miércoles, 24 de enero de 2024

Bendición

Abundancia

"—¿Cómo es que me conoces?—le preguntó Natanael. —Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.  Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra», Jn 1.48-51

Natanael fue desafiado a estar en el seguimiento de Jesús antes de haber visto, entendido o consultado a los expertos. Su acceso a la fe pasa por la aceptación que puede llegar a ver cosas más grandes. Se trata de una nueva historia y un nuevo recorrido. El itinerario del creyente es aventurarse por senderos inexistentes. El esperado es él, el hijo de José y viene de donde no se le espera. “De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra”, Jn 1:16. “Ven y lo verás” es un lanzarse cada vez más allá, con los pies y los ojos, de sorpresa en sorpresa, de descubrimiento en descubrimiento, con pasión y fe. Natanael decidió formar parte de la historia de Dios aceptando que su horizonte reducido se abra a otro más amplio, en una sucesión interminable. Natanael va en busca de un “Desconocido” que lo conoce. A buscar “Uno” que ya lo ha encontrado. Hay una invitación para todos nosotros en ver un cielo abierto lleno de posibilidades. Es necesario dar un salto y salir al encuentro de lo sobrenatural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

Estímulo y Búsqueda

 Signo

“—Ven y compruébalo tú mismo—le respondió Felipe”, Jn 1:46

Los “signos” suelen favorecer la búsqueda y la atraen discretamente hacia un “más allá” en dirección del descubrimiento de la persona de Cristo. Los signos no son nunca “concluyentes”, sino que estimulan y hacen más profunda la necesidad de una búsqueda posterior, menos aparente, más profunda. “Nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios. Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.”, 2 Co 5:19-21.  “—Ven y compruébalo tú mismo—“. Que podamos ser un "signo" para los demás en dirección hacia Jesucristo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 23 de enero de 2024

Oportunidad

 Crisis

"— ¡Nazaret!—exclamó Natanael—. ¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”, Jn 1:46

La búsqueda no es un camino triunfal, sino que se presenta marcada por crisis, dudas, extravíos, vacilaciones, errores. El buscador no se rinde porque no vea claro. Es alguien paciente y obstinado en medio de la oscuridad, consciente que vera claro … después. Cree y sigue creyendo, confía y avanza. Natanael se acerco a Jesús y pudo reconocerlo como el Hijo de Dios. Primero está la decisión, el compromiso, la aceptación, después la explicación. El riesgo provoca la luz y el “ver” se promete a quien tiene fe. La fe representa la condición, la “causa” del ver, no la consecuencia. La oscuridad se supera no solo con la luz, sino también con la promesa de la luz. Caminar hacia la luz es comenzar a ver. Las crisis pueden ser nuestras oportunidades y no deben ser un obstáculo para la búsqueda. Perder, también puede ser ganar. Hay peligro, pero también está la oportunidad. Es la sorpresa en las manos de Dios. Cuando un nómada encuentra a Jesús, no encuentra una acomodación, sino una misión, un encargo que cumplir, un servicio al que dedicarse. La búsqueda nunca puede darse por terminada y hay que seguir caminando como un discípulo. Es dirigirnos hacia lo imprevisto y disponernos para lo inesperado. La búsqueda apaga la sed y al mismo tiempo, la provoca, la alimenta, la aviva, la profundiza. El encuentro con el Señor se afirma cuando estamos en comunidad. El creyente se descubre así como “un ser en comunión” y la fe se convierte en una buena noticia para los demás. Todo esto es la gracia de Dios donde descubrimos que “Alguien” se nos adelantó, ya nos conocía y nos buscaba. “Dios es amor”. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 22 de enero de 2024

Posibilidades

 Buscar

"Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: —¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés y los profetas escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret", Jn 1:45

Buscar implica, necesariamente, un deseo intenso, una exigencia profunda, una esperanza. La búsqueda puede llegar a significar una insatisfacción, una tensión hacia la superación, la voluntad de ir “más allá” de lo que se tiene y de lo que se es. Buscar significa ponerse en camino, renunciar a la autosuficiencia, a la seguridad de las posiciones adquiridas y del saber acumulado, a las costumbres, a los esquemas repetitivos. Nuestro sentido de significancia encuentra su propósito cuando tenemos un encuentro directo, personal y determinante con el Señor. Jesús revela el verdadero rostro de Dios y se nos anima abandonar una vieja manera de pensar y encontrar una nueva manera de ser. "Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido", Mt 7:8 “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres… Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”, Jn 8:32, 36.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 21 de enero de 2024

Comprobar

 Palpar

"Se llama Jesús, ...  —Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.  Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra», Jn 1.43-51

 El encuentro con Jesús es gracia y cuando Felipe recibe el llamado a seguir a Jesús lo que hace inmediatamente es compartir su descubrimiento. Ante la incredulidad de Natanael lo desafía a ver y comprobar. El que es testigo no ofrece nada propio o personal porque lo determinante es siempre el contacto directo con Jesús. Antes que Natanael vaya al encuentro con Jesús nos encontramos una vez más con la iniciativa divina que nos conoce y nos busca. Mientras ellos se acercaban, Jesús describe a Natanael como un hombre totalmente íntegro. Natanael es leal porque está abierto a la novedad y admite que puede equivocarse. Jesús es el eterno descubrimiento y día tras día hay un cielo abierto para todos nosotros. El cielo nunca está lejos de la tierra.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 20 de enero de 2024

Regalo

 Gracia

“Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Ven, sígueme», Jn 1:43

Dios por medio de su gracia nos busca para que le podamos reconocer, adorar y seguir. Lo primero siempre es la iniciativa divina. La búsqueda es gracia, no simplemente esfuerzo humano. Es don, no conquista.  Él ha venido precisamente para buscarnos y lo nuestro es simplemente una actitud de respuesta. Nuestra búsqueda es el fruto de su búsqueda, un dejarnos buscar y un dejarnos encontrar por él. “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.  Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”, Ef 2:8-10. “Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos. Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria”, Ro 8:29-30

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 19 de enero de 2024

Nuevo comienzo

 Leer la vida

“Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te vas a llamar Cefas, es decir, Pedro», Jn 1:42

Jesús nos conoce y sabe quiénes somos realmente. Su mirada no solo es una mirada de elección, sino también una mirada profunda. Nos puede leer el corazón, sabe que llevamos dentro y como interpretamos la vida. Jesús le anuncia a Simón que será llamado Pedro. Mas adelante Jesús les pregunta a sus discípulos: “—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano. Ahora te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”), y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará”, Mt 16:15-18. Jesucristo es la “vida entera”, es la roca que edifica la iglesia y el poder de la muerte no la conquistará. “Ustedes son piedras vivas que Dios está usando para construir un templo espiritual. Por lo tanto, acérquense a Jesucristo, pues él es la piedra viva que la gente despreció, pero que Dios eligió como la piedra más valiosa. Además, ustedes son sacerdotes especiales, y por medio de Jesucristo le ofrecerán a Dios los sacrificios que a él le agradan. Pues Dios dice en la Biblia: «… Seré la piedra principal, y serviré de base al edificio» El que confíe en mí jamás será engañado» … “ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho.”, 1 P 2:4-9. Se nos encarga dar a conocer al Señor que puede leer la vida de todo ser humano, darle un nuevo comienzo y una nueva interpretación.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 18 de enero de 2024

Conmoción

 Realidad dinámica

"Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día. Uno de ellos era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Lo primero que hizo Andrés fue buscar a su hermano Simón. Cuando lo encontró, le dijo: «¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!» Entonces Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te vas a llamar Cefas, es decir, Pedro», Jn 1:39-42

Encontrarnos con Jesús es una realidad dinámica y una misión para realizar. Andrés y el otro discípulo permanecieron con Jesús, pero esta realidad no fue la concluyente. Andrés, sin dudarlo fue a buscar a su propio hermano Simón y cuando lo encontró, le dijo: «¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!». Nada es ya como antes. Se ha producido un hecho nuevo, por el cual ellos son personas “distintas”.  La fe es don y es experiencia. El “signo” ofrecido por el testigo puede servir para encender un deseo, poner en movimiento, pero de ninguna manera debe reemplazar al descubrimiento personal. El encuentro con Jesús no esta encerrado en sí mismo en una esfera intimista. Estar y seguir a Jesús nos lleva en ir a buscar a otros. El “ver” se hace contagioso y la fe se hace invitación. El encuentro con Jesucristo nos lleva a ir a buscar a los demás. No buscarle, no “vivir con él”, significa que otros no lo puedan encontrar. Una fe no contagiosa es una fe enferma, o incluso muerta.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

miércoles, 17 de enero de 2024

Trayecto

 Seguir y ver

La única manera de conocer a Jesús es ir por donde el camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros. El evangelio de Juan nos dice que los primeros discípulos le siguieron y “se quedaron con El”, Jn 1:39. Jesús nos desafía a ver donde se hospeda. Su casa es casa de oración para todas las naciones; para todas las etnias hasta lo último de la tierra, Mc 11:17. Está caminando por cada rincón de esta tierra, no se queda quieto y “es imprevisible en sus exigencias”. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada”, Is 54:2-3.  Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver, y no ver para poder seguir. Implica creer y seguir creyendo. Muchos quieren ver antes de comprometerse, pero bienaventurados son los que creen sin ver porque luego verán, Jn 20:29. “Sin la seguridad de haber visto y entendido todo, estamos llamados a arriesgarnos y actuar en la confianza de que Dios será fiel a su carácter y promesas. Como dijo Pablo, "estamos llamados a vivir no por vista, sino por Fe, 2 Co. 5:7”. Esto cambia nuestra historia y cambia la historia. “Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 16 de enero de 2024

Itinerario

 Recorrido

 "-Vengan y vean—les dijo”, Jn 1:39
 
Jesús nos introduce en un descubrimiento progresivo, en las sorpresas. No presenta un programa cerrado, sino un camino atrayente para recorrer, un itinerario imprevisible, una estimulante aventura que vivir. Habrá riesgos y cosas inesperadas. No faltarán las novedades y habrá lugar para la maravilla. Cuando uno acepta realizar el salto de la fe, aterriza en un territorio que hay que descubrir. Nuestro tema son los pasos que debemos dar y lo que vamos a ver. Jesús propone un camino, a lo largo del cual se construye desde adentro un creyente. Nos dirige hacia nuevos horizontes, cosas que ver y descubrir. La lámpara de Dios no se ha apagado y sigue encendida, 1 S 3:3. En medio del camino Dios nos dice «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo. Escúchenlo a él», Mt 17:15. La lámpara de Dios no se apaga mientras haya personas dispuestas a escuchar su voz y seguirle. “Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino”, Sal 109:105. La lampara no alumbra todo el camino, pero nos permite caminar. “—¿Puedes confiar en Dios? Para el que confía en él, todo es posible”, Mc 9:23.

lunes, 15 de enero de 2024

Aventura

 "Fe" 

“Vengan a ver”, Jn 1:39

"Vengan a ver" se trata de una Fe difícil porque Dios muchas veces nos sacude, nos moviliza, hay que partir y no conocemos el camino. Es la misma experiencia que tuvo Abraham cuando la escritura nos dice: “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber dónde iba… y habitó en tiendas de campaña”, He 11:8-9. Es una Fe peligrosa porque te expone a la intemperie. Se aprende a vivir entre dificultades, demoras e incomodidad. Tampoco hay rebaja en el costo del billete. Hay que ponerse a caminar, mover la carpa, avanzar y tener un espíritu nómada que va en contra de la mentalidad de gueto. Hay éxodo, peregrinación y recorrido. La Fe es aventura y riesgo porque se nos llama a creer. Es fiarse y confiar en otra persona que conoce el camino. “Creer quiere decir simplemente que otro conoce el camino y sabe dónde esperarnos”. Solo nos podemos guiar por una voz, palabra y promesa. “El riesgo fundamental es siempre el de los pasos, no el de las discusiones” El Reino de Dios quiere alcanzar territorios inexplorados por lo tanto Dios nos espera en otra parte.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 14 de enero de 2024

Jesús

 “Único”

Juan el Bautista se encontraba con dos de sus discípulos y al ver pasar a Jesús les dijo “¡Aquí tienen al Cordero de Dios!”. La razón de ser del Bautista era testificar sobre Jesús para que fuera revelado a Israel. El éxito de su ministerio era conducir a las personas a Jesús. “Cuando los dos discípulos le oyeron decir esto siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?, Jn 1:37-38. Jesús confronto a estos dos discípulos y también nos confronta a nosotros. Siempre es un buen momento para preguntarnos y pensar, ¿Qué es lo que buscamos de Jesús? Jesús cuestiona a los que les siguen. Más allá de nuestras primeras respuestas y motivos, el Señor nos desafía: “Vengan a ver”, Jn 1:39. “Vengan a ver” es la gran invitación de Jesús. Significa ser semejantes a Él, aprender, aceptar sus condiciones y experimentar poder, Mt 11:28-30. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. No siempre buscamos a Jesús por motivos desinteresados, pero Jesús nos quiere llevar más allá. Es camino e invitación. Es crecer en la calidad de la relación con El, con nuestro prójimo, permanecer en sus enseñanzas y unirnos a su misión, Jn 8:31, 20:21

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 13 de enero de 2024

Examinar

 Indagar

¿Qué buscan?, Jn 1:37-38

Estar en el camino del seguimiento de Jesús nos lleva a examinarnos a nosotros mismos y verificar continuamente la autenticidad de su búsqueda. En cuestión de búsquedas debemos ser honestos con nosotros mismos. Existe el riesgo de buscar al Señor por motivos equivocados. No se trata de usar el nombre de Dios para construir el propio monumento de honores, éxito, prestigio, poder y fama. Una cosa es lo que nosotros buscamos y otra diferente puede ser la que Jesús nos presenta. Podemos buscar lo superficial, pasajero o fugaz, pero Jesús nos ofrece lo que es absoluto y duradero. Dios nos llama a una búsqueda arriesgada, de fe, atrevida, que desemboca en la novedad más sorprendente. “Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?”, o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?”.  Los paganos andan tras todas estas cosas, pero su Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.  Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, entonces todas estas cosas les serán añadidas”, Mt 6:31-33. “Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra”, Jn 1:50-51

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 12 de enero de 2024

Orientar

 Una mirada

“Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían”, Jn 1:38

La gracia de una mirada es la que suele llegar al corazón. Suelen ser miradas que dicen más que las palabras. Jesús nos mira y nos ama. Nos cuestiona, nos invita a ver y es lo nuevo que me espera en situaciones y territorios no conocidos. “Cuando Jesús vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.” En otra ocasión "Jesús miró al hombre y sintió profundo amor por él. —Hay una cosa que todavía no has hecho —le dijo— … Después ven y sígueme”. Su mirada de amor nos desafía a preguntarnos si Jesús tiene la prioridad sobre nuestras elecciones. “Por lo tanto, ya que estamos rodeados por una enorme multitud de testigos de la vida de fe, quitémonos todo peso que nos impida correr, especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante. Esto lo hacemos al fijar la mirada en Jesús, el campeón que inicia y perfecciona nuestra fe”, He 12:1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 11 de enero de 2024

Estrategia

 Logística, formación y libertad

Juan el Bautista no debe haber equipado a sus discípulos con demasiadas cosas. Mateo nos informa que "Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre.  Gente de Jerusalén, de toda Judea y de todo el valle del Jordán salía para ver y escuchar a Juan; y cuando confesaban sus pecados, él las bautizaba en el río Jordán”, Mt 3:4-6. Su método fue la austeridad y todo centrado en lo esencial. Ha puesto en pie a personas libres. Libres incluso frente al educador. Los discípulos se han despertado gracias a su voz firme. Los ayudo a descubrir y a frecuentar las profundidades, más que a pasearse en las superficies. Preparación significa quitar lo que impide recibir. Se trata de desaprender, o más bien, aprender de otra manera. Los llevo a salir de los esquemas habituales para descubrir las sorpresas. De la formación no debe salir uno que solamente sabe, sino una persona capaz de exponerse sin protecciones a la luz de la Palabra. Juan eligió ser sencillo y tener las manos abiertas para soltar a sus discípulos. «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!». Sus discípulos más fieles no dudaron en seguir a “Otro” y esta era la manera más hermosa de decirle gracias. Los preparo para que estuviesen dispuestos a ofrecer su vida al seguimiento del único e insustituible Señor. “Los alumnos no son superiores a su maestro, pero el alumno que complete su entrenamiento se volverá como su maestro”, Lc 6:40. Hagamos discípulos y soltemos a la gente a la obra que Dios desea realizar en el mundo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 10 de enero de 2024

Posición

 El salto

“Siguieron a Jesús”, Jn 1:37

En el momento que nos encontramos con Jesús se requiere tomar una posición. Avanzamos o retrocedemos. Seguir a Jesús implica dar un gran salto y ningún otro puede saltar por nosotros. Es una decisión personal y el salto es posible si uno soporta el vacío bajo los pies. Juan el Bautista acompaño a los discípulos hasta el momento en que el nuevo paso ya no significaba una prolongación más de su servicio, sino una ruptura. Implicaba abrir las manos y dejarlos ir. El tema no era la continuidad, sino arriesgarse a saltar y seguir a Jesús. Somos llamados a no poseer, no controlar, no retener, abrir nuestras manos, dejarlos ir. Hay algo peor que no tener discípulos y es la pretensión de quererlos retener. “Luego agregó: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentamente escuchen, tanto más entendimiento les será dado, y se les dará aún más.  A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más entendimiento, pero a los que no escuchan, se les quitará aun lo poco que entiendan», Mc 4.24-25

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 8 de enero de 2024

Viajeros sin retorno

 Seguimiento

“Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1:36-37

Cuando él pasa, solamente queda un camino: el suyo. El poder seguirle es algo suyo, no nuestro. No somos nosotros los que elegimos. El seguimiento viene después de la elección. Somos atrapados y fascinados al ser descubiertos por Jesús. El Señor establece un vínculo de amor con nosotros y no podemos colocarle condiciones. “Luego Jesús les dijo a sus discípulos: «Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad. Tienen que estar dispuestos a cargar su cruz y a hacer lo que yo les diga”, Mt 16:24, Cuando damos el primer paso nos queda sola una posibilidad: dar todos los demás. Significa ir hacia adelante y ponernos en camino. Es la única manera de ser discípulos y estar en su seguimiento. Jesús que es el “Camino” recluta personas de fe, no viajeros preocupados por el retorno. El éxodo significa saber vivir en salida y se le ofrece a los nómadas. “A eso se refieren las Escrituras cuando dicen: «Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado lo que Dios tiene preparado para quienes lo aman», 1 Co 2:9.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 7 de enero de 2024

Abramos los ojos

Partir

«¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!»  “Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1:36-37

Cuando Jesús pasa cerca de nuestro diario andar es un muy buen momento para partir con él. La puerta debe estar abierta de par en par no para hacer entrar, sino para salir. Ahora es el momento oportuno. “Como colaboradores de Dios, les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia. Pues Dios dice: «En el momento preciso, te oí. En el día de salvación te ayudé» Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación”, 2 Co 6:1-2. Este es el momento de zarpar, salir o comenzar a caminar. Es necesario reconocer al que pasa y dejarse llevar por él. En el capital del tiempo que tenemos hay un instante para establecer el contacto cuando el pasa. Cuando asoma el horizonte de la realidad prometida, de una vida nueva, es el momento de nacer. Él te da la gracia de seguirlo. Abramos los ojos porque el que pasa es Jesús y es todo lo que necesitamos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 6 de enero de 2024

Estar con Él

 Prisa, prontitud y celeridad

“Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!», Jn 1:36

Jesús camina y pasa por allí. Quizás está cerca de tu vida, pero no se detiene. No se para y solo te ofrece la posibilidad de decidir inmediatamente. Decirle que vuelva a pasar dentro de poco, es casi imposible o poco probable. No hay demasiado tiempo para examinar la situación. Si deseamos tomar lo poco que tengo, lo indispensable, no lo podríamos alcanzar. Jesús pasa, lo puedes seguir, pero no parar. Te invita a ver dejando atrás todo lo demás. Solo podremos escucharlo cuando otras voces no sean las más importantes. Se alegrará en estar contigo cuando el “camino” se convierta en tu casa y te dará lo necesario al ver que no llevas nada. Jesús tiene un paso rápido, firme y nos llama con urgencia. “Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.”, Jn 12:26

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

viernes, 5 de enero de 2024

Destino

 Domicilio

"—Rabí, ¿dónde te hospedas? (Rabí significa “Maestro”.)”, Jn 1:38

Los discípulos solían ir detrás de un rabí no solo para frecuentar una escuela y estudiar una doctrina, sino para aprender un estilo de comportamiento. La vida de Jesús se hacía enseñanza. Ante la pregunta ¿Dónde vives? podría interpretarse por “¿Cuál es tu modo de vivir?”. Ellos expresan el deseo de conocer su persona, de compartir su destino, de participar en su misión, de vincularse a él para un camino. Jesús responde "—Vengan a ver —", Jn 1:39. Jesús no muestra un programa. Lo que ofrece es un descubrimiento progresivo, una vivencia y un auténtico camino de fe. “Ellos fueron, pues, y vieron dónde se hospedaba. Ese mismo día se quedaron con él”.  Dios nos llama a dar este paso, un salto para entrar en comunión con él. Es acercarnos para profundizar sobre su persona y participar en su proyecto. Nosotros podemos descubrir que la existencia tiene sentido, hay encuentro y vida con Jesús

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 4 de enero de 2024

Motivos

 Profundizar

"Jesús se volvió y al ver que lo seguían, les preguntó: —¿Qué buscan?”, Jn 1:38

El evangelio suele cuestionarnos por medio de las palabras de Jesús. El Señor quiere saber cuáles son nuestros motivos para estar en su seguimiento. Hay búsquedas y búsquedas. No todas son adecuadas y pueden ser no positivas. Hay otras que nos llevan a un verdadero encuentro de vida con aquel que dijo: “Yo soy el camino”. Jesús le dijo a una multitud “—Francamente, ustedes me buscan porque comieron hasta quedar satisfechos, y no por haber entendido los milagros que hice. No se preocupen tanto por la comida que se acaba, sino por la comida que dura y que da vida eterna. Ésa es la comida que yo, el Hijo del hombre, les daré, y ya Dios mi Padre les ha mostrado que yo tengo autoridad … Yo soy el pan que bajó del cielo, y el que cree en mí tendrá vida eterna. Yo no soy como el pan que comieron sus antepasados, que murieron a pesar de haberlo comido.» … Cuando muchos de los seguidores de Jesús le oyeron enseñar esto, dijeron: —Esto que dices es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede estar de acuerdo contigo? Pero Jesús les dijo—¿Esto los ofende? … El que da vida eterna es el Espíritu de Dios; ninguna persona puede dar esa vida. Las palabras que les he dicho vienen del Espíritu que da esa vida. Pero todavía hay algunos de ustedes que no creen… También les dijo que nadie podía ser su seguidor si Dios su Padre no se lo permitía.  Desde ese momento, muchos de los que seguían a Jesús lo abandonaron. Entonces Jesús les preguntó a sus doce apóstoles: —¿También ustedes quieren irse?  Simón Pedro le contestó: —¿Y a quién seguiríamos, Señor? Sólo tus palabras dan vida eterna. Nosotros hemos creído en ti, y sabemos que tú eres el Hijo de Dios”, Jn 6:26-69. Jesucristo nos da la “Vida Entera”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 3 de enero de 2024

Valor

 Coraje

“Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1.35-37

El que sigue al Señor no debe ser un estorbo, tampoco controlador, asfixiante, entrometido. Es alguien que deja espacio al “Otro” y espacio a la libertad de la gente. Como servidores es necesario desparecer en determinados momentos, no interferir y que cada persona tome su decisión personal. No somos sustitutos, sino servidores que ayudamos a otros a no faltar a la cita con aquel que les dice: ¿Qué buscan? Todo se trata de afrontar el riesgo de una opción personal, de una fe consciente, de un consentimiento a la iniciativa divina. Es el momento de la decisión individual y el coraje para rendirnos a un acontecimiento único, irrepetible, entregando todo no a una idea, a un sistema, sino a “Alguien” 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

martes, 2 de enero de 2024

Claridad

 Discernir e interpretar

"«¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!» Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron”, Jn 1.35-37

Juan el Bautista se caracterizó por ayudar a sus discípulos a discernir e interpretar el momento que les tocaba vivir.  Los discípulos por estar en la escuela de Juan el Bautista terminan por encontrarse con aquel que es “Totalmente Otro” y dejan al viejo maestro. Juan no vio en Jesucristo a un competidor buscando su popularidad y anima a sus discípulos a dejarle donde indica claramente quién es el Señor. "Él debe tener cada vez más importancia, y yo tenerla menos”, Jn 3:30. El personaje principal nunca debe quedar relegado en un rincón. El testimonio como seguidores de Jesucristo debe indicar quien es el verdadero protagonista de toda la historia. El auténtico creyente debe tener claridad de su rol, que sabe entrar en escena, sin miedo, en el momento justo, y sobre todo tener coraje para salir en el momento preciso.

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 1 de enero de 2024

Vivir

 Tiempo

“Al día siguiente, Juan estaba en el mismo lugar con dos de sus discípulos. Cuando vio que Jesús pasaba por allí, les dijo: «¡Miren, aquí viene el Cordero de Dios!» Al oír eso, los dos discípulos lo siguieron. Jesús se dio vuelta y, al ver que lo seguían, les preguntó qué querían. Ellos le preguntaron: —¿Dónde vives, Maestro? —Síganme y lo verán —contestó Jesús. Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día.”, Jn 1:35-39

El apóstol Juan nos describe un acontecimiento que cambió toda su vida. Se trata de su propia historia. Este momento transitorio se transformó en un momento decisivo. Las horas comunes se pueden transformar en decisiones que nos regalan una “vida entera”. La sabiduría del corazón consiste no en saber cuánto, sino cómo y para qué se vive. El contenido del día viene dado por el encuentro con el Señor. Tanto para Andrés, Juan y después Simón, y más tarde para Felipe y Natanael, esa jornada ha sido diferente, rica de tiempo, por ser rica de significado. Ellos han aprovechado esta oportunidad, invirtieron tiempo, no faltaron a la cita, no han dejado escapar este momento favorable. Dios nos llama a reflexionar sobre nuestro tiempo que está lleno de todo, pero no siempre de significado, de esencia o trascendencia. Nuestra oración puede ser la misma que el salmista expresó cuando dijo “Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría.”, Sal 90:12 “Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.”, Ef 1:17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 31 de diciembre de 2023

Cambio

 Autenticidad

La misión de Juan el Bautista fue bautizar para dar a conocer y manifestar la identidad del Señor, Jn 1:29-34. ¿Cómo entendía Juan la identidad de Cristo? Anuncio tres temas fundamentales. Su primer gran anuncio fue ¡Aquí tienen al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo!, Jn 1:29. Juan compara a Cristo con un cordero y nos ofrece una imagen de su identidad. Los corderos son vulnerables. Jesucristo se hizo vulnerable para compartir nuestras penas, alegrías, frustraciones y sueños, Fil 2:5-8. Es el cordero de Dios que se hizo vulnerable y quita nuestro pecado. Se rebajó, se humilló. Ser semejante a Jesucristo en su identidad implica que en el Reino de Dios “la sumisión y la quietud son las características de los más fuertes”. Al decir que Jesús quita el pecado del mundo estamos diciendo que lo divino puede tocarnos y cambiarnos a nosotros. Sería muy difícil o casi imposible ver un cambio en nuestras propias vidas si Jesús no quita el pecado. Su segundo gran anuncio fue que Jesucristo es el que Bautiza con el Espíritu Santo, Jn 1:33. Necesitamos de este bautismo para nacer de nuevo y día tras día andar en nueva vida. Es saturar nuestro ser con su Espíritu. Significa hundirnos, sumergirnos, empaparnos de Él. Es algo divino que ningún otro puede hacer, Jn 20:19-23. Su tercer gran anuncio fue que Jesucristo es el Hijo de Dios, Jn 1:34. Conocer la identidad de Cristo es un don del cielo. “En ese momento le había sido revelado a Juan que Jesús no era otro que el Hijo de Dios”. “Nosotros le conocemos porque él escogió darse a conocer”. Jesucristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, es el que nos bautiza con el Espíritu Santo y es el Hijo de Dios. ¿Lo crees? Te invito a creer y entregarte a Jesús. Tu pecado es borrado y perdonado, eres bautizado por su Espíritu Santo y una nueva vida comienza porque solo el Hijo de Dios puede hacer esto.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

sábado, 30 de diciembre de 2023

Desaparecer

 Tiempo de salida

"Juan lo miró y declaró: «¡Miren! 
¡Ahí está el Cordero de Dios!», Jn 1:36


Juan el Bautista no se amargó por no tener el papel principal en la película. Se alegró de ocupar su rol y en este caso dejo sus pretensiones teniendo una perspectiva adecuada de sí mismo. Juan alegremente le da el lugar a Jesús, Jn 1:35-37. “La verdadera persona religiosa es ‘uno que cede el puesto’. Es decir, el verdadero testigo no es nunca pesado, asfixiante, absorbente, sino que hace sitio a los demás. Cede el puesto al otro. Concede espacio a la libertad de los otros… El testigo auténtico es uno que sabe desaparecer en el momento justo, para dejar libre el campo a los verdaderos e insustituibles protagonistas del encuentro… paga el precio quizás más difícil: el marcharse de puntillas, para no molestar, sin esperar siquiera un gesto de saludo, o una invitación a la fiesta” En nuestro mundo y contexto es clave en todo tiempo comprender cuál es el tiempo de la acción y el tiempo de la salida.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

viernes, 29 de diciembre de 2023

Posición

 Sin nombramiento oficial

Cuando leemos algunos relatos sobre Juan el Bautista nos damos cuenta de que no tenía un puesto institucional. Los dirigentes y líderes religiosos solían verse amenazados si surgía algún tipo de competencia. La situación de Juan el Bautista por la falta de respaldo institucional era precaria, pero “toda la gente de la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén acudía a él". No por esto perdió el sentido u orientación de su identidad. El ejemplo de Juan el Bautista es su servicio humilde, generoso y desinteresado. Esto nos impacta y Jesús habla de Juan como el más grande de los profetas, Mt 11:7-15. Cuando Jesús fue a ser bautizado por Juan, este último trato de disuadirlo: “Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”, Mt 3:14. Jesús como Juan nos muestra el ejemplo de la humildad. Jesús se hizo bautizar por Juan y se solidarizó con las multitudes. Jesús se presenta no separado de los otros, sino en la hilera de los pecadores sin ser pecador, Is 53:12, 2 Co 5:21. Jesús y Juan no sacaron provecho de su posición. La plenitud del Espíritu de Dios se manifiesta en la humildad, la solidaridad con el Pueblo de Dios y la entrega total a la causa del Reino de Dios.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 28 de diciembre de 2023

Significado

 Identidad

“Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quien era. No se negó a declararlo, sino que confesó con franqueza: Yo no soy el Cristo”, Jn 1:19-20

¿Por qué los judíos enviaron a preguntarle a Juan acerca de su identidad? Para los judíos Juan representaba un enigma, nadie lo conocía, venia del desierto. Su aparición repentina exigía una explicación. ¿Quién eres tú? Fue categórico y su primera respuesta fue: “Yo no soy el Cristo”. “¿Quién eres entonces? –le preguntaron-. ¿Acaso eres Elías? No lo soy. ¿Eres el profeta? No lo soy... ¡Tenemos que llevar una respuesta a los que nos enviaron! ¿Cómo te ves a ti mismo?”, Jn 1:21-22. Juan se veía como una voz que llamaba al pueblo a preparar el camino del Señor. Nada más que una voz, Is 40:3. Lo importante era su función, Jn 1:6-8. Reconocía y hablaba de que solo el Mesías es quien toca y cambia las vidas. Se veía como un instrumento y siervo de Dios. “No era la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz”. Daba testimonio de Jesús y anuncio su presencia. “Cualquier grandeza que poseyera provenía de la grandeza de Aquel cuya venida anunciaba”, Jn 3:27. Juan buscaba la sencillez. No buscaba gloria, poder o una posición elevada. No se creía el único o el más importante. Entendía que la gente le pertenecía a Dios. No son las instituciones, nuestros métodos y programas los que cambian a las personas. Con su vida señalaba a Jesucristo. A su vez se veía a sí mismo, como más bajo que un esclavo. “Yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias”, Jn1:27. “Tener en claro nuestra identidad es el principio de un ministerio sano”. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox