sábado, 12 de abril de 2025

Discípulos en Tiempos de Preocupación y Ansiedad - Andrés Pérez

Éxodo

Utopía y Peregrinaje

“¡Aquí viene nuestro Dios! ¡Viene con todo su poder!”, Is 40:9-10

Cuando hablamos de estar en el camino hablamos del peregrinaje. Implica éxodo y es el viaje de los creyentes en Cristo hacia un destino determinado. El término peregrinación proviene del latín peregrinatio, significa viaje al extranjero o estancia en el extranjero. El peregrino encuentra lo sobrenatural en un lugar preciso, en el que se participa de una realidad diferente. Esta realidad está marcada por la utopía que, en el sentido positivo se emplea como proyecto o ideal de un mundo diferente.

Para los seguidores de Jesucristo la utopía es el horizonte de esperanza donde se desea llegar… y se llegará. Es el pan del camino y el anhelo de un mañana diferente. Es también la crítica del presente defectuoso. Nuestra fe es utópica en el sentido que está fundamentada en la esperanza, pero es real. Es alimentada por la promesa, se proyecta hacia adelante y tiene el anhelo de encontrar el mundo prometido por Dios. El mañana esperado es el que tiene la fuerza de transformar el presente. Es una mirada hacia el frente. El profeta Isaías nos dice: “Y ahora, Dios le dice a su pueblo: «No recuerden ni piensen más en las cosas del pasado. Yo voy a hacer algo nuevo, y ya he empezado a hacerlo. Estoy abriendo un camino en el desierto y haré brotar ríos en la tierra seca.”, Is 43:18-19. La esperanza es un principio de vida y la utopía es el motor de la historia.

La historia avanza hacia los propósitos globales de Dios donde la humanidad es bendecida, Dios es reconocido y adorado y el mal derrotado por medio del Reino de Dios. La palabra final no será el mundo presente de injusticias. No. Es el cielo y la tierra nuevos anunciada por el profeta. “Dios dijo: «Llénense de alegría, porque voy a crear algo nuevo. Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva.”, Is 65:17-18. Esta es la utopía que mueve la historia y la razón que sustenta nuestra esperanza. Nuestra respuesta es unirnos a la Misión de Dios predicando el evangelio, en palabra y obra, transforma toda la existencia humana y erradica la injusticia. Dios nos invita a ser parte de este futuro y esto llena nuestra existencia de esperanza.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox


viernes, 11 de abril de 2025

La gloria de servir a todos

La Gloria del Amor 

"Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí.”, Jn17:22-23

Somos desafiados a buscar la gloria del amor. Es la gloria de aprender a lavarnos los pies unos con otros, Jn 13:12-17. “Que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros”, Jn 13.35-35. Es acercarnos primeramente al centro que es Dios mismo; para luego estar más cerca unos de otros “para que el mundo crea que tú me has enviado”. Implica escuchar a Dios y escucharnos unos a otros. Es la gloria de servir a todos, ser pequeños, humildes, perdonar. Es aprender a preguntar a semejanza de Jesús: ¿Qué quieres que haga por ti?, Mr 10:51. La gloria que el Señor nos muestra y enseña requiere el máximo sacrificio a costa del abandono, la traición y el maltrato. La majestad y la belleza se manifiestan de una manera diferente, Is 52:13-15; 53. No es triunfalismo barato o números que llamen la atención. Tampoco es mercadeo, lucha de poder, competencia, control, aplausos. Es humildad, amor, misericordia, justicia y verdad en contraposición con el celo, la envidia, el enojo, el orgullo y la arrogancia. Nos llama a encarnar su vida, seguir su dirección y obedecer sus principios, Fil 2:1-11. Está muy lejos de ser una gloria para exaltarnos unos a otros, apelar a las ambiciones egoístas, ser mejores que otros con justicia propia y legalismo. En Jesucristo tenemos el modelo del amor, el servicio, el perdón y la reconciliación. Solo con este tipo de gloria podemos llegar a ser uno entre nosotros e imitar al Dios trino. Necesitamos de la ayuda del Espíritu Santo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 10 de abril de 2025

¿Cómo bailamos juntos y damos espacio unos a otros para que exista unidad sin uniformidad, diferencia sin división, personalidad o distinción sin individualismo?

Hacer lugar

“Padre, quiero que los que me diste estén conmigo donde yo estoy. Entonces podrán ver toda la gloria que me diste, porque me amaste aun antes de que comenzara el mundo» Oh Padre justo, el mundo no te conoce, pero yo sí te conozco; y estos discípulos saben que tú me enviaste. Yo te he dado a conocer a ellos y seguiré haciéndolo. Entonces tu amor por mí estará en ellos, y yo también estaré en ellos».”, Jn 17:24-26

Dejar lugar a los demás, actitud fundamental de humildad, supone al mismo tiempo respetar la identidad y la dignidad de cada uno, sin tentativa de dominio y deseo de subyugar o someter. Cada cual debe promover la libertad y la autonomía de los demás y tratarlos con el máximo amor en el respeto de las diferencias. Respetar las diferencias está lejos del deseo de centralizar, de uniformizar los pensamientos y costumbres, sino por el contrario es dar la oportunidad de apreciar las riquezas que ofrecen los otros y de gozarlas. Del trabajo realizado entre todos a partir de las diferencias, resultará una complementariedad armoniosa y reciproca vivida por el amor. Esta relación de unos con otros, exige un dialogo continuo marcado por el respeto dentro de una Inter comunión creciente. En esta fe trinitaria tenemos la ayuda del Espíritu Santo hacia una progresiva compenetración de unos con otros, conservando la identidad, creciendo en santidad, sirviendo a los demás con los dones que Dios nos dio y recibiendo lo que otros hacen por nosotros. No habrá erosión ni confusión de personalidades donde cada uno crece conforme a lo que es y de acuerdo a su vocación. Habrá intimidad, libertad, alteridad y amor. Trabajar por la verdad, la justicia y la paz serán valores claves para la realización de una humanidad que sea imagen de Dios.  La pregunta que nos hacemos es ¿Cómo bailamos juntos y damos espacio unos a otros para que exista unidad sin uniformidad, diferencia sin división, personalidad o distinción sin individualismo?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 9 de abril de 2025

Be Alright (LIVE) - Evan Craft, Redimi2, Danny Gokey

Cómo nos transforma la oración - Andrés Pérez

La unidad y la diversidad en el propio diseño de la vida

Comunión, cooperación, solidaridad y unidad

“Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno…”, Jn 17:20-22

El sentido de cooperación, solidaridad y unidad que se basa en el Dios trinitario implica darnos lugar unos a otros. Es un sacrificio, 2 Co 8:2. “Cada vez que sentimos que la vida es demasiado complicada o demasiado fracturada -muchas piezas para resolver, demasiada diversidad, demasiadas diferencias- entonces la Trinidad, el Dios que es uno y que es tres, nos recuerda que construyó la unidad y la diversidad en el propio diseño de la vida. Podemos confiar en la unidad, y debemos saborear la diversidad. Esa es nuestra única esperanza de llevarnos bien en nuestras comunidades. Él es un Dios de paz y no un Dios en pedazos. "La Trinidad aparece como prototipo de sociedad perfecta y de esa forma ofrece un modelo de comunión social para el mundo, es decir, para los hombres y mujeres, los mayores y los niños, todos en el gran baile de la Vida. Somos llamados a crear una sociedad que responda a esta danza dadora de vida y generadora de amor. No es solo un camino de una persona a otra, sino también encuentro de amor unos con otros, que se dan mutuamente y comparten la vida. El ser humano ha sido creado a la imagen de Dios y como tal, está llamado a expresar esta relación unos con otros, dando lugar a los demás con humildad y respetando las diferencias. Es un llamado a la humanidad para recorrer este camino. La unión perfecta que se llama unidad se expresa por el amor donde cada persona es libre y misteriosamente autónoma dentro de una asociación íntima y una comunión activa. Cada persona existe en la medida que “camina” hacia la otra en proceso circular. Es un camino como un baile incesante, en el cual cada persona se dirige sin cesar a la otra en donación total. El itinerario de Dios es proceso culminado. Esta es la voluntad de Dios también en que cada persona de la humanidad complete el itinerario caminando unos hacia los otros. Esto nos lleva a valorar la comunión humana hallando un camino de entrega mutua, que culmina como encuentro de amor y vida compartida.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

martes, 8 de abril de 2025

En busca del bien de los demás

Gloria y Encarnación

» No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. »Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno.”, Jn 17:20-22

Juan quiere enseñarnos otro concepto de gloria totalmente distinto. En nuestro medio por lo general se suele buscar el beneficio propio o algo para sí mismo, Jn 5:44; 7:18. En el evangelio, el momento máximo y supremo de gloria es cuando Jesucristo entrega su vida en la cruz. Mientras muchos se rinden gloria mutuamente, Jesús se sacrifica en busca del bien de los demás. “Porque ni aún el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos”, Mr 10:45. Esta gloria y servicio de buscar el bien para los demás está lleno de gracia y verdad. Es misericordia y verdad. Se revela como un Dios fiel y misericordioso en el largo caminar de la humanidad y de su pueblo. La gloria que Dios le otorga a Jesucristo tiene una relación directa con la encarnación. Dios se hizo hombre en la persona de Jesucristo y Juan nos dice que hemos contemplado su gloria. Es una manifestación de servicio y entrega. Se identificó con los temas y problemas de la gente. Su modelo implica sacrificarse por los demás y buscar su bienestar. La encarnación es el modelo para la misión de la Iglesia, Jn 20:21.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Misión de Dios: Desafíos y oportunidades

lunes, 7 de abril de 2025

Convivir en la diversidad

Caminar hacia el centro

“Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.”, Jn 17:20-22

El texto de Juan 17 presenta el modelo de la unidad sobre la base del amor trinitario. El Señor ruega al Padre “que sean uno, así como nosotros somos uno”, Jn 17:22 y abre una nueva perspectiva a nuestra mente, donde sugiere que seamos semejantes a la unión entre las Personas divinas de la trinidad. Sugiere la unidad en la verdad y el amor. Se nos llama a ser una comunidad trinitaria que es abierta e invita. Nos desafía a cerrar las grietas en la iglesia y en la sociedad. La fe y amor trinitario es mutuamente sacrificial donde cada persona renuncia a sí misma para encontrarse realizándose en las otras. La oración de Jesús fue oída por el Padre, así que, en Cristo y en la perspectiva de Dios, ya somos uno. El cuerpo de Cristo desde su perspectiva es indivisible. “Nuestro pasado puede ser denominacional, pero nuestro futuro es ecuménico. Nuestro gran desafío es como convivir en la diversidad”. Ser una comunidad trinitaria implica que hay diversidad sin uniformidad, diferencia sin división y distinción sin individualismo. La comunidad de la iglesia debe ser como una danza de vida y amor. Debemos dejar la división, pero no la diferencia; dejar la uniformidad, pero no la diversidad; dejar el individualismo, pero no la distinción y personalidad. La comunidad implica danzar alrededor, danzar en torno e intercambiar lugares. Es cuando estamos compenetrados con el otro respetando su personalidad. Hacer espacio para otros, vaciarnos de nosotros mismos y ser humildes. Respetar, dar dignidad y tener una relación cara a cara.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 5 de abril de 2025

Compartiendo el corazón

 


Para ver a Jesús hacen falta los ojos de la Fe

Diferente

Jesús oró por sus discípulos y dijo: …que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, … Que vean mi gloria, la gloria que me has dado…, Jn 17.20-24.

La palabra gloria generalmente se la asocia con esplendor, magnificencia, grandeza, renombre y reputación. Implica reconocimiento por haber hecho algo importante o cubrirse de gloria cuando se consigue fama por una acción determinada. Vale preguntarnos ¿Qué gloria le dio el Padre a Jesucristo? ¿Qué tipo de gloria quiere que veamos y contemplemos? ¿Qué gloria nos quiere dar a nosotros? ¿Qué relación tiene esto con la evangelización, misión y unidad de su pueblo?  El Evangelio de Juan es un evangelio de sorpresas donde “El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y verdad”, Jn 1:14. Una gran sorpresa fue que el mundo no vio su gloria, Jn 1:10. Cuando Jesús anduvo por los caminos polvorientos de Palestina parece que no caminaba en el aire con un coro de Ángeles. Fue todo lo contrario: se ensució tanto que parece que otros no vieron nada excepcional en él. Jesús hizo milagros, pero muchos que lo observaban no vieron nada, Jn 6:30. Para ver a Jesús hacen falta los ojos de la Fe. Cuando el Verbo se hizo carne, al mundo no le costó nada ver en Jesús a un hombre, a un ser humano. El tema clave es darnos cuenta de que podemos ver algo más. Los religiosos y otros no lograron ver algo más; a nosotros también nos puede pasar sino lo vemos con los ojos de la Fe. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 4 de abril de 2025

La imagen de Dios es el ser humano en comunidad

La iglesia como comunidad del Reino de Dios

Cuando hablamos sobre la iglesia que es la comunidad del Reino de Dios, decimos que somos llamados a ser una comunidad trinitaria. La trinidad es como una danza divina de tres personas que se aman unas a las otras y se reciben plenamente, en donde cada una de ellas se vuelve “una” con las otras. La escritura dice "Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza", Gn 1:26. Dios está hablando en plural, es decir que ya está en comunidad. La imagen de Dios es el ser humano en comunidad. La vida del ser humano no puede ser buena a menos que se viva en comunidad. El texto de Juan 17 presenta el modelo del amor trinitario basado en la unidad. El Señor ruega al Padre “que sean uno, así como nosotros somos uno”, Jn 17:22 y abre una nueva perspectiva a nuestra mente. Esta fe y amor trinitario es mutuamente sacrificial donde cada persona renuncia a sí misma para encontrarse realizándose en las otras. Nos desafía a cerrar las grietas en la iglesia y en la sociedad. Esta fe trinitaria es relacional, se experimenta en comunidad y sugiere que seamos semejantes a la unión entre las Personas divinas de la trinidad. Sugiere la unidad en la verdad y el amor. Se nos llama a ser una comunidad trinitaria que es abierta e invita. Nuestro desafío como iglesia es que seamos uno y alcancemos la perfección en la unidad para que el mundo crea, Jn 17:20-21.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Ore por los Daza en el Chad

Ore por los Daza en el Chad

Los hombres daza ocasionalmente encuentran trabajo estable en aldeas o ciudades. Las mujeres daza trabajan en casa y son responsables de cocinar y limpiar. Los ingresos provienen principalmente de la venta de animales. Los hombres daza usan pantalones holgados con cordones debajo de túnicas de manga larga. Normalmente su ropa es blanca, y a menudo usan turbantes o pequeños gorros musulmanes. Las mujeres daza tradicionalmente llevan vestidos largos. Aunque no se les exige que lleven velo, a menudo lo llevan para protegerse del sol, del polvo o del frío. La sociedad daza está dominada por los hombres. Los matrimonios suelen ser concertados, y las familias intercambian regalos. La mayoría de los daza obtienen el agua de pozos, que a menudo no está muy limpia. Los obreros cristianos, con el equipo y las habilidades adecuados, podrían ayudarles con sus necesidades de agua.

No tenemos conocimiento de ningún seguidor de Cristo entre los daza de Chad. Necesitan escuchar el evangelio de alguien fuera de su cultura.

Enfoque bíblico: "Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza."
- Salmos 66:1-2

Que muchos de este grupo étnico estén haciendo justamente esto muy pronto. Pídele al Señor que llame a gente que este dispuesta a ir a Chad y ministrar el amor y la compasión de Cristo a los daza. Ore para que Dios libere a los daza de su estilo de vida de guerra. Ore para que Dios levante equipos de intercesores que se pongan en la brecha por los daza. Pídele al Señor que levante una red de iglesias fuertes entre los daza.

Nombre de la Etnia: Daza
País: Chad
Población: 565,000
Población Global: 665,000
Idioma Principal: Dazaga
Religión Principal: Islam
Biblia: Porciones
Audio del Nuevo Testamento en línea: No
Película de "Jesus": Sí
Grabaciones en Audio: Sí
Seguidores de Cristo: Pocos, menos del 2%
Estatus: No Alcanzados


jueves, 3 de abril de 2025

Unidad, comunión y solidaridad

Jesús ora por todos nosotros

“No ruego solo por estos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno”, Jn 17:20-22 

Tenemos como Iglesia local y global un desafío: trabajar en unidad, comunión y solidaridad porque Cristo es la verdadera señal de unidad y desde su principio, el Señor nos ha desafiado al trabajo en equipo. José Miguez Bonino nos habla que «la misión puede ser el principio material de nuestra unidad». La cooperación en la tarea práctica de la misión es el primer paso hacia una unidad más profunda. La unidad ha sido lograda por medio de Jesucristo. Tenemos una fe trinitaria que es una fe relacional. Dios en tres personas, pero siempre uno. Su oración es que seamos uno y alcancemos la perfección en la unidad para que el mundo crea, Jn 17:20-21. Como comunidad trinitaria somos desafiados a vivir compenetrados unos con otros. Para describir la trinidad algunos usan la palabra perijóresis o perichóresis que fue tomado o fijado en la iglesia antigua por los Padres Capadocios. Se trata de un término griego que está construido por dos palabras: una es peri (alrededor) y la otra choreo (danzar). Es bailar juntos danzando en círculo o alrededor. Significa “intercambiar lugares”, “danzar en torno”. Una danza de vida y amor. Cada persona de la trinidad provee espacio para las otros dos. Esta fabricación de espacio está asociada con el vaciamiento de uno mismo, Fil 2:6. Hay comunión y comunicación total, donde cada persona existe solamente en la medida que camina y avanza hacia la otra, ocupando su lugar y habitando en ella. La trinidad es una danza divina de tres personas que se aman unas a las otras y se reciben plenamente, en donde cada una de ellas se vuelve “una” con las otras. La permanencia y la morada de una de las tres Personas en la otra significa que son inseparables, que no han de separarse. Hay una compenetración. Cada persona está en el otro y viceversa, sin mezcla, fusión o confusión. Se mantiene la personalidad, sin caer en el individualismo. Hay unidad con distinción, distinción sin mezcla, y unidad sin separación. Que Dios nos ayude a vivir una fe trinitaria. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

Cómo permanecer en Jesús - Andrés Pérez

martes, 1 de abril de 2025

Igualdad, justicia y respeto

Dignidad

“Este es mi mandato: ámense unos a otros.”, Jn 15:17

La dignidad implica reconocer y valorar la humanidad de cada individuo, tratándolos con igualdad, justicia y respeto. “Cuando Dios creó al ser humano, lo hizo a semejanza de Dios mismo… El día que fueron creados los llamó “Seres humanos”, Gn 5:1-2. El mundo del primer capítulo del Génesis es un ideal. Es el ideal de Dios sobre la creación. Es el ideal de vivir en una correcta relación con Dios, con el prójimo y con la creación. Esto nos da esperanza y dignidad. Vivimos tiempos donde se está perdiendo el valor a la vida, el respeto y la dignidad. “La proclamación de que todos somos creados iguales, a la imagen de Dios, desafía categóricamente todo intento de discriminación, desprecio e indiferencia”. A pesar de las diferencias culturales, étnicas y cualquier otra diferencia que se pueda crear, todos provenimos de un Creador que es el Padre Celestial y de nuestro antepasado Adán. Hay principios para tener presente en nuestra vida y carácter. Son fundamentos para que estén activos en toda comunidad y sociedad. Un encuentro entre la verdad y la justicia es un excelente comienzo. La justicia es poner en orden las cosas y dar a cada uno lo que corresponde. La justicia y la paz se unen y la verdad se encuentra con la misericordia. Sin amor somos como un metal que resuena y nada más. En medio de los desacuerdos, divisiones, conflictos y luchas de nuestra sociedad el texto nos llama a que veamos la imagen de Dios en nuestro prójimo y tomemos la perspectiva de Dios: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”, Lv 19:18. Volvamos nuestra mirada al Dios creador. “El amor y la verdad se encontrarán; se besarán la justicia y la paz.”, Sal 85:10

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 31 de marzo de 2025

El agradecimiento

La memoria del corazón

“Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?». Y Jesús le dijo al hombre: «Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado», Lc 17:17-19

Nos encontramos con diez personas afectadas por la Lepra y la exclusión de la comunidad. Mientras se dirigen a presentarse a los sacerdotes se dan cuenta que fueron sanadas, pero uno solo, un extranjero, sintió la necesidad de volver y ser agradecido con Jesús dando Gloria a Dios. “Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres?” Jesús comienza a restar y solo le queda uno. ¿Dónde están los otros nueve? Se perdieron la oportunidad de celebrar y ser agradecidos. Ser agradecidos es el principio de un camino de fe. El agradecimiento es la memoria del corazón. Nuestro problema es cuando perdemos la memoria como les paso a estos nueve y nuestras excusas suelen ser recurrentes. Se nos ha concedido la gracia de creer y día a día nuestro Dios nos trata como hijos amados. Todo es gracia, milagro y nuestra gratitud debe estar en todo tiempo. Lo peor es no tener nada por que dar gracias. Una vez más, Dios nos llama a tener la memoria del corazón presente y vivir junto a él la alegría más grande cuanto se trata de sumar en vez de restar. “Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús. No apaguen al Espíritu Santo”, 1 Ts 5:18-19

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 30 de marzo de 2025

Nuevas comunidades de fe

Repensar

“Jesús respondió: …  y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará.”, Mt 16:13-19

Nuestro tiempo nos desafía a volver a repensar la iglesia y su implicancia para iniciar nuevas comunidades de fe. Harold Segura nos habla de algunos ejes centrales a tener en cuenta: el reino de Dios (no la iglesia institucional), la conversión (no la afiliación eclesial), la fe (no la creencia dogmática) y el Evangelio (no la tradición religiosa).  “Los confinamientos por la pandemia nos han invitado a poner el acento eclesiológico donde debían haber estado: la comunidad y no el templo, la misión y no la institución, la pastoral y no el pastor, la espiritualidad y no la religión”. Somos desafiados a salir de un modelo de repetición e imitación para volver al espíritu del pentecostés y comenzar nuevas comunidades de fe. Una iglesia pública, dirigida a todos y todas, abierta al mundo, mirando hacia afuera. Una iglesia que trae alegría y esperanza por medio del evangelio a un mundo necesitado.   

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 29 de marzo de 2025

Perspectivas del movimiento cristiano mundial

 




La salvación abre la puerta a la bendición

Edificar

“—Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente ...”, Mt 16:13-19

La predicación del evangelio en palabra y obra no es un fin en sí mismo para hacer grande a una determinada institución. Hablamos de ser una comunidad abierta a toda la humanidad, no exclusivista y auto referencial. Hablamos más de una fuerza centrífuga que centrípeta, de una dimensión eclesial y horizontal (todos somos sacerdotes), y no de una dimensión clerical y solo vertical. El pueblo de Dios es un pueblo que vive en el Éxodo, en salida. “La fe cristina es una fe que nació para caminar”. Implica salir de una estructura de mantenimiento para organizarnos en función de la misión. Nuestro Dios quiere bendecir a toda la humanidad, a todas las etnias y la salvación abre la puerta a la bendición. Discípulos que hacen Discípulos y forman nuevas comunidades de fe es el inicio de un proceso hacia la bendición de todo un pueblo en términos de transformación. La misión se vive con mayor intensidad fuera del templo iniciando nuevas comunidades de Fe para bendecir a la gente, derrotar el mal por medio del Reino de Dios y que Dios sea reconocido y glorificado.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 28 de marzo de 2025

No sé dónde estoy - Andrés Pérez

Un amor que prepara la mesa para todos

El amor de Dios

“Su padre le dijo: “Mira, querido hijo, tú siempre has estado a mi lado y todo lo que tengo es tuyo. Teníamos que celebrar este día feliz. ¡Pues tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida! ¡Estaba perdido y ahora ha sido encontrado!”, Lc 15:31-32

El amor de Dios es un amor incondicional. Es el amor del verdadero Padre. Es el amor que prepara la mesa para todos. Extiende sus brazos por igual e invita a celebrar la vida. Es un amor que nos da libertad incluyendo la posibilidad que nos marchemos lejos de casa. Es el amor anterior y posterior a los rechazos. Es un amor que perdona cuando volvemos arrepentidos. Cuando el Padre nos perdona lo divino y humano se unen, el amor y la verdad se encuentran, la justicia y la paz se besan. Jesús nos enseña el modelo de ser padre y madre. Que podamos amar como El ama. Encarnó en su vida este modelo y nos invita a ser mansos y humildes de corazón. Nos revela al Padre, nos deja el legado y herencia que merece ser vivido con amor, compromiso, fidelidad, tenacidad y esperanza para pasarlo a los que siguen. Nos queda a nosotros la respuesta en cómo queremos terminar esta historia. La buena noticia es que podemos volver a casa, el Padre nos da la bienvenida y siempre lo quiere celebrar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 27 de marzo de 2025

El amor incondicional es un amor que aprende a perdonar

Una fiesta

“Sin embargo, su padre dijo a los sirvientes: “Rápido, traigan la mejor túnica que haya en la casa y vístanlo. Consigan un anillo para su dedo y sandalias para sus pies.  Maten el ternero que hemos engordado. Tenemos que celebrar con un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ahora ha vuelto a la vida; estaba perdido y ahora ha sido encontrado”. Entonces comenzó la fiesta.”, Lc 15:22-24

El amor incondicional es un amor que aprende a perdonar. Perdona sin rencor y amargura. No le recuerda al hijo todo lo que hizo mal o lo perdona como si le hiciera un favor. Tampoco le cobra en cuotas el dolor sufrido por medio de la indiferencia, amenazas y humillación. Enfatiza la autoridad de la compasión y la paternidad de la misericordia. “Sed misericordiosos como vuestro Padre que está en los cielos es misericordioso. Sean compasivos como vuestro Padre es compasivo. Sed perfectos como vuestro padre es perfecto. Perdonen como yo los sigo perdonando a ustedes.” Es un Padre que celebra la vida. Se enfoca en la alegría porque sus hijos volvieron a casa.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 26 de marzo de 2025

El amor incondicional implica saber esperar

Saber esperar

“Entonces regresó a la casa de su padre, y cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazó y lo besó.”, Lc 15:20

El amor incondicional implica saber esperar. El Padre no está preocupado por sí mismo. Es un corazón de misericordia divina donde convive el dolor y la generosidad. Nos anima a tener confianza y no levantar muros. La confianza es la convicción profunda que el Padre nos quiere en casa. Nos dice que “el perfecto amor hecha fuera el temor”. Nos alienta a dar un paso de confianza hacia la vida, la libertad y la gratitud en los brazos del Padre. La confianza requiere el coraje de arriesgarnos. El amor incondicional es un amor que acepta. Recibe a los hijos menores que regresan arrepentidos al hogar. En la vida del Padre se encuentran el amor y la verdad. Hace fiesta por todos aquellos que vuelven a casa y nos coloca a prueba cuando nos invita a dar la bienvenida a otros. Sus brazos también están abiertos para aceptar a sus hijos mayores. Quiere que todos disfruten de la casa, su afecto, alegría e intimidad. No fuerza, no obliga la entrada sino habla con amor. Les suplica a los hijos que participen y no se queden afuera. Nos dice: “Hijo Mío, tu siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo”. No para la fiesta, sigue invitando como Padre y Madre y su corazón no está dividido. Es un Padre que une a sus hijos. No ama más a uno que otro, no compara y no hace competir a sus hijos para ganar su amor. Quiere que sus hijos sean libres y libres para amar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 25 de marzo de 2025

Amor incondicional

Legado

“Jesús les contó la siguiente historia: «Un hombre tenía dos hijos…”, Lc 15:1

Cuando hablamos de legado nos estamos refiriendo a la trasmisión de principios morales, valores, ideas y modelo de una generación a otra. Un legado es una herencia con el objetivo de seguirlo, vivirlo y compartirlo con las futuras generaciones. El legado cristiano tiene que ver con ser semejantes a Jesús. El legado que nos quiere dejar el Padre tiene que ver con la vida y la libertad, el amor y la verdad, la justicia y la paz. El principal héroe en esta parábola es el Padre amante. Nos encontramos con un Padre que ama incondicionalmente, que sufre, espera, acepta y perdona. Un padre abierto para todos. Cuando hay amor incondicional debemos tener presente el sufrimiento. La pregunta que muchas veces nos hacemos es como seguir adelante ante las desilusiones que nos presenta la vida. Jesús nos puede entender cuando sufrimos porque experimento el quebranto, la humillación, los golpes, el rechazo y el dolor.  Hay mucha tristeza cuando los hijos rechazan el legado del Padre y no le siguen. La vida de Jesucristo que encarna al Padre es una invitación abierta para que volvamos a casa y vivamos su legado. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 24 de marzo de 2025

Daniel Scott - País VASCO

¡NO OS CONFORMÉIS!

Hace muchos años el apostol Pablo aconsejó a la iglesia en Roma:
“No os conforméis a este siglo” (Romanos 12:2).
Consejo difícil en un mundo donde la presión de la mayoría es muy fuerte. El éxito, el poder, el reconocimiento, el conformismo, el individualismo, el centralismo son palabras claves en este sistema.
Martin Luther King dijo:
“Vivimos en una época en la que los hombres se complacen en lo amplio y en lo grande: grandes ciudades, grandes edificios, grandes compañías. Este culto a la magnitud ha hecho que muchos tuviesen miedo de sentirse identificados con una idea de minoría”.
Por esta razón, muchas veces las minorías, la solidaridad, el amor, las lenguas minoritarias y la justicia social quedan excluidas de tantas instituciones, incluso de nuestras agendas porque atenta contra el status quo, contra nuestro egoísmo.
Pero la Palabra de Dios nos llama a ser inconformistas a todo esto! Y además nos da una alternativa:
“transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios”
Y para eso necesitamos ir a Jesucristo. ¿Cómo es Él? ¿Cuál es su pensamiento? ¿Cuáles son sus prioridades?
Jesús daba lugar a las minorías, a los marginados, a los pecadores, a lo que económicamente no tenía sentido para la sociedad. No se conformaba con el sistema de valores de esa época. ¡Y todo esto lo hacía por amor! ¡Jesús no veía números, veía personas!
Por eso el desafío es caminar con él y conocerlo. Y a medida que lo hagamos, poco a poco nos pareceremos más a él, pero también descubriremos más a las minorías, nuestros barrios, los pueblos y otras naciones, ¡Simplemente por amor! Como lo hace Jesús.
¡No te conformes al sistema! Mira a Jesús, mira a tus costados, y experimenta su revolución de amor
Daniel Scott

domingo, 23 de marzo de 2025

El crecimiento sano depende de la disponibilidad de personas que estén abiertas al Espíritu y listas para ejercer sus dones en el servicio humilde tanto hacia afuera como adentro.

Crecimiento

“En ese momento, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa llegaron desde Jerusalén para ver a Jesús. —¿Por qué tus discípulos desobedecen nuestra antigua tradición? —le preguntaron—… Jesús les respondió: —¿Y por qué ustedes, por sus tradiciones, violan los mandamientos directos de Dios?… y entonces anulan la palabra de Dios por el bien de su propia tradición.”, Mt 15:1-6

La iglesia crece cuando está enfocada en el crecimiento del Reino de Dios. El crecimiento de la iglesia no es cuestión de traer a ella lo que es necesario para que crezca, sino más bien quitar los obstáculos que impiden ese crecimiento. Estos obstáculos pueden ser la inmoralidad, abuso de poder, doctrina falsa, la falta de unidad espiritual, tradiciones no bíblicas y estructuras institucionales rígidas. Jesús dijo: “por causa de la tradición anulan ustedes la palabra de Dios”, Mt 15:6. En otro momento dijo “el vino nuevo debe ser colocado en odres nuevos”, Lc 5:38. Hay estructuras y tradiciones que pueden sofocar la obra de Dios. Otro factor puede ser el “complejo de edificio” de las iglesias institucionales o su dependencia de las construcciones, rigidez tradicional en cuanto a la forma y tiempo de las reuniones con modelos de culto estériles y la dicotomía entre el clero y laicado que puede detener la iniciativa laica y el ejercicio de los dones. El crecimiento normal de la iglesia no puede estar limitado por la falta de recursos financieros, por la falta de gente, o la falta de instalaciones físicas. Lo que puede limitar el crecimiento es pensar en una alta inversión financiera en edificios, propiedades y programas. Es ahí donde podemos perder la esencia de servir a la gente. La iglesia primitiva no estaba limitaba por la falta de edificios o por la necesidad de más gente, etc. El crecimiento sano depende de la disponibilidad de personas que estén abiertas al Espíritu y listas para ejercer sus dones en el servicio humilde tanto hacia afuera como adentro. Dios nos ha llamado a ser y hacer discípulos. Lo que tiene vida, crece. La naturaleza del Reino de Dios y su comunidad es crecer espiritualmente, numéricamente y en su impacto cultural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 22 de marzo de 2025

Llamados a ser santos | Andrés Pérez

“No seas mezquino sino generoso y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas"

“A los pobres siempre los tendrán con ustedes, …”

“Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, y podrán ayudarla cuando lo deseen. Pero muy pronto ya no estaré con ustedes”, Mc 14:7

¿Qué es lo primero que nos viene a la mente cuando escuchamos estas palabras? ¿En qué contexto o situación particular se suelen usar? ¿Qué entendemos hoy en día sobre el dicho de Jesús y cómo aplicamos la expresión “A los pobres siempre los tendrán con ustedes? Jesús hace referencia a la escritura. Los oyentes podrían recordar Dt 15:10-11: “No seas mezquino sino generoso y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas. Gente pobre en esta tierra siempre la habrá, por eso te ordeno que seas generoso con tus hermanos hebreos y con los pobres y necesitados de tu tierra”. Los rabinos solían decir: “Dios permite que los pobres estén siempre con nosotros, para que nunca falten oportunidades de hacer el bien.” Cuando Jesús cita a los pobres no es para dejarlos de lado ante alguna otra necesidad o proyecto. Es para servirles y atenderles. Las palabras de Jesús no son para omitir a los pobres. La justicia, la verdad y la misericordia deben estar al servicio de los más olvidados y no alcanzados con “todo el evangelio”. Jesús aclara que ese derroche que se está haciendo es un evento que señala el carácter único de ese momento. Expresa “a mí no me van a tener siempre…Ungió mi cuerpo de antemano preparándolo para la sepultura”. Romper el frasco y derramarlo sobre Jesús implica identificarnos con los pobres. Jesús dice: “Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron alojamiento, necesité ropa, y me vistieron, estuve enfermo, y me atendieron, estuve en la cárcel y me visitaron… Señor ¿Cuándo te vimos así?... Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun el más pequeño, lo hicieron por mí”, Mt 25:31-40. Jesús nos invita a que le amemos prácticamente enfocándonos en las necesidades no alcanzadas de los menos alcanzados con todo el evangelio. Cuando hacemos todo lo que podemos a favor de la gente más olvidada lo estamos haciendo por Jesús y hacia Él mismo

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 21 de marzo de 2025

El evangelio será proclamado en el mundo

Ver más allá

"Algunos de los que estaban allí se enojaron y dijeron: «¡Qué desperdicio tan grande! Ese perfume se hubiera podido vender por trescientas monedas de plata, y con el dinero podríamos haber ayudado a muchos pobres. Y se pusieron a criticar a la mujer», Mc 14:4-5

Jesús aprueba incondicionalmente la acción de esta mujer. “Jesús les dijo: «¡Déjenla tranquila! ¿Por qué la molestan? Ella hizo por mí algo bueno”, Mc 14:6. Jesús anuncia que este gesto será recordado dondequiera sea predicado el Evangelio e irá más allá de Galilea para llegar al mundo entero. Los que denuncian el derroche tienen una visión bastante corta de las cosas. No saben ir más allá de los números o los costos y se ponen la máscara de la caridad. La mujer manifiesta lo que otros no pudieron ver. Jesús será abandonado por la multitud, rechazado por la gente, traicionado por un amigo, incomprendido por los discípulos, víctima de la soledad, sin poder, sin resultados, sin apoyo. Jesús les dijo: ”Esta mujer hizo lo único que podía hacer: derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.”, Mc 14:8. Jesús nos ayuda a ver más allá y cuando su obra parece estar destinada al fracaso es cuando anuncia que el evangelio será proclamado en el mundo y en su relato habrá lugar para esta mujer. Esta historia hace resaltar el contraste entre una visión a corto plazo y una capacidad de ver más allá. Nos quedamos escandalizados si no sabemos ver el horizonte. Solamente una mirada de fe nos permite superar nuestro egocentrismo, salir de las cuentas exactas y servir a los demás. "Les aseguro que esto que ella hizo, se recordará en todos los lugares donde se anuncien las buenas noticias de Dios.», Mc 14:9. “Así que, si Cristo murió por nosotros, ya no debemos vivir más para nosotros mismos, sino para Cristo, que murió y resucitó para darnos vida …, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia”, 2 Co 5:14-20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox