domingo, 29 de junio de 2025

“¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti”, Salmos 19:13

Una espiritualidad enfocada en la reflexión y el aprendizaje 

¿Le darías a una persona una segunda oportunidad?

Dios le da a Jonás una segunda oportunidad: “Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclama el mensaje que te voy a dar”, Jon 3:1-10

La palabra del Señor vino por segunda vez a la vida de Jonás. Debe ir a una gran ciudad donde predicará el mensaje que se le dirá. Nínive (cerca de Mosul, Irak) se arrepiente con una rapidez asombrosa y admirable. El mensaje es breve y contundente: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida”.

Dios no salva a Jonás para Jonás mismo. La razón de salvar a Jonás no es para que continuara su camino a Tarsis (España) o para que regrese a Israel. Dios no lo salva porque es hebreo, elegido, especial, ungido, profeta, sino porque desea salvar a Nínive y quiere utilizar a Jonás no por lo que es él, sino por lo que hará a través de él. Dios nos salva con el propósito de que “ya no vivamos para sí”, 2 Co 5:15 y podamos ser un canal de salvación a otros, Is 49:6.

Dios salva a su iglesia en el día de hoy no tanto por ella misma sino por su misión al mundo. Nosotros necesitamos un arrepentimiento como los Ninivitas de la época de Jonás. Es volver a Dios cuando hemos estado muy lejos de Él.

La iglesia del Señor es “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios...”, pero ¿para qué?, “... para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.”, 1 P 2:9, Mt 5:16

Nuestra oración: “¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti”, Salmos 19:13

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 28 de junio de 2025

“Examíname, OH Dios y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno” Salmo 139: 23-24

Una espiritualidad fragmentada

¿Pasaste alguna vez por una situación donde sentías que perdías la vida?

“Al sentir que sé mi iba la vida, me acordé del Señor, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo templo”, Jonás 2:7

Jonás fue un profeta que quiso huir de su responsabilidad. Su desobediencia le llevó a una situación de angustia y desesperación. En el momento más desesperante se acordó de Dios.

La religiosidad que profesaba no le ayudó a obedecer. La obediencia no pasa por estar cerca del templo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí, Jn 3:16.

Jonás servía a un pequeño Dios de su institución. Corremos el riesgo de limitar la acción de Dios a la esfera de la Iglesia, como Jonás quería limitarla a la esfera de Israel. Esta actitud lleva a la desobediencia. La tentación de Jonás es la tentación de la Iglesia: ¡No te metas!

Jonás representa a un patriota nacionalista cuya desobediencia no es por capricho o por falta de valor. Su desobediencia tiene que ver con buscar beneficios únicamente para su propia “institución”.

Jonás declara: “La salvación viene del Señor”, Jon 2:8-9. La palabra Salvación viene de la misma raíz de la palabra ensanchar, abrir camino, dar libertad, salvar tanto físicamente como espiritualmente. El profeta se da cuenta que por querer huir de Dios no encuentra esa libertad, y ahora tras su experiencia traumática conoce que la salvación viene de Dios.

La historia de Jonás revela que es un profeta que quiere serlo bajo sus propias condiciones. Prefiere quedarse cerca del templo, pero sin escuchar a Dios. En el fondo del mar descubre que debe obedecer a Dios y Dios le escucha a Él.

Nuestra oración: “Examíname, OH Dios y sondea mi corazón; ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y guíame por el camino eterno” Salmo 139: 23-24

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Cómo dejar de ser DISCÍPULOS de la MENTIRA - Andrés Pérez

jueves, 26 de junio de 2025

“Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname, Dios mío, ¡los pecados que cometo sin darme cuenta!”, Salmos 19:12

La verdad en la espiritualidad 

¿Cómo sueles reaccionar cuando te confrontan con la verdad?

“El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitay: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente»”, Jon 1:1-2

El texto de 2 Reyes 14:25 ubica a Jonás en el reino del Norte, el más rico y poderoso de los dos, de un reino dividido, cuya capital era Samaria. Muestra a Jonás como un patriota y con sentimientos nacionalistas que insta a su rey Jeroboam II, a seguir una política de expansión para restablecer las fronteras de Israel.

Dios le envía a predicarles a los Asirios que son los enemigos de su pueblo y conocidos por su maldad y crueldad. Para Israel, Nínive (cerca de Mosul, Irak) es símbolo de lo malo y perverso. Ahora Dios lo manda para allá. Debe levantarse: Ir y predicar contra ella. Este hecho, el ir hacia ellos es señal de que Dios también es Dios de Nínive. No está excluida de su amor y compasión.

A Jonás se lo describe como el “hijo de Amitay” que quiere decir “hijo de la verdad”. Es una persona que se cree en posesión absoluta de la verdad, pero cuando la verdad de Dios lo confronta lo que hace es huir: “Entonces Jonás se levantó y se fue en dirección contraria para huir del Señor.”, Jon 1:3

Ser parte del Pueblo de Dios implica no solo privilegios sino responsabilidades

Nuestra oración: “Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname, Dios mío, ¡los pecados que cometo sin darme cuenta!”, Salmos 19:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 25 de junio de 2025

Orar y anhelar un presente diferente

La espiritualidad en el crecimiento del Reino de Dios

¿Cómo crece el Reino de Dios? ¿Qué significa orar y pedir que ¡VENGA TU REINO!?

Jesús nos desafía a pensar en el Reino de Dios. Es la esfera donde se reconoce su soberanía y autoridad para reinar. Jesús avanzo por medio de la oración. En la oración pedimos ¡VENGA TU REINO! y declaramos un nuevo presente que anhelamos para la vida humana, Is 35:5-7.

El Reino de Dios es una concreción histórica que trasciende los límites de la historia y es misterio. Se lo explica por medio de comparaciones y metáforas del saber popular

"El Reino de Dios se desarrolla desde lo pequeño a lo grande, de lo sencillo a lo completo, de lo familiar y cercano a lo social y distante. Hablamos de un reino que crece sin protagonismos y sin la pompa de los célebres"

Sabiendo que Dios reinará en plenitud nuestra práctica de la fe consiste en ser persistentes en orar y anhelar un presente diferente. Se nos llama a vivir con esperanza, perseverar y ser tenaces.

Para extender el Reino de Dios en las naciones y derrotar el mal tenemos que dedicarnos a la oración. No es magia y no siempre se hace realidad lo que pedimos. No se trata de algo que nosotros hacemos, sino es lo que Él hace en su tiempo y forma. Sin la oración nos agotamos.

Cuando oramos nos enfocamos en Dios y en lo que Él hará. La oración nos da descanso, trae esperanza, humildad y fortaleza. Nos enfocamos en sus recursos, su provisión y su fidelidad.

“Por medio de la oración Dios hace lo que solo Él puede hacer. En las situaciones más desesperadas el quebranta el falso dominio del enemigo, trae luz espiritual e infunde vida para una transformación social duradera."

"Dios usa la oración para cambiarnos a nosotros y para cambiar el futuro”. Nuestras oraciones son tenidas en cuenta, llegan a su presencia y Dios no las pasa por alto, Ap. 8:1-5. La oración marca un nuevo presente anhelado y forman el futuro.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 23 de junio de 2025

¿Solemos colocarnos a favor de otras personas cuando enfrentan injusticias o terminamos colocándonos aparte?

La espiritualidad en la santidad

¿Puede la santidad alejarnos de otras personas, abandonar el amor, la misericordia y descalificar a otros?

"¡Yo vi al Señor el año que murió el rey Uzías!", Isaías 6:1-8

Isaías fue un profeta del Antiguo Testamento que fue enviado a un duro trabajo: predicar y profetizar a la rebelde nación de Judá. En los capítulos iniciales de Isaías hay una denuncia directa del estado del pueblo y la sociedad de su época. El profeta está inmerso en esta realidad y no aparte de la misma. Son estos momentos donde necesitamos una renovada visión del Señor

Isaías tuvo una visión de la santidad de Dios. La descripción de la imagen de Dios en medio de su gloria es impresionante. Había poderosos serafines y "En gran coro antifonal cantaban: ―Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.", Is 6:1-3

La visión lo lleva a experimentar una profunda angustia por su condición humana. La palpable santidad de Dios lo lleva a mirar su propia vida – no a su vecino, no a su iglesia - sino al mismo Isaías. Su angustia radica en que ve su propio pecado que lo lleva a buscar confesión y purificación. Antes que Isaías fuese enviado por Dios, necesitaba un encuentro con la santidad de Dios.

“Santo” significa “consagrado o apartado”, pero esto no significa que debía vivir dándole la espalda a su gente. “Isaías es humano y se encuentra en el mismo nivel que otros seres humanos. El profeta se coloca al lado de sus compatriotas y nunca en una posición de superioridad. Asume el problema del pueblo como algo propio, no se excusa y no se lava las manos”.

Isaías entiende el estado de su alma a la luz de la santidad de Dios, experimenta el perdón de Dios y reconoce que no debe vivir ajeno a lo que le pasa al otro. Isaías está listo para ser enviado.

Para pensar: ¿Cómo afecta mi vida cuando me encuentro ante la santidad de Dios? ¿Solemos examinarnos a nosotros mismos antes de mirar a otros? ¿Solemos colocarnos a favor de otras personas cuando enfrentan injusticias o terminamos colocándonos aparte? ¿Nos consideramos responsables de los problemas que vive la sociedad, la iglesia y asumimos nuestra culpa?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 22 de junio de 2025

Tres Rasgos de un Díscípulo en tiempos difíciles | Andrés Pérez | La Par...

Serenidad y tranqulidad

La reflexión en la espiritualidad

"Puedo terminar este libro diciendo que ya todo está dicho. Todo lo que debemos hacer es alabar a Dios y obedecerlo. Un día Dios nos llamará a cuentas por todo lo que hayamos hecho, tanto lo bueno como lo malo, aunque creamos que nadie nos vio hacerlo.", Ec 12:13-14

En todo el mundo nos estamos despertando con una nueva realidad. Hay incertidumbre y ansiedad.

La soberbia ha perdido vigencia, nos damos cuenta de nuestra debilidad y el poco control que realmente tenemos. 

La fragilidad de la vida nos ayuda a levantar nuestra mirada. Lo importante son las decisiones que tomamos en cuanto a cómo vivir ahora, lo que importa y lo que no. 

Buscamos un tiempo de serenidad y tranquilidad. El amor de Dios es perfecto, cierto y completo y su perfecto amor nos ayuda a echar fuera el temor. 

En las manos de Dios podemos descansar porque en su amor podemos vivir y confiar. 

Nuestra oración: "Enséñame a vivir de tal manera que el mañana no tenga que reprocharme el ayer"

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox

sábado, 21 de junio de 2025

Justicia, Misericordia y Humildad

La espiritualidad basada en la verdad 

Deitrich Bonhoeffer expresó: “Guardar silencio frente a la maldad es la maldad en sí misma. Dios no nos considerará sin culpa. No hablar, es hablar. No actuar, es actuar”. 

El profeta Miqueas nos recuerda: “¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios”, Mi 6:8. 

Miqueas responde con un duro mensaje sobre lo que es el verdadero culto a Dios. Es una vida caracterizada por tres profundos elementos: Justicia, Mishpat en hebreo; Misericordia, Chesed; y Humildad.

La Mishpat “justicia” es en esencia liberadora y salvífica. Enfatiza la acción, es dar lo que corresponde, es poner en orden las cosas. Se refiere a la justicia restaurativa. En el Antiguo Testamento, el hacer Mishpat tenía que ver con ocuparse de la viuda, el huérfano, el pobre y el extranjero que eran sectores marginales de la sociedad de esa época. Su base y fundamento son el amor y la compasión. 

Chesed, “misericordia”, es una actitud del corazón, de compasión, bondad y gracia. Representa el deseo de compartir, dar todo de sí mismo de la cual fluye una vida de justicia. Una vida sin esa virtud hacía que cualquier intento de culto a Dios fuera un sacrificio vacío o una pérdida de tiempo. 

“En efecto, el pueblo de Dios, que quiere adorar en verdad, cualquiera sea el cántico que cante, está llamado para hacer justicia (poner orden en la vida y las cosas), amar la misericordia (vivir con profunda compasión), y caminar humildemente delante de Dios. El culto, repensado bajo esta mirada, es lo que Dios quiere y lo que el mundo necesita desesperadamente" 

Es vital comprometernos a trabajar y apoyar los derechos humanos mediante la defensa de la igualdad y libertad para todos. Estar dedicados a defender y hablar por los que no tienen voz ante la violación de sus derechos humanos, Pr 31:8-9 

Que hoy sepamos acudir en auxilio de nuestro prójimo, cualquiera sea su origen étnico, creencia o procedencia. ¡Sin demora y sin reservas de ningún tipo! 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox



viernes, 20 de junio de 2025

Fin de Semana de Misiones Go! | Plenaria 2: Una iglesia en misión

La sabiduría nos está llamando y esta llamada es de Dios

La espiritualidad en la sabiduría

¿Cuál es tu fuente en la que buscas sabiduría? ¿Cuál es el llamado de la sabiduría para el mundo de hoy?

"¡La sabiduría está llamando! ¡Gritando está la experiencia! Se para a la orilla del camino o a la mitad de la calle, para que todos puedan verla. Se para junto a los portones, a la entrada de la ciudad, y grita a voz en cuello: «Gente de todo el mundo, ¡a ustedes estoy llamando!, ... pues voy a decirles algo importante; no me gusta la mentira ni tampoco la hipocresía, siempre digo la verdad", Pr 8:1-8

La palabra de Dios nos habla sobre la sabiduría como algo de cada día. Es algo práctico, una calidad de vida a la cual podemos acceder. El Dios de toda la verdad y sabiduría quiere que seamos sabios en cada decisión que hacemos. 

Ser sabio significa tratar de discernir las opciones que Dios quiere que tomemos cada día. La sabiduría es el discernimiento para ver las diferencias entre mayores y menores problemas, también es discernir entre lo bueno y lo mejor. La sabiduría nos está llamando y esta llamada es de Dios. No es un susurro o un secreto, más bien, grita y llama.

Es un llamado a vivir con prudencia y que podamos planear, reaccionar, prosperar y agradar a Dios. Se requiere humildad para no caer en el orgullo o la arrogancia; se trata de hacer lo que es justo y correcto. Hace que otros nos tengan confianza. 

Ser sabio, es más que ser inteligente. Ser sabio implica el discernimiento aplicando correctamente el conocimiento.

La sabiduría es pura, pacífica, bondadosa, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera, Stg 3:17. "Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie", Stg 1:5 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 19 de junio de 2025

“Tu reino es un reino eterno, tu dominio permanece por todas las edades”, Salmo 145:13.

La espiritualidad que permanece

"Te exaltaré, mi Dios y Rey, y alabaré tu nombre por siempre y para siempre. Te alabaré todos los días; sí, te alabaré por siempre. ¡Grande es el Señor, el más digno de alabanza! Nadie puede medir su grandeza. Que cada generación cuente a sus hijos de tus poderosos actos y que proclame tu poder. Meditaré en la gloria y la majestad de tu esplendor, y en tus maravillosos milagros. Tus obras imponentes estarán en boca de todos; proclamaré tu grandeza. Todos contarán la historia de tu maravillosa bondad; cantarán de alegría acerca de tu justicia.", Salmo 145 1-7

La vida está en constante movimiento, y es difícil predecir qué tendencias van a durar y cuáles serán momentáneas. La palabra de Dios tiene una constante: “Tu reino es un reino eterno, tu dominio permanece por todas las edades.”, Salmo 145:13. 

Esta alabanza de adoración escrita por David le recordaba al pueblo la grandeza de Dios e invitaba a "cada generación a celebrar sus obras y proclamar su grandeza para que todo el mundo le conozca"

En la vida del pueblo, este Salmo era recitado tres veces al día y se convertía en una realidad al hablar del esplendor de la gloria del Señor, de su poder, fidelidad y bondad. 

Meditaban en sus obras maravillosas: Dios es bueno, está cerca, nos cuida, atiende nuestro clamor, es generoso, sostiene al agobiado y levanta al caído. El Señor nos da alimento, nos sacia con su favor y se compadece de su creación. Es justo, clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor.

Todo esto nos recuerda quién es Dios, a diferencia de otros reinos y gobiernos terrenales. Él es siempre compasivo y su reino durará por siempre

En medio del constante cambio Dios permanece fiel. Entonces, nuestro servicio y entrega valen la pena. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox


viernes, 13 de junio de 2025

Una manifestación de servicio y entrega

La espiritualidad en la adoración

"¡Canten al Señor una nueva canción! ¡Que toda la tierra cante al Señor! Canten al Señor, alaben su nombre; cada día anuncien las buenas noticias de que él salva. Anuncien sus gloriosas obras entre las naciones; cuéntenles a todos las cosas asombrosas que él hace.", Salmo 96:1-3

La palabra gloria generalmente se la asocia con esplendor, magnificencia, grandeza, renombre y reputación. Implica reconocimiento por haber hecho algo importante o cubrirse de gloria cuando se consigue fama por una acción determinada. 

El Salmo 96 nos habla de proclamar su gloria y maravillas entre las naciones. Dios quiere ser reconocido y alabado por todos los pueblos. Que le den gloria a su nombre. 

El salmo nos recuerda que el carácter y el estilo de vida del pueblo de Dios, debe reflejar el carácter y los atributos de Dios – su gloria – en el mundo. 

Es la gloria del amor, una manifestación de servicio y entrega. Es misericordia y verdad. Es la gloria de servir a todos, ser pequeños, humildes. La majestad y la belleza se manifiestan de una manera diferente, Is 52:13-15; 53

Su pueblo está llamado a alabar, adorar y proclamar su justicia, su amor inagotable, santidad y fidelidad. “Que se diga entre las naciones: ¡El Señor es Rey!".

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 9 de junio de 2025

Una mujer valiente se puso a favor de su pueblo

La firmeza en la espiritualidad

"Estos hechos sucedieron en los días del rey Jerjes, quien reinó sobre ciento veintisiete provincias, desde la India hasta Etiopía", Est 1:1

Dios llama a las personas a permanecer firmes como fue el caso de Ester. Cinco siglos antes de Cristo, una mujer valiente se puso a favor de su pueblo. 

Ester era una mujer judía que vivía junto a otros miles de judíos en Persia (Irán hoy en día). Cuando el rey persa se casó con ella, Ester estaba en un lugar en el que podía hacer una diferencia.

Un día ella se enteró de un plan secreto para aniquilar a todo el pueblo judío de Persia. Ella decidió presentarse ante el rey que era su esposo, pero con un alto riesgo de perder la vida. 

La ley decretaba que las personas no podían entrar en la corte del rey a no ser que el rey las llamara. Fue en esa ocasión que su primo la desafío: "¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como este!”, Ester 4:14

Para nosotros hoy en día “el lugar y la hora correcta” en el plan de Dios, puede estar en una circunstancia que abre una puerta de oportunidades

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 6 de junio de 2025

Construir, reedificar, renovar y restaurar trae esperanza

La espiritualidad que construye, restaura y renueva

"Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego», Neh 1:3
Construir, reedificar, renovar y restaurar trae esperanza. En el 445 A.C. después de los 70 años de cautiverio en Babilonia, los judíos empezaron a regresar a Judá, regresaron a Jerusalén para ser más específicos
Nehemías fue un judío trabajando en un cargo público en la ciudad persa de Susa. Nehemías recibe noticias que las murallas de su ciudad natal están derrumbadas y que la ciudad de sus padres corría peligro. Esta realidad tocó su alma y se puso triste. Él lloró, y él oró.
Nehemías sintió el llamado de tomar acción y reedificar las murallas de la ciudad. Esto lo llevó a ver cómo podía ganarse el favor del Rey. Cuando estuvo en su presencia, a pesar del temor se encomendó al Dios del cielo y consiguió el permiso para volver a su ciudad con los materiales que necesitaba para reedificar, construir, restaurar y renovar.
Nehemías reconoce la mano de Dios en su vida. “Y el rey accedió a mi petición, porque Dios estaba actuando a mi favor”, Nehemías 2:8
Reedificar nunca es fácil. Se requiere de trabajo duro, implica que puede haber cambios y voces a nuestro alrededor que pueden ayudar o pueden dificultar el proceso. Algunas veces para volver a construir es necesario arrancar, derribar, destruir y demoler, Jer. 1:10
Cuando Dios decide reedificar y restaurar trata de que busquemos su modelo y desechemos otras construcciones, Hch 15:16-18
Reedificar y restaurar trae esperanza. Así como Nehemías encontró las murallas caídas de la ciudad de Jerusalén, alrededor nuestro hay necesidad de reedificar y restaurar
Pensemos en el estado actual de la nación, la iglesia, la comunidad, familias, amistades, escuelas, y mucho más. Dios llama a su gente para construir, renovar, reedificar y restaurar
Todo esto implica que cuando estamos tristes, podemos llorar y orar, pero el final nos debe llevar a una acción. Podemos tener la seguridad que Dios trabaja a favor de todos los que le aman
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox

lunes, 2 de junio de 2025

Un lugar donde se desvanece el abatimiento

La espiritualidad que enfrenta el miedo, la fatiga y el desánimo 

“Llegó adonde había un solitario árbol de retama y se sentó a su sombra… El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje». Elías se levantó, comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios.  Allí pasó la noche en una cueva”, 1 R 19: 4-9

Elías fue un profeta que en un determinado momento tocó fondo, 1 R 19. Luego de una gran victoria, él recibe una amenaza de muerte – el miedo, el cansancio y la depresión invadieron su vida

Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. Camino todo un día por el desierto y finalmente se sentó a la sombra de un "arbusto", frustrado, agotado y abatido. Debajo de la sombra de este pequeño arbusto, Elías grita “¡Estoy harto, Señor!, quítame la vida". Y luego se duerme

Elías nos recuerda que las personas de fe y obedientes ante Dios, no son inmunes ante circunstancias adversas donde nos invade el temor y sucumbimos a sus efectos negativos como ser la fatiga y el fracaso. ¿Has sentido alguna vez que sobrepasaste tus límites al momento de enfrentar algo difícil en tu vida? 

El pasaje nos habla que aparece un lugar de reposo, "un solitario árbol de retama" como la provisión de Dios. Este insignificante arbusto, se convierte en un lugar donde se desvanece el abatimiento, y la vida de Elías comienza a ser renovada

Mientras que Elías duerme debajo del arbusto, Dios manda un mensajero en forma de ángel para hablarle (dos veces) y darle lo que necesita: “Levántate y come, porque te espera un largo viaje.” Esto le permitió llegar al monte de Dios

El miedo puede debilitar, paralizar y hacer huir. Gracias a Dios, el miedo no fue el fin de la historia de Elías, de hecho, el miedo no tiene que ser el final de nadie y tampoco el de nuestra propia vida

Dios provee lugares de reposo y mensajeros. Esos son lugares donde el cuerpo, alma y espíritu son renovados por la provisión de Dios

Dios es bueno, poderoso, nos da seguridad y confianza. Entonces, podemos descansar

Carlos Scott 

domingo, 1 de junio de 2025

¿Cuál es la respuesta que Dios puede dar a tu cansancio?

La espiritualidad en el cuidado de la vida humana

¿Puedes recordar algún momento de estrés en tu vida? ¿Cuál es la respuesta que Dios puede dar a tu cansancio? 

Elías fue un profeta que tuvo que enfrentar el cansancio y el agotamiento, 1 Reyes 19:1-9. Muchas veces hay ambientes mezquinos y el peso del camino recorrido con sus desilusiones e incomprensión, nos aplasta secando nuestras energías. Esto le pasó a Elías cuando escapaba por el desierto para salvar su vida.

El camino que tenemos que recorrer puede perder la emoción e inspiración cuando nos enfrentamos con la injusticia, la mediocridad y la indiferencia. ¿Qué se consigue con perturbar la tranquilidad pública?, ¿Qué se gana con ser sincero y veraz?

Son estos momentos cuando ya no tenemos ganas de insistir, observar, cedemos todo y resignados nos dejamos llevar por lo que venga. Sentimos que nos quedamos solos. Elías dijo: “Estoy harto, Señor”, luego se acostó y se quedó dormido

¿Cuál fue la respuesta de Dios ante el cansancio de Elías?

“De repente, un ángel le tocó y le dijo: Levántate y come… Comió y bebió, y volvió a acostarse”. Dios interviene y revela su amor. Elías es atendido con un panecillo cocido sobre carbones calientes y un jarro de agua, luego vuelve acostarse.

La respuesta de Dios va más allá y Elías no puede dormir en paz: “El ángel del Señor regresó y, tocándolo le dijo: “Levántate y come, porque te espera un largo viaje” Es aquí donde surge la provocación de Dios: “Te espera un largo recorrido”.

Alessandro Pronzato nos comenta que Dios muchas veces nos libra del excesivo cansancio usando una medicación desacostumbrada: “no estamos cansados por lo que hicimos sino por aquello que no hemos hecho”. Cansados de no tener coraje para seguir adelante con los sueños. No es por el pasado sino por el futuro que rechazamos.

Dios nos despierta para que recobremos la visión: “Levántate y come, porque te espera un largo viaje”

Carlos Scott

jueves, 29 de mayo de 2025

Una espiritualidad bien orientada

Una espiritualidad que sirve a su propia generación

"Samuel tomó aceite y lo derramó sobre David, en presencia de sus hermanos. Después de eso, regresó a Ramá. En cuanto a David, desde ese día el espíritu de Dios lo llenó de poder.", 1 S 16:13.

“Una espiritualidad bien orientada es aquella que sirve a su propia generación y vive bajo la autoridad de Dios”

El rey David es definido por las escrituras como un hombre de acuerdo con el corazón de Dios. “Saúl era hijo de un hombre llamado Quis, que era de la tribu de Benjamín. Y gobernó Saúl durante cuarenta años. Luego, Dios lo quitó del trono y puso como nuevo rey a David. Acerca de David, Dios dijo: “Yo quiero mucho a David el hijo de Jesé, pues siempre me obedece en todo.”, Hch 13:21-22

Las personas que Dios ha guiado en diferentes tiempos tenían un común denominador: “Sabían vivir bajo la autoridad de Dios”. David descubrió que no servía tener un corazón orgulloso, soberbio y altivo. "¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas. ¡Libra a tu siervo de pecar intencionalmente! No permitas que estos pecados me controlen. Entonces estaré libre de culpa y seré inocente de grandes pecados", Sal 19:12-13.

David sufrió por el celo y la envidia de Saúl; fue engañado. Lo rebajaron de grado militar, procuraron matarlo, lo persiguieron, anduvo en cuevas, en el desierto, se tuvo que hacer pasar por loco para ser aceptado por los extranjeros y enemigos. Sufrió la burla de otros y la incomprensión de sus 600 hombres: "¿Cómo que no mataste a Saúl?”.

Las pruebas y circunstancias adversas nos llevan a fortalecernos en Dios. “Y David se fortalecía en el Señor su Dios”, “Y David consultaba con su Dios”, 1 S 30:6-7.

Dios nos llama a “Servir a nuestra propia generación de acuerdo con su propósito”. Él cumple su propósito, aunque a veces no lo parezca. David pensó: “Saúl me va a matar”, ni se acordaría que fue llamado a ser Rey..., pero Dios cumplió su propósito en David porque él “vivió bajo su autoridad”.

Para Pensar: ¿Estamos experimentando algún tipo de quebrantamiento y circunstancias adversas? ¿Qué podemos aprender en este tiempo?

Carlos Scott

Foto 
Gilbert Lennox