jueves, 3 de febrero de 2022

¿Seguimos o no?

  ¿QUÉ EDAD ES LA ADECUADA PARA DEJAR EL MINISTERIO?


Moisés y Aarón hicieron exactamente lo que les ordenó el Señor. Cuando hablaron con el faraón, Moisés tenía ochenta años y Aarón ochenta y tres (Éxodo 7:6-7)

Honestamente hablando, mi pregunta es una pregunta trampa. La respuesta dependerá del paradigma del lector, de lo que este entienda acerca de qué es el ministerio. En función de esa comprensión responderá de una manera u otra. En función de ese paradigma oculto, subconsciente, buscará unos versículos u otros para apuntalarlo y tratar de rebatir a aquellos que tengan un paradigma contrario. Esto último es un deporte ampliamente practicado en nuestros ámbitos evangélicos.

Personalmente, como hijo de la Reforma Protestante, creo en el sacerdocio universal de todos los creyentes. Creo que todos, sin distinción somos llamados a tiempo completo al ministerio. Creo que ese llamado lo llevamos a cabo en ámbitos diferentes. Unos, como es mi caso, en el ámbito de la iglesia. Otros en el de la cultura, las finanzas, la educación, el comercio, el deporte, la sanidad, la justicia, la agricultura... Puedes hacer la lista tan amplia como te parezca. Ámbitos diferentes pero no superiores. Mi llamado "al ministerio" no es superior al llamado "al ministerio" de aquel que está en un hospital.

¿Cuál es pues la paradoja? Que nosotros, los que servimos en el ámbito de la iglesia nos hemos convertido en una casta especial y no hemos sabido ¿o querido? resaltar, empoderar, desafiar, reconocer el llamado de los que equivocadamente denominamos laicos.

¿Consecuencia? Millones y millones de seguidores de Jesús desmovilizados, sin un sentido de llamado, yendo a sus trabajos únicamente a ganarse el sustento pero no a hacer misión, a ser agentes de restauración y reconciliación en un mundo roto. Tal vez nunca nadie les ha dicho que son ministros a tiempo completo.

¿Cómo vives tu ministerio? ¿Tienes conciencia del mismo?

Félix Ortiz Fernández

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 2 de febrero de 2022

ORACION

 Oración por los pobres y oprimidos


«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor», Lc 4:18-19

Misericordioso Señor celestial:

Al considerar la miseria y el sufrimiento de millones de personas en el mundo actual, nos vemos abrumados.

Que no demos la espalda ante esta realidad.

Ayúdanos a ver estas situaciones dramáticas. Abre nuestros oídos a los lamentos de las multitudes.

Danos la valentía de conocer el dolor de los demás.

Y, así oramos, aunque con un gran sentido de nuestras limitaciones.

Oramos por los pobres. Que la batalla contra la pobreza extrema avance sin pausa.

Oramos por los oprimidos. Ayúdalos a sobrevivir las corrupciones de los gobiernos y la maldad de los criminales que se aprovechan de ellos.

Oramos por los esclavizados. Dales personas que puedan librarlos de sus cadenas. Dales la esperanza de la libertad espiritual.

Oramos por aquellos que sufren la indignidad de la discriminación en cualquier forma. Ayúdalos a encontrar justicia y protege sus corazones de la amargura.

Oramos por las personas valientes que están llevando libertad y alivio a los pobres y los oprimidos de nuestro mundo. Pedimos

que dispongan de los recursos para hacer su trabajo y que sientan tu sabiduría para saber qué debe realizarse.

Nos sentimos abrumados por las necesidades de un mundo sufriente, querido Dios. Protégenos de la parálisis. Ayúdanos a proclamar el evangelio liberador del Señor Jesús y a poner en práctica dicho evangelio.

En nombre de Cristo, Amén

Mel Lawrenz - Oraciones por Nuestra Vida - 95 conexiones con Dios en las circunstancias de cada día.

martes, 1 de febrero de 2022

Hacia la Meta

 Esforzándome por alcanzar lo que está delante


“Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.” Fil 3:13-14

Dios nos considera capaces de hacer cosas imposibles (Jn 14.12) y el apóstol nos da tres consejos para poder concretar una mayor obra.

-Olvidando lo que está atrás.

¿Ha sido un año difícil? ¿Has cometido algunos errores? ¿Nos han maltratado? Ese día se fue. Se acabó. Ya está, se fue. 

La pregunta ahora es: ¿qué vas a hacer al respecto? ¿Vas a vivir en el pasado? ¿Aferrarte a la culpa? ¿Rechazar la gracia de Dios en tu vida? ¿Negarte a perdonar? ¿Mantener resentimiento?

Es posible que tengas que llorar, llorar o pedir perdón, pero ahora tenemos que tomar una decisión. Podemos elegir que el pasado nos controle o lo que viene adelante. No ambos. ¿Cuál elegirás?

-Afirmando lo que está por venir.

"Ningún ojo ha visto" lo que Dios ha preparado para los que le aman. Todo está trabajando para su gloria. 

-Seguir metas valiosas

Sigue a Cristo. Hónralo con tu vida. Ten la mente de Cristo. Ámense los unos a los otros. Ora por tus enemigos. Haz el bien, sin esperar nada a cambio. Invierte tu vida en los demás.

Que la "paz de Dios" cuide nuestros corazones y pensamientos. Caminemos con Jesús y unos con otros.

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 31 de enero de 2022

PROFUNDIDAD

 EXAMEN DE NUESTRA PROFUNDIDAD

"Su fe y sus obras actuaban conjuntamente,...", Stg. 2:22

Cuando somos probados estamos como expuestos a la intemperie, a lo provisional, a la dificultad e incomodidad, pero es ahí donde debemos recordar la esperanza que tenía Abraham que bien puede ser la nuestra: "Lo que te prometí se cumplirá."

Las circunstancias adversas se pueden convertir en la prueba de nuestra fidelidad y el examen de nuestra profundidad. Él está interesado en nuestras vidas y quiere ver como reaccionamos.

Abraham tuvo que pasar por diferentes pruebas. Primero fue su llamado: “Vete a la tierra que te mostrare”, Gn 12:1-3. En segundo lugar, separarse de Lot que fue su compañero de fe, Gn 13:1-18 y en tercer lugar, rendir sus propios planes a Dios confiando que también Ismael sería bendecido, Gn 21:8-20.

Lo esencial e indispensable se reduce a un encuentro con Dios. Él nos libera de la aridez, nos salva de la esterilidad y nosotros podemos volver a la vida porque su presencia es lo único necesario.

Podemos caminar en fe, sin entenderlo todo, pero sabiendo que Dios está presente.

¿Cómo reaccionamos cuando estamos en medio de una prueba? ¿Cuáles son nuestros sentimientos? ¿Qué deberíamos tener en cuenta?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

domingo, 30 de enero de 2022

PRUEBA

LA PRUEBA DEL CAMINO
“Abraham había recibido las promesas y fue puesto a prueba”, He 11:17-18


Hubo un momento en la vida de Abraham en el que fue probado. Debía ofrecer al hijo de la promesa. 

La prueba se parece a un desierto dónde hay precariedad, silencio, soledad y todo esta reducido a lo esencial, lo que es indispensable. La soledad más espantosa se puede romper con una presencia y la angustia más cruel se puede transformar en bendición.

Dios es todo lo que necesitamos. La aridez del desierto puede llevarnos a buscar la verdadera vida, porque el silencio puede convertirse en mensaje y la soledad en comunión. Dios nos llama a ser una tierra fecunda que pueda florecer.

¿Has pasado por alguna prueba? ¿Como solemos reaccionar cuando las oraciones no son contestadas o las circunstancias son adversas? ¿Como solemos buscar y experimentar la presencia de Dios en nuestra propia vida? 

Carlos Scott

Foto de Wayde Peronto

sábado, 29 de enero de 2022

CAMINO

SEGUIDORES DEL CAMINO, Hch 9:1-2 


En el camino nos encontramos con la noche. No podemos saltar por encima de la noche y es ahí donde muchas veces somos puestos a prueba. “Dios puso a prueba la fe de Abraham pidiéndole que sacrificara a Isaac, su único hijo”, Gn 22:2.

Es en el camino donde también podemos responder con fe. Abraham camina durante tres días, hay determinación de llegar al fondo de la cuestión. 

No es fácil, porque parece que nos encontramos con un Dios incomprensible e imposible, un Dios que se contradice. Parece que reniega de la promesa y toma para sí el fruto de esa promesa.

Le invito a Abraham a romper el hilo con el pasado y ahora lo invita a romper el hilo con lo porvenir. Dios abre una carretera y corta el camino.

Es noche para tantas personas, y dan ganas de saltar por encima de las tinieblas para dejarnos penetrar por la luz. Es querer llegar a ese final alegre “No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño…Te bendeciré… y todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia”, Gn 22:12-18. 

¿Difícil o simple? Alessandro Pronzato dice: “…es necesario pasar a través de la noche, explorarla hasta el fondo. También la noche contiene indicios de luz”

¿Cómo está tu camino? ¿Qué indicios de luz encontras?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox 


viernes, 28 de enero de 2022

Espiritualidad

 LA ESPIRITUALIDAD DEL CAMINO


«Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia», y fue llamado amigo de Dios”, Stg 2:23. “Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob…”, He 11:8-9.

Cuando hablamos de la espiritualidad del camino estamos hablando de Creer. Hablamos del riesgo y la aventura. Abraham le creyó a Dios y el Señor lo reconoció a él como justo, Gen 15:6. 

Creer es más que un estado adquirido, denuncia una voluntad de progresar, una obstinación por buscar, una tensión hacia horizontes siempre nuevos y sorprendentes. Es el deseo por lo que está más allá y que todavía no hemos descubierto.

Creer y seguir caminando no sugiere la idea de una meta alcanzada, sino de un camino que hay que inventar. No tenemos todas las respuestas ante los problemas del camino y el futuro.

Habitar en tiendas de campaña y estar en el camino sugiere la idea de éxodo. No es instalación, estructura, sino viaje, itinerario, movimiento. El camino se desarrolla fuera de la vivienda, hay éxodo y recorrido.

El camino por seguir plantea preguntas: ¿Dónde está?, ¿Dónde podemos encontrarlo?, pero la más desafiante es ¿Dónde nos lleva?

Jesucristo se define como “Yo soy el Camino”, Jn 14:6. Somos llamados a movernos con El y caminar implica desplazarnos. Jesús nos espera en otra parte.

Para Pensar: ¿Cuál es tu camino? ¿Dónde te lleva? ¿Qué futuro imaginas para tu vida?

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

jueves, 27 de enero de 2022

“Te daré todo lo que abarque tu mirada”

 ¡Alza tu mirada!, Gn 12:1-3, 13:1-18, 22:18.


Dios le habla a Abraham y le dice: “Vete a la tierra que te mostrare”, Gn 12:1. “Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas…así será tu descendencia”, Gn 15:5-6. “Dios quiere que levantes tu mirada”.

Una de las claves en nuestro caminar con el Señor consiste en “levantar la mirada”. Abraham tenía que levantar su mirada, salir de donde estaba y más adelante separarse de Lot. Abraham buscaba la paz.

Levantar la mirada implica que hay algo más grande que Dios quiere hacer. “Te daré todo lo que abarque tu mirada”. Se nos está llamando a tener una visión amplia. Sin visión el pueblo perece y perecemos. Una visión del Reino de Dios y el cielo renueva nuestra vida, Ap. 7:9-10. “Abraham tenía que recorrer la tierra”.

Mirar por nuestra nación, la gente que nos rodea y mirar por todos los pueblos es un comienzo que nos debe llevar a entender la existencia del Pueblo de Dios. Te voy a bendecir y serás de bendición a todas las familias de la tierra. Su palabra es “bendición” y este es el claro propósito de Dios.

¡Levanta tu mirada! porque la única información es la señal de partida.

Para Pensar: ¿Cuáles son los temas personales que debo confrontar y seguir una visión para bendecir a todas las familias de la tierra?

Carlos Scott 

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 26 de enero de 2022

FE

 La fe ofrece certezas...


“Abram creyó al Señor, y el Señor lo reconoció como justo”, Ex 15:6

Ser buscadores de Dios implica estar decidido a partir. El encuentro con Dios implica moverse y la cita la encontramos fuera de la carpa. Es necesario partir y Dios no regala el mapa del viaje. La fe es la única guía y significa aventura, riesgo. La fe suele ser difícil.

Cuando caminamos no necesariamente vamos a encontrar una carretera bien señalizada. Hablar de fe significa fiarnos y confiar exclusivamente de alguien que conoce el camino y sabe dónde esperarnos.

La fe es simplemente encontrar respaldo en otro. No podemos avanzar si buscamos una total seguridad. Determinados momentos oscuros de nuestro caminar hay que vivirlos lucidamente, dolorosamente, en actitud de fe.

La fe no excluye la duda, la incertidumbre, el desconcierto. La fe incluye la duda, pero la duda no debe excluir la obediencia. El que tiene fe está expuesto a la intemperie. Aprende a caminar en lo provisional que no es definitivo.

Es clave creer en una presencia, aun cuando experimentamos la ausencia más desoladora, creer en la luz aun cuando se atraviese un túnel interminable sin luz alguna.

La fe ofrece certezas y Él se hará presente en algún momento. Es necesario confiar en el Dios de las largas noches, en el Dios de los días negros. Este Dios, en la encrucijada más oscura, te toma de la mano y te dice: “estoy aquí”

Para pensar: ¿Cuál es tu experiencia en el caminar con Dios? ¿Cómo puedes ser de aliento a los demás?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox