viernes, 23 de junio de 2023

Señales

Un corazón y un alma

“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común”, Hch 4:32

Lo que sucedió en esos días es el resultado de la predicación de Pedro en Pentecostés. Fueron días que el Espíritu Santo llevo a la comunidad del Reino de Dios a manifestar su carácter. Dios nos vuelve a desafiar en la actualidad al pensar que formamos parte de estos “últimos días” y no importa cuán largos sean los mismos. Lo que ocurrió con la resurrección de Jesucristo y el derramamiento del Espíritu Santo es que los postreros días han comenzado. Somos llamados a ser una señal y anticipo del reino venidero. Un Reino que se caracteriza por el amor, la paz, la abundancia y la justicia. Lo que se describe no es un ideal, sino la señal concreta de lo que significa ser una comunidad de fe, esperanza y amor. La finalidad de la iglesia es practicar el amor y expresar la nueva vida en el Espíritu. “Conocemos lo que es el amor verdadero, porque Jesús entregó su vida por nosotros. De manera que nosotros también tenemos que dar la vida por nuestros hermanos. Si alguien tiene suficiente dinero para vivir bien y ve a un hermano en necesidad, pero no le muestra compasión, ¿cómo puede estar el amor de Dios en esa persona? Queridos hijos, que nuestro amor no quede solo en palabras; mostremos la verdad por medio de nuestras acciones. Nuestras acciones demostrarán que pertenecemos a la verdad, entonces estaremos confiados cuando estemos delante de Dios”, 1 Jn 3:16-19. 

Carlos Scott

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