miércoles, 21 de febrero de 2024

Autoridad Absoluta

El más fuerte

“Jesús y sus compañeros fueron al pueblo de Capernaúm. Cuando llegó el día de descanso, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar”, Mc 1:21

Cuando la comunidad de fe atraviesa periodos de un sueño profundo el diablo duerme tranquilamente. Muchas veces el peligro está oculto, es secreto e invisible. Esto puede pasar cuando tenemos un estilo de vida opaco, decadente y perdemos el compromiso en ser discípulos de Jesús. En estas circunstancias el demonio puede dormir con mucha tranquilidad, se entrega al sueño, desaparece de circulación, porque no tiene nada que temer. Cuando el demonio se siente amenazado trata de no perder sus posesiones que debilitan su poder y cuestionan su imperio. La llegada de Jesús hace sonar todas las alarmas y los demonios saltan: “¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?”. Llego el más fuerte y tiene la autoridad absoluta. Su nombre es Jesús. “Permítanme darles otra ilustración. ¿Quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa”, Mc 3:27. “Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente. Yo soy el buen pastor. El buen pastor está dispuesto a morir por sus ovejas”, Jn 10:10-11. Expulsemos al demonio, pero no a Jesús. “Porque la luz hace todo visible. Por eso se dice: «Despiértate, tú que duermes; levántate de los muertos, y Cristo te dará luz», Ef 5:14

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 20 de febrero de 2024

Amor

Los intereses de Dios

"En la sinagoga, había un hombre que tenía un espíritu malo. El espíritu le gritó a Jesús: —¡Jesús de Nazaret! ¿Qué tienes contra nosotros? ¿Acaso vienes a destruirnos? Yo te conozco. ¡Tú eres el Hijo de Dios!", Mc 1:23-24

Hay fuerzas que impiden a la persona ser humano y desfiguran la creación de Dios. Es fundamental quitar esta fuerza que destruye porque los enemigos del ser humano son los enemigos de Dios. Indudablemente lo que atenta contra el ser humano atenta contra su dignidad y contra Dios. Los intereses de Dios se juegan en el terreno de los seres humanos. El enemigo es común y el ser humano es asunto de Dios. El espíritu maligno, gritó: “¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?” Su amor y autoridad hace salir de todo ser humano lo que tiende a esclavizarlo. Al estilo de Jesús somos llamados a escuchar el grito de aquellos que viven lo que es indebido y por mas que nos griten que no debemos meternos en ciertos temas, no hay que dudar. Es la señal por la cual debemos participar anunciando el reino de Dios.  “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.”, Jn 3:16-17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 19 de febrero de 2024

Propuesta liberadora

Libre

“Pero Jesús lo reprendió: «¡Cállate!—le ordenó—. ¡Sal de este hombre!». En ese mismo momento, el espíritu maligno soltó un alarido, le causó convulsiones al hombre y luego salió de él”, Mc 1:25-26

En el evangelio de Marcos la expulsión de demonios ocupa un lugar importante. Las personas son víctimas de fuerzas malignas y Jesús se encuentra frente a una persona que no es él mismo y que está ocupado abusivamente por otro. Nos encontramos ante un enemigo común, de Dios y del ser humano. El demonio suele ocupar lo que Dios quiere sanar, restaurar, devolver la dignidad y sentido de la vida. El espíritu maligno debe salir porque Dios quiere consagrar la vida de todo ser humano a su destino original y encontrar la armonía en todas sus relaciones. El éxodo del ser humano hacia Dios se inicia con el éxodo de los espíritus malignos que suelen apoderarse de las personas. Día a día necesitamos las palabras de Jesús que le dice a toda maldad que nos rodea ¡Sal de aquí! Dios nos ama profundamente y nos quiere liberar de todo pensamiento y espíritu que nos lleva a la muerte. Su propuesta es liberadora de toda opresión y permite al ser humano tener una correcta relación con Dios, unos con otros, consigo mismo y con la creación. Necesitamos esa palabra simple de Jesús cuyo resultado final es nacer de lo alto en una nueva creación y ser liberados del mal. Jesús obliga a salir afuera al verdadero enemigo y derrotarlo. Jesús nos da un espacio de libertad y de comunión. “Y si yo echo fuera los demonios con el poder del Espíritu de Dios, con eso les demuestro que el reino de Dios ya está aquí”, Mt 12:28

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 18 de febrero de 2024

El poder de Dios

Autoridad

“De pronto, un hombre en la sinagoga, que estaba poseído por un espíritu maligno, gritó: «¿Por qué te entrometes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? ¡Yo sé quién eres: el Santo de Dios!», Mc 1:23-24

La autoridad que tiene Jesús no solo se basa en su enseñanza. El milagro es otra manifestación de su autoridad. El poder mostrado por Jesús está orientado en favor de los demás. Dios se hace presente y actúa en el mundo a través de la enseñanza y a través de la palabra que sana. Dios libera a las personas en el hecho de que su palabra es una palabra que hace que suceda algo. Dios se hace presente en nuestro tiempo, nos confronta, nos llama y el demonio advierte que su reino se ve amenazado porque es embestido por el reino de Dios. Solo el Santo de Dios puede darnos “vida entera”, con propósito y proveer lo necesario para desarrollarnos para el bien de toda la humanidad. “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”, Jn 8:36 “Pues el reino de Dios no consiste en las muchas palabras sino en vivir por el poder de Dios”, 1 Co 4:20

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

sábado, 17 de febrero de 2024

Inmenso amor

Diferente

"Lo hacía con verdadera autoridad, algo completamente diferente de lo que hacían los maestros de la ley religiosa”, Mc 1:22
En la época de Jesús había muchos maestros, intérpretes oficiales o teólogos especialistas que interpretaban las escrituras ¡Si alguno tenía autoridad, eran precisamente ellos! La autoridad de Jesús que impresionaba a la gente era de otro tipo. Era una autoridad que venía de lo alto y que era reconocida por la gente común. No estaba fundada en el miedo, reglamento o bien en el legalismo y la obediencia a ciegas. Su autoridad se basaba en que la gente podía ver las exigencias de su corazón, su amor y las aspiraciones más profundas de libertad. No era una autoridad basada en algún puesto, sino en su propia persona. En Jesús, el mensaje es inseparable de su ser. El mensaje es él mismo. Su corazón está a favor de los “pequeños” y es el que hace libre a las personas. Jesús nos cuestiona en términos de autoridad. Nos hace pensar en el amor y nos dice “Misericordia quiero y no sacrificio”. Nos habla de la gracia, nos lleva a lugares espaciosos para que podamos movernos en libertad, se acerca a nosotros y una y otra vez nos dice “Te amo”.  Inmenso amor que lo cubre todo y que no lo puedo conquistar en base al mérito. No puedo hacer nada más y nada menos para que Dios me siga amando: “Me ama y te ama”. “Así que, cuando tengamos alguna necesidad, acerquémonos con confianza al trono de la gracia de Dios. Él nos ayudará, porque es bueno y nos ama”, He 4:16
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox

Be Alright (LIVE) - Evan Craft, Redimi2, Danny Gokey

jueves, 15 de febrero de 2024

Compartir la vida

 Con vocación

“Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!», Mc:1:17

Lo importante en la vida no es tanto lo que uno hace sino lo que uno es. Puede existir un hacer, pero alejado de mi vocación de discípulo que implica compartir la vida y llamar a otros a seguir a Jesús. El Señor trabaja en relación con nuestro ser, cambiando nuestra mentalidad y forma de pensar. Nos hace crecer en el desarrollo de las opciones del Reino de Dios. Cuando se piensa bien es cuando aceptamos pasar de la experiencia a la inexperiencia. Algunos de sus discípulos eran expertos en materia de pesca de peces y cosas afines, pero su nuevo oficio como pescadores de personas los confrontaría con su incompetencia. Jesús les dijo: “¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!”. Dios nos llama a participar de algo más grande y nos dice “que vengan los inexpertos”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 14 de febrero de 2024

Espacios Sagrados

 En otra parte

"Entonces Jesús salió de nuevo a la orilla del lago y enseñó a las multitudes que se acercaban a él.  Mientras caminaba, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en su cabina de cobrador de impuestos. «Sígueme y sé mi discípulo», le dijo Jesús. Entonces Leví se levantó y lo siguió", Mc 2:13-14.

Dios no busca una determinada categoría de personas o gente muy especial. La invitación es abierta para todas las personas que deciden tomar en serio el Evangelio y creer la buena noticia. Somos llamados a creer, seguir y recorrer el camino del Señor. No se trata de interpretar un rol religioso o jerárquico. Cuando rechazamos las opciones y actitudes de servicio del Señor hemos decidido no seguir y distanciarnos de Jesús de Nazaret. El llamado de Jesús no está orientado y acomodado en el recinto del templo, en un momento religioso, sino en una escena totalmente profana o secular. Gente que trabaja como Simón, Andrés, Santiago y Juan caen en la red de Cristo mientras están ocupados en su oficio de pescadores. El riesgo hay que tomarlo fuera del templo cuando estamos cara a cara con alguien que tiene necesidad de mi vocación como discípulo del Señor. Es una perspectiva distinta cuando nos damos cuenta que anunciar el Evangelio lo podemos hacer con cualquier oficio, dedicándonos a cualquier actividad. Se trata de otros espacios que son sagrados para Dios y donde él está trabajando en buscar hombres y mujeres para el Reino.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 12 de febrero de 2024

Les enseñara todas las cosas

 Dejarse hacer

“Les voy a enseñar a ganar seguidores para mí”, Mc 1:17

Los discípulos no sabían de que se trataba hacer discípulos que hacen otros discípulos, que forman comunidades de discípulos al estar en el seguimiento de Jesús. Una de las características de un discípulo es “dejarse hacer” y “ponerse en las manos del Señor”. El discípulo no dice “ya llegue” y es un proceso que “dura toda la vida”. Discípulo es simplemente uno que se está haciendo. Lo importante es seguir y seguir avanzando, creer y seguir creyendo. Es imitar al Señor siguiendo sus opciones y gestos. Lo que importa es que se intente y seguir intentando. “El Espíritu Santo vendrá y los ayudará, porque el Padre lo enviará para tomar mi lugar. El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que les he enseñado”, Jn 14:26

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 11 de febrero de 2024

Actitudes

 Seguimiento

“Jesús los llamó, y ellos lo siguieron”, Mc 1:20

El discípulo es alguien que encontró a “Otro” y el énfasis está puesto en “Seguir”. "Después, Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y les dijo: «Si ustedes quieren ser mis discípulos, tienen que olvidarse de hacer su propia voluntad”, Mc 8:34-37. El seguimiento es, precisamente, lo que justifica el desprendimiento. El discípulo es uno que sigue a Jesucristo, se une a él y establece una relación profunda. Ser discípulo no es solo aprender, sino el que está determinado a “seguir”. El creyente acepta más que una doctrina un proyecto de vida. Somos llamados a un modo de pensar nuevo; a un nuevo hacer que surge del impacto con la “gracia de Dios”. Se trata de recorrer el camino que nos propone el Señor, hacer sus mismas opciones, repetir sus gestos, asumir sus pensamientos y actitudes, inspirarnos en sus criterios, adoptar sus preferencias.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 9 de febrero de 2024

En movimiento

 Una respuesta

“Jesús los llamó, y ellos lo siguieron, dejando a su padre en la barca, con los empleados”, Mc 1:20

Jesús está siempre en movimiento y pone en movimiento a las personas. Los discípulos tuvieron fe en seguir a Jesús y estuvieron abiertos a dejarse hacer. El discípulo es alguien que se entrega confiadamente a una Persona y responde a una llamada aun cuando no puede medir en concreto todas las consecuencias.  La fe es acontecimiento y una respuesta generosa al acercamiento de Jesús. En el evangelio, la fe es presentada como antídoto contra el miedo, contra el cálculo, contra la prudencia humana, contra la vacilación ante los compromisos. Cuando alguien nos llama se espera una respuesta y las decisiones que se toman tienen una relación directa con el desprendimiento. Cuando Jesús nos llama nos lleva a saber dejar algo, una separación, una renuncia, un despojo. Uno se hace creyente cuando estamos dispuestos a dejarnos quitar nuestra vieja manera de ser y pensar.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

jueves, 8 de febrero de 2024

Palabra creadora

 Sentido de precisión

“En ese mismo instante, Simón y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús”, Mc 1:18

Todo llamado tiene un sentido de dejar lo que hacemos para atender al que nos llama. Hay una oportunidad, un momento favorable, preciso y confiable, pero requiere una respuesta. Jesucristo camina y nos llama a pertenecerle. Hay prisa, apremio, celeridad y perentoriedad. Jesús nos llama a la vocación de ser sus discípulos que hacen otros discípulos, que generan un movimiento de plantación de iglesias para que la humanidad sea bendecida, Dios sea adorado y el mal derrotado. La invitación no es suave, sino categórica, apremiante. En la llamada se revela la eficacia de la palabra. Es una palabra creadora que hace discípulos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 7 de febrero de 2024

“He sido encontrado”

Iniciativa de gracia

“Jesús les dijo: “Síganme”, Mc 1:16-20

En Jesús encontramos a una persona que toma la iniciativa. La llamada viene de él y solo de él. Es una invitación de gracia. No depende del mérito de la persona y resulta desconcertante. La vida que sigue a Jesús es la respuesta a la manifestación de la gracia. No soy yo el que elijo, soy elegido. Dios se ha puesto a caminar por nuestros caminos y no somos nosotros los que solemos ir en búsqueda de Dios. Es Dios el que sale a buscarnos y en su desenlace positivo podemos decir “He sido encontrado”. La fe, como el seguimiento, no es conquista. El discípulo no capta al Maestro, sino que es captado por él. La doctrina es la gracia y la ética es la gratitud.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 6 de febrero de 2024

Mensaje

 Una mirada

“Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a Andrés … Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo …”, Mc 1:16-20

En Jesús solemos encontrar una mirada, una iniciativa y un llamado. Jesús vio y para dirigirse a alguien hay que verlo. En Jesús encontramos una mirada que ensancha el corazón. Es una mirada que selecciona, elige y suele llevarnos a otra manera de ser. El encuentro comienza con ver y es propuesta de relación. Jesús camina y sigue mirando. “Después de esto, Jesús fue otra vez a la orilla del Lago de Galilea. Mucha gente se reunió a su alrededor, y él se puso a enseñarles. Luego, mientras caminaban, Jesús vio a Mateo hijo de Alfeo, que estaba sentado en el lugar donde cobraba los impuestos para Roma. Jesús le dijo: «Sígueme.» Mateo se levantó enseguida y lo siguió”, Mc 2:13-14. Es una mirada que se convierte en mensaje y hoy te llama: «Sígueme»

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 3 de febrero de 2024

Comunidad

 Una escena urbana

“Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo. Ellos también eran pescadores, y estaban en una barca arreglando las redes. Jesús los llamó, y ellos lo siguieron, dejando a su padre en la barca, con los empleados”, Mc 1:19-20

Ser discípulos significa seguir a Cristo y recorrer su mismo camino. Si nos alejamos en imitar sus actitudes de servicio nos alejamos de él, nos alejamos de creer y sólo interpretamos un papel religioso. Es posible estar “en otra parte”, lejos de su sentir y corazón, aunque tengamos un rol religioso. El llamado de Jesús no se limita con estar en el templo porque su escena principal es más bien civil, urbana y comunitaria. Simón y Andrés como Santiago y Juan pudieron visualizar otro tipo de red cuando se dieron cuenta que otros necesitaban de su oficio. Ya no se trataba de los peces sino de otro tipo de perspectivas. “En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.», Mc 1:17. Los discípulos tuvieron que pasar de la experiencia a la inexperiencia. Ellos se dejan atraer por algo más grande que ellos, no oponen resistencia y a su vez no comprenden todo. Dios confía en que podemos superarnos y lanzarnos en el campo de la inexperiencia. Quizás en este tiempo necesitamos a los inexpertos que se arriesguen a tirar otro tipo de red. Una nueva manera de ser, seguir y vivir el evangelio. Jesús nos vuelve a decir: “Sígueme”. “Como dice la Biblia: «Para aquellos que lo aman, Dios ha preparado cosas que nadie jamás pudo ver, ni escuchar ni imaginar.», 1 Co 2:9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

miércoles, 31 de enero de 2024

CONMOVEDOR. Los aficionados del LIVERPOOL en ANFIELD LE CANTAN a JURGEN ...

"Nunca Caminaras Solo"
Es muy interesante lo que sucedió en el equipo de Fútbol Liverpool de England. Su Director Técnico Jürgen Klopp anuncio que se retira al finalizar la temporada y la gente e hinchada le cantaron "NUNCA CAMINARAS SOLO". Esto me hace pensar que el Señor nos dice lo mismo. No importa la circunstancia que pasemos: "YO ESTOY A TU LADO". A su vez es un gran desafío para toda comunidad cristiana en caminar juntos unos con otros y sentir que siempre estamos siendo alentados y animados. "NO ESTAMOS SOLOS"
"Por tanto, no tengan miedo,
pues yo soy su Dios
y estoy con ustedes.
Mi mano victoriosa
les dará fuerza y ayuda;
mi mano victoriosa
siempre les dará su apoyo.", Is 41:10

martes, 30 de enero de 2024

Dejarse Hacer

 La respuesta

“En ese mismo instante, Simón y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús”, Mc 1:18

La fe en Jesucristo es entregarnos confiadamente a una persona, es aceptar la aventura y el riesgo. Es una respuesta incondicional y generosa al acercamiento de Jesús. Es el antídoto contra el miedo, la vacilación y la prudencia humana. Esta respuesta implica desprendimiento, renuncia y seguimiento. Uno se hace creyente en la medida que acepta dejarse tocar por Dios en sus prioridades. El descubrimiento hace palidecer lo que se ha dejado atrás. El seguimiento es, precisamente, lo que justifica el desprendimiento. El discípulo es uno que sigue a Cristo, se une a Cristo, establece una relación vital con él. No es solo aprender sino seguir. Se trata de un proyecto de vida, hacer sus mismas opciones, repetir sus gestos, asumir sus pensamientos, actitudes, inspirarse en sus criterios y adoptar sus preferencias. Jesús se da a conocer en la medida que le sigamos. Esta respuesta incluye el dejarse hacer. “Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.», Mc 1:17. El discípulo es simplemente alguien que se está haciendo, acepta las condiciones y experimenta poder. No dice he llegado, es un llamado que dura toda la vida y lo importante es no dejar de intentarlo. Confiamos en aquel que dijo “Yo te haré”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 29 de enero de 2024

¿Dónde está Dios?

 En movimiento

“Jesús pasaba por la orilla del Lago de Galilea, cuando vio a Simón y a Andrés, dos pescadores que eran hermanos, y que estaban pescando con sus redes. Jesús les dijo: «Síganme. En lugar de pescar peces, les voy a enseñar a ganar seguidores para mí.». Mc 1:16-17

El evangelio de Marcos presenta a Jesús en constante movimiento. En Jesús encontramos a alguien que nos mira, toma la iniciativa y nos presenta un desafío. Jesús camina y camina, nos llama y nos pone en movimiento. Todo encuentro comienza con ver y la mirada se convierte en mensaje, en propuesta de relación y de afecto. En la antigüedad eran los discípulos los que escogían a su maestro, pero en Jesús la llamada viene de él y solo de él. Es una llamada de gracia y no de mérito. Seguir a Jesús es una respuesta a la manifestación de su gracia. Jesús nos llama y lo nuestro es una respuesta. Si me decido, es porque antes he sido solicitado por alguien que se ha decidido por mí. Nos encontramos con Dios porque él decidió encontrarse con nosotros. ¿Dónde está Dios? Te esta buscando. La fe no es conquista; es ser conquistado. “En ese mismo instante, Simón y Andrés dejaron sus redes y siguieron a Jesús”, Mc 1:18. Este llamado es ineludible y urgente porque nuestro Señor quiere que le sigamos por dónde él camina. Hay eficacia en su palabra porque es una palabra creadora que hace discípulos y mejor es el rechazo explícito que la indecisión indefinida.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

domingo, 28 de enero de 2024

Mas allá

 Pasos 

“—Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús…,” Jn 1.48-51

Cuando Dios interviene, “llama” a toda persona a abandonar la planta o el árbol junto a la que se ha establecido. El árbol o la planta no debe convertirse en un refugio o descanso prolongado. Dios ve nuestro territorio y aquellos lugares donde nos encontramos y solemos frecuentar. Jesús exige una fe capaz de ir más allá. “—Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol de moras: “Desarráigate y plántate en el mar”, ¡y les obedecería!”, Lc 17:6. Dios nos considera capaces de hacer cosas imposibles, pero él no arranca árboles. Prefiere cambiarnos a nosotros cuando tenemos la tentación irresistible de echar raíces en un lugar seguro. Jesús busca fruto aunque no sea tiempo de higos y suele meter su mano en la higuera, y el fruto que sacia su hambre es ver a su gente en movimiento, Mc 11: 12-25. Se trata de estar dispuestos a dejar cierta comodidad, lo viejo e ir al encuentro de lo nuevo. El discípulo siempre está llamado a elegir entre el camino y la planta que protege. El evangelio tiene la necesidad de los pasos y no de la protección de ramas. Dios tiene paciencia con todos nosotros y nos brinda otra oportunidad, Lc 13:6-9. El fruto bueno producido por el árbol bueno es aquel que camina, Mat 7: 17:20. «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra»

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 27 de enero de 2024

Sinceridad

 Integridad

Jesús cuando se encontró con Natanael lo definió como “un verdadero israelita en quien no hay falsedad”. ¿Qué significa vivir con sinceridad y sin falsedad? La palabra de Dios nos invita a conocer la verdad, seguirla, permanecer y enamorarnos de la misma. Jesús nos dice: “Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”, Jn 8:31-32. ¿Cómo vencer la oscuridad y la mentira? Tiene un precio vivir en la verdad y la luz. Es dejar que la palabra de Dios y su espíritu nos examinen, nos descubra y muestre quienes somos. Una de nuestras barreras para vencer la oscuridad y andar en la verdad es el miedo. Cuando nos acercamos a la luz y la verdad no debemos tener miedo. El hecho que nuestras malas obras se descubran delante de Dios es para salvarnos y sanarnos. Para vencer el miedo es necesario tener coraje y ser valientes. La invitación es acercarnos al amor, la luz y la verdad. Jesucristo es la verdad y la luz del mundo, Jn 8:12,14:6. Nosotros al igual que Natanael somos desafiados por el Señor para estar en su seguimiento y vivir con integridad, Jn 1:50. Tal vez Jesús nos diga: “Aquí tienen a una verdadera persona, en quien no hay falsedad”. Que Dios nos ayude en esto.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 26 de enero de 2024

Amplios y abiertos

 Sobrenatural

Felipe aparece en la escritura como aquel que busco a Natanael, Jn 1:45. Natanael era una persona que buscaba con sinceridad y honestidad a Dios, pero responde como una persona prejuiciosa “¡De Nazaret!, ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”, Jn 1:46. La periferia genera duda, desconfianza, riesgo e inseguridad. Entre la gente y los religiosos de esa época estaban aquellos que no supieron identificar a Jesús. El Hijo de Dios está abierto para todos los que tienen fe, pero permanece escondido para aquellos que lo rechazan. Jesús mostró su apertura y revelación. Natanael tuvo un encuentro con Jesús y lo confronta a tener una visión más amplia: “¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!” y añadió “Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”, Jn 1:49-51. Jesús se identifica como el único y verdadero vínculo entre el cielo y la tierra, entre Dios mismo y toda la humanidad. Jesús es el Dios vivo, encarnado entre los hombres para que su bendición llegue a todas las familias de la tierra. No es solo para un determinado grupo étnico. Es para toda lengua, pueblo y nación, Ap. 5:9. El evangelio es de alcance universal y se nos llama a ser amplios y abiertos. Vivir la sorpresa, la esperanza y ver cosas más grandes. La invitación está presente: “Ven a ver”. Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Llegar al sentido y propósito de la vida. Unirnos a su misión. Te invito a ver a Jesús con los ojos de la fe y tener esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 24 de enero de 2024

Bendición

Abundancia

"—¿Cómo es que me conoces?—le preguntó Natanael. —Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.  Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra», Jn 1.48-51

Natanael fue desafiado a estar en el seguimiento de Jesús antes de haber visto, entendido o consultado a los expertos. Su acceso a la fe pasa por la aceptación que puede llegar a ver cosas más grandes. Se trata de una nueva historia y un nuevo recorrido. El itinerario del creyente es aventurarse por senderos inexistentes. El esperado es él, el hijo de José y viene de donde no se le espera. “De su abundancia, todos hemos recibido una bendición inmerecida tras otra”, Jn 1:16. “Ven y lo verás” es un lanzarse cada vez más allá, con los pies y los ojos, de sorpresa en sorpresa, de descubrimiento en descubrimiento, con pasión y fe. Natanael decidió formar parte de la historia de Dios aceptando que su horizonte reducido se abra a otro más amplio, en una sucesión interminable. Natanael va en busca de un “Desconocido” que lo conoce. A buscar “Uno” que ya lo ha encontrado. Hay una invitación para todos nosotros en ver un cielo abierto lleno de posibilidades. Es necesario dar un salto y salir al encuentro de lo sobrenatural.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

 

Estímulo y Búsqueda

 Signo

“—Ven y compruébalo tú mismo—le respondió Felipe”, Jn 1:46

Los “signos” suelen favorecer la búsqueda y la atraen discretamente hacia un “más allá” en dirección del descubrimiento de la persona de Cristo. Los signos no son nunca “concluyentes”, sino que estimulan y hacen más profunda la necesidad de una búsqueda posterior, menos aparente, más profunda. “Nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos. Cristo nos envió para que hablemos de parte suya, y Dios mismo les ruega a ustedes que escuchen nuestro mensaje. Por eso, de parte de Cristo les pedimos: hagan las paces con Dios. Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.”, 2 Co 5:19-21.  “—Ven y compruébalo tú mismo—“. Que podamos ser un "signo" para los demás en dirección hacia Jesucristo.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 23 de enero de 2024

Oportunidad

 Crisis

"— ¡Nazaret!—exclamó Natanael—. ¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”, Jn 1:46

La búsqueda no es un camino triunfal, sino que se presenta marcada por crisis, dudas, extravíos, vacilaciones, errores. El buscador no se rinde porque no vea claro. Es alguien paciente y obstinado en medio de la oscuridad, consciente que vera claro … después. Cree y sigue creyendo, confía y avanza. Natanael se acerco a Jesús y pudo reconocerlo como el Hijo de Dios. Primero está la decisión, el compromiso, la aceptación, después la explicación. El riesgo provoca la luz y el “ver” se promete a quien tiene fe. La fe representa la condición, la “causa” del ver, no la consecuencia. La oscuridad se supera no solo con la luz, sino también con la promesa de la luz. Caminar hacia la luz es comenzar a ver. Las crisis pueden ser nuestras oportunidades y no deben ser un obstáculo para la búsqueda. Perder, también puede ser ganar. Hay peligro, pero también está la oportunidad. Es la sorpresa en las manos de Dios. Cuando un nómada encuentra a Jesús, no encuentra una acomodación, sino una misión, un encargo que cumplir, un servicio al que dedicarse. La búsqueda nunca puede darse por terminada y hay que seguir caminando como un discípulo. Es dirigirnos hacia lo imprevisto y disponernos para lo inesperado. La búsqueda apaga la sed y al mismo tiempo, la provoca, la alimenta, la aviva, la profundiza. El encuentro con el Señor se afirma cuando estamos en comunidad. El creyente se descubre así como “un ser en comunión” y la fe se convierte en una buena noticia para los demás. Todo esto es la gracia de Dios donde descubrimos que “Alguien” se nos adelantó, ya nos conocía y nos buscaba. “Dios es amor”. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

lunes, 22 de enero de 2024

Posibilidades

 Buscar

"Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: —¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés y los profetas escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret", Jn 1:45

Buscar implica, necesariamente, un deseo intenso, una exigencia profunda, una esperanza. La búsqueda puede llegar a significar una insatisfacción, una tensión hacia la superación, la voluntad de ir “más allá” de lo que se tiene y de lo que se es. Buscar significa ponerse en camino, renunciar a la autosuficiencia, a la seguridad de las posiciones adquiridas y del saber acumulado, a las costumbres, a los esquemas repetitivos. Nuestro sentido de significancia encuentra su propósito cuando tenemos un encuentro directo, personal y determinante con el Señor. Jesús revela el verdadero rostro de Dios y se nos anima abandonar una vieja manera de pensar y encontrar una nueva manera de ser. "Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si llama, es atendido", Mt 7:8 “Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres… Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres”, Jn 8:32, 36.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 21 de enero de 2024

Comprobar

 Palpar

"Se llama Jesús, ...  —Pude verte debajo de la higuera antes de que Felipe te encontrara—contestó Jesús.  Entonces Natanael exclamó: —Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios, el Rey de Israel! Jesús le preguntó: —¿Crees eso solo porque te dije que te había visto debajo de la higuera? Verás cosas más grandes que esta. Y agregó: «Les digo la verdad, todos ustedes verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre, quien es la escalera entre el cielo y la tierra», Jn 1.43-51

 El encuentro con Jesús es gracia y cuando Felipe recibe el llamado a seguir a Jesús lo que hace inmediatamente es compartir su descubrimiento. Ante la incredulidad de Natanael lo desafía a ver y comprobar. El que es testigo no ofrece nada propio o personal porque lo determinante es siempre el contacto directo con Jesús. Antes que Natanael vaya al encuentro con Jesús nos encontramos una vez más con la iniciativa divina que nos conoce y nos busca. Mientras ellos se acercaban, Jesús describe a Natanael como un hombre totalmente íntegro. Natanael es leal porque está abierto a la novedad y admite que puede equivocarse. Jesús es el eterno descubrimiento y día tras día hay un cielo abierto para todos nosotros. El cielo nunca está lejos de la tierra.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 20 de enero de 2024

Regalo

 Gracia

“Al día siguiente, Jesús decidió ir a Galilea. Encontró a Felipe y le dijo: «Ven, sígueme», Jn 1:43

Dios por medio de su gracia nos busca para que le podamos reconocer, adorar y seguir. Lo primero siempre es la iniciativa divina. La búsqueda es gracia, no simplemente esfuerzo humano. Es don, no conquista.  Él ha venido precisamente para buscarnos y lo nuestro es simplemente una actitud de respuesta. Nuestra búsqueda es el fruto de su búsqueda, un dejarnos buscar y un dejarnos encontrar por él. “Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.  Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”, Ef 2:8-10. “Pues Dios conoció a los suyos de antemano y los eligió para que llegaran a ser como su Hijo, a fin de que su Hijo fuera el hijo mayor entre muchos hermanos. Después de haberlos elegido, Dios los llamó para que se acercaran a él; y una vez que los llamó, los puso en la relación correcta con él; y luego de ponerlos en la relación correcta con él, les dio su gloria”, Ro 8:29-30

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

viernes, 19 de enero de 2024

Nuevo comienzo

 Leer la vida

“Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te vas a llamar Cefas, es decir, Pedro», Jn 1:42

Jesús nos conoce y sabe quiénes somos realmente. Su mirada no solo es una mirada de elección, sino también una mirada profunda. Nos puede leer el corazón, sabe que llevamos dentro y como interpretamos la vida. Jesús le anuncia a Simón que será llamado Pedro. Mas adelante Jesús les pregunta a sus discípulos: “—Y ustedes, ¿quién dicen que soy? Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano. Ahora te digo que tú eres Pedro (que significa “roca”), y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará”, Mt 16:15-18. Jesucristo es la “vida entera”, es la roca que edifica la iglesia y el poder de la muerte no la conquistará. “Ustedes son piedras vivas que Dios está usando para construir un templo espiritual. Por lo tanto, acérquense a Jesucristo, pues él es la piedra viva que la gente despreció, pero que Dios eligió como la piedra más valiosa. Además, ustedes son sacerdotes especiales, y por medio de Jesucristo le ofrecerán a Dios los sacrificios que a él le agradan. Pues Dios dice en la Biblia: «… Seré la piedra principal, y serviré de base al edificio» El que confíe en mí jamás será engañado» … “ustedes son miembros de la familia de Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, y son su pueblo. Dios mismo los sacó de la oscuridad del pecado, y los hizo entrar en su luz maravillosa. Por eso, anuncien las maravillas que Dios ha hecho.”, 1 P 2:4-9. Se nos encarga dar a conocer al Señor que puede leer la vida de todo ser humano, darle un nuevo comienzo y una nueva interpretación.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 18 de enero de 2024

Conmoción

 Realidad dinámica

"Ellos fueron y vieron dónde vivía Jesús; y como eran casi las cuatro de la tarde, se quedaron con él por el resto del día. Uno de ellos era Andrés, el hermano de Simón Pedro. Lo primero que hizo Andrés fue buscar a su hermano Simón. Cuando lo encontró, le dijo: «¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!» Entonces Andrés llevó a Simón a donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero ahora te vas a llamar Cefas, es decir, Pedro», Jn 1:39-42

Encontrarnos con Jesús es una realidad dinámica y una misión para realizar. Andrés y el otro discípulo permanecieron con Jesús, pero esta realidad no fue la concluyente. Andrés, sin dudarlo fue a buscar a su propio hermano Simón y cuando lo encontró, le dijo: «¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!». Nada es ya como antes. Se ha producido un hecho nuevo, por el cual ellos son personas “distintas”.  La fe es don y es experiencia. El “signo” ofrecido por el testigo puede servir para encender un deseo, poner en movimiento, pero de ninguna manera debe reemplazar al descubrimiento personal. El encuentro con Jesús no esta encerrado en sí mismo en una esfera intimista. Estar y seguir a Jesús nos lleva en ir a buscar a otros. El “ver” se hace contagioso y la fe se hace invitación. El encuentro con Jesucristo nos lleva a ir a buscar a los demás. No buscarle, no “vivir con él”, significa que otros no lo puedan encontrar. Una fe no contagiosa es una fe enferma, o incluso muerta.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

miércoles, 17 de enero de 2024

Trayecto

 Seguir y ver

La única manera de conocer a Jesús es ir por donde el camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros. El evangelio de Juan nos dice que los primeros discípulos le siguieron y “se quedaron con El”, Jn 1:39. Jesús nos desafía a ver donde se hospeda. Su casa es casa de oración para todas las naciones; para todas las etnias hasta lo último de la tierra, Mc 11:17. Está caminando por cada rincón de esta tierra, no se queda quieto y “es imprevisible en sus exigencias”. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada”, Is 54:2-3.  Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver, y no ver para poder seguir. Implica creer y seguir creyendo. Muchos quieren ver antes de comprometerse, pero bienaventurados son los que creen sin ver porque luego verán, Jn 20:29. “Sin la seguridad de haber visto y entendido todo, estamos llamados a arriesgarnos y actuar en la confianza de que Dios será fiel a su carácter y promesas. Como dijo Pablo, "estamos llamados a vivir no por vista, sino por Fe, 2 Co. 5:7”. Esto cambia nuestra historia y cambia la historia. “Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo”

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox