Superación
"Este fue de noche", Jn 3:2Jesús le habló a Nicodemo y nos habla a cada uno de nosotros. Es necesario nacer de lo alto, nacer del Espíritu. El evangelio de Juan nos habla de una posibilidad de superación que su origen está en Dios. Nacer del Espíritu es lo contrario a la "carne". La palabra carne, usada en el sentido teológico y ético, hace referencia al esfuerzo personal independiente de Dios. Se refiere a lo que puede hacer el ser humano sin la ayuda, guía y poder divino. Puede estar marcado por la impotencia, limitación, falta de plenitud, incompleto, realizado sólo parcialmente, incapaz de cumplir el proyecto de Dios. El ser humano marcado por su debilidad, precariedad e insuficiencia se le presenta la posibilidad de abrirse al Espíritu de Dios. La superación es posible sólo a través de una intervención de Dios. Juan pone en evidencia la gracia de Dios y su iniciativa en la persona de Jesucristo. Por lo tanto, la condición para ver el Reino y entrar en él es nacer de lo alto, del agua y del Espíritu. ¿Cómo es posible?, ¿Cómo puede ser esto? El criterio del juicio en la respuesta humana es creer y no creer. La noche puede ser interpretada como un símbolo del rechazo y la elección de las tinieblas, pero también como un deseo de salir afuera. En Nicodemo encontramos a una persona que busca. Se encuentra en la noche, porque todavía no ha conocido a Jesús que es la luz. Podemos elegir creer y necesitamos la fe. "Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios", Ef 2:8. "Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo.", Ro 10:17
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox