de "recibir", aceptar, amar y perdonar. En este caso ellos prefieren "excluir". Jesús responde “no se lo impidan”. En definitiva, está explicando la verdadera intención que tenemos que tener dentro del reino. Recibir, dar oportunidades, hacer participar, no celar, no competir. Jesús acepta a una persona fuera del grupo que hace milagros en su nombre. Parece que el que expulsaba demonios lo hacía en la autoridad de Jesús, pero es significativo que Jesús no indaga acerca de su doctrina, ni tampoco sobre sus motivaciones. Jesús responde mostrando la alternativa del reino. Quien luche en mi nombre es parte y no enemigo.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

lunes, 6 de febrero de 2023

Amar y recibir

Discusiones en el camino

“¿Qué venían discutiendo por el camino? Ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido entre sí quién era el más importante.” Mr. 9:33-34
¿Cuál fue la respuesta de Jesús? Elaboró una parábola dramatizada. “Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”, Mr.9:35-36. Acto seguido: Tomó a un niño y lo puso en medio de ellos. “Abrazándolo, les dijo: El que recibe en mi nombre a uno de estos niños, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí sino al que me envió”, Mr. 9:37. La ubicación del niño en medio del grupo describe la forma de pensar de Jesús. La enseñanza de Jesús está centrada en dos movimientos: sentarse y abrazar. Jesús se sienta y enseña. Jesús toma a un niño y lo abraza. En estos dos movimientos Jesús muestra la paciencia que tiene con nosotros y nos recuerda cómo debe ser nuestra actitud de servicio. El Señor nos está presentando un modelo que tiene que ver con la sencillez, humildad y pequeñez. Nos habla del modelo de humildad en la comunidad del reino y de la necesidad de cambiar para pertenecer a él. No debemos hacer nada por egoísmo o vanidad. Se nos llama a considerar a los demás y no solo preocuparme por mis propios intereses. Jesús resalta en la dignidad del niño su ideología: Ser sencillos, humildes, servidores, amar, recibir y abrazar. Este mensaje es para todos nosotros. Jesús, corrige los valores y la conducta contraria al reino. Significa tener en cuenta a los débiles y desprotegidos. Seguramente las comunidades eclesiales de esa época podían tener los mismos problemas que tenemos hoy. ¿Cómo manejar “el poder” en nuestras relaciones eclesiales y sociales? Marcos da el antídoto y la respuesta al problema, Mr 10:15-16. Debemos arrepentirnos y cambiar. Volvernos pequeños, humildes y sencillos.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

domingo, 5 de febrero de 2023

Contemplar y caminar

 En marcha 

“Mientras bajaban de la montaña, Jesús les ordenó que no contaran a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre se levantara de entre los muertos». Mc 9:8-10
El texto de la transfiguración nos toca de cerca. En Jesús descubrimos que llegó el tiempo donde podemos ser transformados. Jesús nos invita a participar de la vida misma de Dios en nuestra condición humana. En nuestra vida debemos encontrar momentos en que nos apartemos para contemplar al Señor. Esta experiencia espiritual da lugar a una vida interior mucho más rica y plena. “Frente a ellos, Jesús se transformó: su ropa se puso tan blanca y brillante, como jamás aquí en la tierra podría blanquearse”, Mc 9:3. Esta blancura y brillo es la señal que nos ayuda a iluminar el próximo paso y el camino siguiente. «Este es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo! », Mc 9:7. Los discípulos en la transfiguración encuentran un sentido de plenitud, pero llega el momento en que deben bajar de la montaña. En cada etapa el seguidor de Jesucristo debe aparecer como uno que está en marcha y no como alguien que ha llegado. Se trata de transformar lo superficial, lo inconsistente y las realidades más dolorosas de la existencia. “Sólo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros, … Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros, … En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total.”, Ro 8:31-39  
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

sábado, 4 de febrero de 2023

Mirar, contemplar y reconocer

Caminar y ser abiertos

“Seis días después, Jesús llevó a Pedro, a Santiago y a Juan hasta un cerro alto, para estar solos. Frente a ellos, Jesús se transformó: su ropa se puso tan blanca y brillante, como jamás aquí en la tierra podría blanquearse. Luego, los tres discípulos vieron aparecer al profeta Elías y a Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí! Vamos a hacer tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra más para Elías. No sabía qué decir, porque todos estaban asustados.», Mc 9:2-6
Cuando hablamos de seguir a Jesús es importante abrir los ojos. Saber mirar, contemplar y reconocer. Es un buen consejo para todo viaje y seguimiento. El segundo consejo es no detenerse. Un buscador de Dios debe evitar detenerse. Lo más importante es darnos cuenta de que debemos continuar. Somos llamados a no detenernos y no aislarnos, caminar y ser abiertos, a dar y ensancharnos, descubrir la verdad y compartir con todos. El buscador de Dios supera la tentación de estancarse y puede ser capaz de transformar una realidad. Es alguien que se convierte en un don y señal para los demás. Ser creyentes quiere decir que somos incansables buscadores de Dios, no propietarios de Dios. Dios es la fuente de la que se tiene sed y los creyentes somos un pueblo que caminamos hacia él. Busquemos ser siempre alguien que busca. “Entonces apareció una nube que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Este es mi Hijo amado. ¡Escúchenlo!», Mc 9:7 “Después, Jesús eligió a setenta y dos discípulos, y los envió en grupos de dos en dos a los pueblos y lugares por donde él iba a pasar. Jesús les dijo: «Son muchos los que necesitan entrar en el reino de Dios, pero son muy pocos los que hay para anunciar las buenas noticias. Por eso, pídanle a Dios que envíe más seguidores míos, para que compartan las buenas noticias con toda esa gente. Y ahora, vayan; pero tengan cuidado, porque yo los envío como quien manda corderos a una cueva de lobos, … »Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les sirvan, sanen a los enfermos, y díganles que el reino de Dios ya está cerca”, Lc 10:1-9
Carlos Scott
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viernes, 3 de febrero de 2023

Transformación

 Procesos que dan vida

“El ciego respondió: —Veo gente, pero parecen árboles que caminan. Entonces Jesús volvió a ponerle las manos sobre los ojos. El hombre miró de nuevo con cuidado, y vio todo claramente, porque ya estaba sano”, Mc 8:24-25
En todo proceso es clave ser pacientes, no darnos por vencidos, no perder los sueños y perseverar. Intentar y seguir intentando, nos habla de ser tenaces. Seguir y continuar un proceso puede implicar que a veces no vemos con claridad. Este es el momento justo para seguir confiando en aquél que nos tomó de la mano. La realización de todo proceso y milagro no siempre ocurre entendiendo hacia donde vamos caminando. Todo buen proceso llega a un buen fin cuando entendemos que Dios está interviniendo y puedo confiar. “Pero ustedes tienen al Espíritu Santo, que Cristo puso en ustedes. Por eso no necesitan que nadie les enseñe, pues el Espíritu de Dios les enseña todo; y lo que él enseña no es mentira, sino la verdad. Por eso, sigan las enseñanzas del Espíritu Santo, y manténganse siempre unidos a Cristo.”, 1 Jn 2:27. “El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado. »Les doy la paz, mi propia paz, que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo por lo que pronto va a pasar”, Jn 14:26-27 "Cuando venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará, para que siempre vivan en la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que oiga de Dios el Padre, y les enseñará lo que está por suceder", Jn 16:13. Todo tiene su tiempo y estamos en el camino confiando en aquel que sigue siendo la verdad y la vida.

Carlos Scott

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jueves, 2 de febrero de 2023

Nuestra existencia

Dejarse guiar

“Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo…, y vio todo claramente, …”, Mc 8:23

Los milagros son posibles cuando dejamos que Dios nos toque. El primer paso es dejarnos tomar de la mano. La luz viene cuando Jesús interviene y no de otras luces ilusorias. “Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad”, 1 Jn 1:5. Es importante salir fuera, fuera de nuestro propio encierro, de nuestros viejos paradigmas, de nuestra reglamentación y legalismo, de nuestra falta de amor y misericordia para encontramos con la luz. Necesitamos que Dios ilumine las áreas oscuras de nuestra existencia y confrontarnos con esa realidad. La máscara, camuflaje y fachada no pueden resistir esta intervención. Todo sale a la luz, toda la apariencia exterior está destinada a darse por vencida y no resiste. Es la oportunidad para volver a Dios cuando hemos estado muy lejos de él. Dios es luz, la única luz y la que nos puede guiar cuando todo es oscuridad. Es la luz que nos puede sanar y salvar. Es como ir a un quirófano y es el quirófano de Dios. Solo él sabe cortar en el lugar justo y separar la parte enferma de la sana, hacer la sutura correcta y comenzar nuestra recuperación hacia la vida plena. La fe comienza con la luz y es el comienzo para salir de la oscuridad colocando nuestra mano en la mano de Jesús. “Él es la luz verdadera, que brilla cada vez más fuerte, y que hace que la oscuridad vaya disminuyendo. Si alguno dice que vive en la luz, pero odia a otro miembro de la iglesia, en realidad vive en una gran oscuridad. El que ama a los demás, vive bajo la brillante luz de Dios y no causa ningún problema a los de su iglesia.  Pero el que odia a otro cristiano, vive en la oscuridad y no sabe a dónde va, porque la oscuridad lo ha dejado ciego”, 1 Jn 2:8-11

Carlos Scott

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martes, 31 de enero de 2023

Milagros

Hechos para hacer milagros

“Los fariseos llegaron a donde estaba Jesús y comenzaron a discutir con él. Para ponerle una trampa, le pidieron que demostrara con alguna señal milagrosa que él venía de parte de Dios. Jesús se molestó mucho por esto, y dijo: «¿Por qué siempre piden ustedes una señal? Les aseguro que no se les dará ninguna.»  Entonces Jesús los dejó,...”, Mc 8:10-13
El evangelio relata entre otras cosas los milagros de Jesús. Su itinerario está señalado por acontecimientos prodigiosos: los ciegos recobran la vista, los cojos andan, los leprosos quedan sanos, los sordos oyen, los muertos resucitan. Jesús en medio de su camino ve la miseria de la gente, se encuentra con la presencia del dolor y observa la fe. Jesucristo responde a la provocación del sufrimiento humano. El Señor respeta la libertad, deja la puerta abierta, pero sin obligar a entrar a nadie, sin golpes espectaculares. Nuestro Dios es “discreto”. La fe nos lleva al milagro. No rechacemos lo milagroso pretendiendo impedirle a Dios que sea Dios. Un milagro significa la libertad de Dios y él es libre para decidir cuándo realizarlo. No tiene necesidad de que le den una orden o pedir permiso para hacerlo. Los niños suelen decir: ¡otra vez! El milagro es un signo y una señal de que el Reino de Dios ya está entre nosotros. Estamos hechos para los milagros. No sigamos pidiendo otra señal. Jesucristo nos ha dejado la consigna de hacer milagros y superar los grandes obstáculos. Es el signo de nuestra fe. Milagros de fidelidad, de misericordia, integridad, generosidad, lealtad y amor. Esta generación pide una señal y tiene derecho a esperar de nosotros. ¿Qué señales podemos ofrecerles?, ¿Qué milagros podemos presentarles? Nuestro camino pasa por un mundo enfermo y lleno de desilusiones. Un mundo ciego por la violencia y el egoísmo. No solo contemos los milagros de Jesús. Dios nos considera capaces de hacer cosas imposibles y esta es nuestra vocación. “Les aseguro que el que confía en mí hará lo mismo que yo hago. Y, como yo voy a dónde está mi Padre, ustedes harán cosas todavía mayores de las que yo he hecho.”, Jn 14:12

Carlos Scott

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Creer para poder ver

Dejarse tocar por Dios

“Cuando llegaron al pueblo de Betsaida, unas personas guiaron a un ciego hasta Jesús y le pidieron que lo tocara. Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo. Después le mojó los ojos con saliva, colocó las manos sobre él, y le preguntó si veía algo. El ciego respondió: —Veo gente, pero parecen árboles que caminan. Entonces Jesús volvió a ponerle las manos sobre los ojos. El hombre miró de nuevo con cuidado, y vio todo claramente, porque ya estaba sano”, Mc. 8: 22-25
Dios es alguien que toca a las personas y a su vez se deja tocar. Jesús aparece como un médico divino cuya curación se realiza hablando con el paciente. Dios es amor. La novedad relevante en este encuentro es que la curación se realiza en dos tiempos. Esta sanidad la podemos describir como un proceso donde recuperar la visión tiene que ver con creer y seguir creyendo, orar y seguir orando, caminar y seguir caminando. Es creer para poder ver y no necesariamente ver para poder creer. Las personas que guiaron a este ciego creyeron y pudieron ver el milagro. En el proceso de ver no siempre hay una claridad inmediata. Necesitamos que sus manos una y otra vez toquen nuestra vida para distinguir claramente. En los diferentes tiempos y sucesos es clave seguir escuchando su voz y confiar; no hay otro como él. Su manera de proceder no siempre coincide con lo que pensamos o deseamos, pero el final es su provisión amorosa para nuestro mejor desarrollo. Es su bendición e inagotable gracia. Este ciego es un no vidente sin nombre y quizás nos represente a cada uno de nosotros. "Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!", Salmo 27:13-14
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

lunes, 30 de enero de 2023

La gracia y el amor

  Asumir su Vida

“Tengan cuidado, ¡Ojo con la levadura de los fariseos y la de Herodes!... ¿Por qué están hablando de que no tienen pan? ¿Todavía no ven ni entienden? ¿Tienen la mente embotada? ¿Acaso no recuerdan? Cuando partí los cinco panes para los cinco mil, ¿Cuántas canastas llenas de pedazos recogieron? Y cuando partí los siete panes para los cuatro mil, ¿Cuántas cestas llenas de pedazos recogieron? ¿Y todavía no entienden? Mr 8:14-21
Este pasaje nos habla que los discípulos estaban hablando que no tenían pan. El Señor les advierte sobre la levadura de los fariseos y la de Herodes: “Tengan cuidado; ¡ojo con la levadura de los fariseos y con la de Herodes! La levadura de los religiosos o fariseos es la preocupación morbosa en mantener el control sobre la religiosidad del pueblo a través de la reglamentación. Representaba la hipocresía, la piedad mal entendida convertida en legalismo, la justicia sin la misericordia. Es alejarnos de la gracia, del amor, de la gratitud, del respeto al otro para caer en el abuso del poder (Os 6:6, Mi 6:8, Mt 12:1-8, Mt 9:12-13). La levadura de Herodes representa una sociedad sin Dios, secular, sin necesidad de depender de Dios, añadiendo los valores del sistema vigente, aceptar por bueno lo que es malo, corrupción, poder, manipulación, resultados exitistas sin Dios. Es decir, el “mercado manda” y seguimos sus reglas postrándose ante sus métodos. Somos llamados a formar “comunidades eclesiales” que reflejen el espíritu de reconciliación, respeto, aceptación, perdón y amor. El ejercicio del liderazgo en la vida de las iglesias locales deberá estar marcado por el modelo de Jesús y mostrar un contraste con el caudillismo y otras deformaciones causadas por el abuso del poder. Seguir a Jesús significa asumir su vida y misión. Jesús les recuerda a sus discípulos que no deben preocuparse de la comida, el vestido y donde dormir. Nos proyecta a ser y hacer como Jesús cuando les dijo: “Crucemos al otro lado” Mr. 4.35. ¿Y todavía no entienden?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

domingo, 29 de enero de 2023

El grito del discriminado

 "Los excluidos"

“Jesús volvió a salir de la región de Tiro. Pasó por la región de Sidón y llegó al Lago de Galilea, en el territorio de Decápolis. Allí le llevaron a Jesús un hombre sordo y tartamudo, y le rogaron que pusiera las manos sobre él para sanarlo. Jesús tomó al hombre y lo llevó aparte, lejos de la gente. Luego puso sus dedos en los oídos del hombre y le puso saliva en la lengua. Después miró al cielo, suspiró y dijo: «¡Efatá!», palabra que significa «¡Ábrete!» En ese momento el hombre pudo oír y hablar normalmente. Jesús le ordenó a la gente que no se lo contara a nadie... más lo contaba la gente, porque estaba muy admirada y decía: «Jesús todo lo hace bien», Mc 7:31-37
Jesús se siente bastante bien entre los impuros y excluidos. Él quiere llevar la salvación a todos aquellos que son considerados “infieles” y prueba nuestra compasión por el sufrimiento humano. Jesús lleva aparte a una persona sorda y tartamuda y su milagro realizado está lejos de la gente; en lugar aparte. La sanidad que realiza Jesús no necesita un gesto espectacular que esté destinado a impresionar a otros. En Jesús ha llegado ya el Reino de Dios y se cumple la palabra profética que dice “Y cuando él venga, abrirá los ojos de los ciegos y destapará los oídos de los sordos. El cojo saltará como un ciervo, y los que no pueden hablar ¡cantarán de alegría!”, Is 35:5-6. Para nosotros en este día la presencia de Jesús por medio de su Espíritu Santo es un motivo de confianza y de esperanza. Para escuchar a Jesús es necesario ir aparte, lejos de la gente y encontrarnos cara a cara con Él. Es recobrar la capacidad de escuchar y la posibilidad de hablar. Jesús suspira por nosotros y nos dice «¡Ábrete!». Hay que dejar hablar al que no es mudo. Abrirnos a la escucha, a la comprensión profunda de una relación con Dios y nuestro prójimo. Ahora Dios nos espera en otra parte porque la exclusión y marginación se ha convertido en la manera más común de defender la tranquilidad. Cuando escuchamos el grito del excluido y discriminado es el comienzo para dejar atrás la sordera. No nos quedemos mudos cuando intentan amenazar la misericordia. Jesús, “todo lo hace bien”.
Carlos Scott

sábado, 28 de enero de 2023

"Vete tranquila"

“Persistir y no sucumbir”

“Pero Jesús le dijo: —Deja que primero coman los hijos, pues no está bien quitarles la comida para echársela a los perros Y ella le contestó: —¡Señor, eso es cierto! Pero aun los perros comen las sobras que se les caen a los hijos debajo de la mesa. Jesús le dijo: —¡Mujer, es muy cierto lo que dices! Vete tranquila a tu casa, pues el demonio ya salió de tu hija” Mc 7:27-29
Nos encontramos con una mujer que ha sido marginada. Esta mujer fue muy hábil, le dio la razón a Jesús y consiguió volver el argumento a su favor. Tomó al maestro por la palabra y la puso de su parte. Su argumento consiste en darle la razón a Jesús. “Ya no pretendo el pan de los hijos, pero será suficiente con las sobras”. ¿No está destinada tu gracia a los que están desprovistos de ella? La fe consiste en dejarnos arrebatar o arrancar por parte de Dios. Una palabra dura es aceptada por ella y Jesús le da lo que ella quiere. Es entregarnos sin poner nuestras pretensiones. Jesús nos llama a persistir, se deja superar ante la expresión de esta mujer y se deja llevar por esa palabra. “Jesús le dijo: —¡Mujer, es muy cierto lo que dices!”. El Señor busca en nosotros una palabra, es la que le interesa y quizás la que nunca ha oído por parte nuestra. Es la palabra y expresión que me puede llevar tranquilo a casa.
Carlos Scott

martes, 24 de enero de 2023

Una mesa abierta para todos y todas

“Las sobras”

“Pero aun los perros comen las sobras que se les caen a los hijos debajo de la mesa”, Mc 7:28
Nos encontramos con una mesa servida donde hay abundancia y por otro lado una mujer que está dispuesta a comer de las sobras que se les caen a los hijos de la opulencia. Esta mujer es extranjera y no es tenida en cuenta. Mientras que algunos discuten porque los discípulos no se lavaban las manos antes de comer, hay otros que necesitan disfrutar de la fragancia del pan en sus propias manos, Mc 7:1-23. Jesús tuvo un enfrentamiento con los religiosos sobre lo que es puro e impuro y luego se va hasta la región de la ciudad de Tiro, quizás para descansar. Es territorio de "infieles", el territorio de la "impureza" y su decisión de tomar tiempo con ellos es una bofetada a la religiosidad mal entendida. Jesús está empeñado en preparar a su gente y llevarlos a una experiencia que les haga ver que se esperaba de ellos. Jesús en su accionar marca una falsa espiritualidad que lo único que hacía era excluir y condenar. Jesús dramatiza en esta escena la actitud que solía tener su pueblo y nos ayuda a pensar que debemos ser inclusivos. La fe y la espiritualidad se suelen encontrar en la periferia. Hay una mujer que ruega por la sanidad de su hija; está dispuesta a superar los obstáculos y límites de todo tipo. El pan de vida es para toda la humanidad, todas las etnias y todas las naciones. La mesa que ha sido preparada para los hijos tiene que ser “una mesa abierta para todos”. Jesús todo lo hace bien, Mc 7:37.
Carlos Scott

domingo, 22 de enero de 2023

Territorio de esperanza

Cambiando de aires

"Después, Jesús salió de allí y fue hasta la región de la ciudad de Tiro. En ese lugar, se quedó unos días en una casa, y no quería que nadie supiera dónde estaba. Pero no pudo esconderse", Mc: 7:24

La polémica que Jesús mantuvo con los fariseos quizás fue desgastante y esto lo llevo a cambiar de aires. Envuelto en discusiones mezquinas, Jesús escucha los mismos argumentos de siempre. Donde las observaciones exteriores se convierten en la preocupación principal, Jesús sale de allí. Cuando solo es cuestión de reglamentos, hay legalismo y todo se reduce a discusiones interminables sobre “nuestras cosas”, es la hora de buscar otros sitios. Jesús tomo la actitud de marcharse e irse lejos con los "infieles". En territorio pagano tiene la posibilidad de oír de una mujer una palabra nueva: “Solo nos llegan las migajas”. El tema principal es “el pan de vida” que tienen los hijos sobre la mesa y todos aquellos que viven debajo de la misma. Mientras que por un lado hay abundancia, por otro lado, solo llega una migaja. El seguimiento de Jesús se hace realidad cuando compartimos el “pan”. Hay algo peor que la soledad y es el permanecer “solo entre nosotros”. “Así que, cada vez que ustedes comen de ese pan, o beben de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva”, 1 Co 11:26. “Si ofrecen su pan al hambriento y ayudan a los que sufren, brillarán como luz en la oscuridad, como la luz del mediodía. »Yo los guiaré constantemente, les daré agua en el calor del desierto, daré fuerzas a su cuerpo, y serán como un jardín bien regado, como una corriente de agua. Reconstruirán las ruinas antiguas, reforzarán los cimientos antiguos, y los llamarán: “Reparadores de muros caídos”, “Reconstructores de casas en ruinas”, Is 58:10-129

Carlos Scott


sábado, 21 de enero de 2023

No alejarme del prójimo

"Entender bien"

“Luego Jesús llamó a la gente y dijo: «Escúchenme todos, y entiendan bien”, Mc 7:14
Jesús nos puede decir que somos muy hábiles en hacer otra cosa. Podemos hacer otra cosa, menos lo que verdaderamente quiere el Señor. Es necesario entender bien. “Jesucristo nos enseñó que Dios es luz, y que donde Dios está no hay oscuridad. Éste es el mensaje que ahora les anunciamos.”, 1 Jn 1:5. Nuestra conciencia es iluminada cuando recibimos la luz de la necesidad de Dios y del prójimo. Me acerco a Dios solo cuando tengo el valor de no alejarme del prójimo. Los religiosos tenían miedo de contaminarse con determinadas personas. El seguidor de Jesús sabe que caminar junto a él es caminar no separados de los demás, sino junto a los otros. “Pero si vivimos en la luz, así como Dios vive en la luz, nos mantendremos unidos como hermanos y Dios perdonará nuestros pecados por medio de la sangre de su Hijo Jesús”, 1 Jn 1:7. “La sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y del fruto de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera.  Y los que procuran la paz sembrarán semillas de paz y recogerán una cosecha de justicia”, Stg 3:17-18. “Como pueden ver, la fe por sí sola no es suficiente. A menos que produzca buenas acciones, está muerta y es inútil.”, Stg 2:17-18
Carlos Scott

viernes, 20 de enero de 2023

Pura Facha

 Diagnóstico del corazón

“Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, los discípulos le preguntaron qué significaba esa enseñanza. Él les respondió: «¿Tampoco ustedes entienden? Nada de lo que entra en la persona la hace impura delante de Dios. Lo que se come no va a la mente sino al estómago, y después el cuerpo lo expulsa.» Jesús dijo eso para que supieran que ningún alimento es impuro.”, Mc 7:17-19
El nombre fariseos significa los separados o sea los santos observantes de la ley. Al considerarse separados la idea central implica estar separados del pecado. Había fariseos hipócritas, pero también había otros animados por seguir la rectitud y cuya práctica evidenciaba un amor a Dios. Los hubo como aquellos que invitaron a Jesús a comer o bien los que trataron de salvarlos del zorro de Herodes, Lc 13: 31. Lo que confronta el evangelio es el fariseísmo cuando vincula la búsqueda de Dios con la práctica de la ley. Cuando se instala el legalismo que es la observancia de toda ley sin seguir el espíritu de esta y además se añade los logros propios, es cuando surge el fariseo. La enfermedad es la observancia exterior que deriva en la facilidad para juzgar, despreciar o descalificar a los demás. Para comprender en qué discusión se metió Jesús hay que tener en cuenta a estos religiosos. Dios no se contenta con la fachada y penetra en cada casa para mirar desde adentro. Tampoco se conforma con las caras bonitas y hace un diagnóstico del corazón. El exterior debe ser la expresión de lo que ha crecido en aquel lugar secreto, no su máscara o camuflaje, tampoco la apariencia. Dios está cercano cuando su palabra nos anima a las acciones y nos mueve a encontrar al prójimo. Entre apariencia y transparencia, está por medio la presencia o la ausencia de Dios. “Si afirmas ser religioso, pero no controlas tu lengua, te engañas a ti mismo y tu religión no vale nada. La religión pura y verdadera a los ojos de Dios Padre consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas en sus aflicciones, y no dejar que el mundo te corrompa”, Stg 1:26-27. “Este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros”, 1 Jn 3:11
Carlos Scott