miércoles, 3 de abril de 2024

Transformación

Retoques y cosmética

"Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva ...", Mc 2:21 

La conversión es un cambio de corazón. Es transformación profunda, no operación de cirugía estética. Es cambio de mentalidad, no de fórmulas. Es algo ridículo colocar un vestido juvenil en alguien muy viejo. Seguirá siendo viejo. Se habla de prudencia, equilibrio y tradición que en otras palabras para algunos es aferrarse al propio esquema, tener poder, control y no querer renovarse. Jesús no podía entrar en el esquema de los maestros de la ley. Ellos pensarían en retoques y con eso basta. Jesús no es una pieza nueva para colocarla en un vestido viejo. No debemos confundir ajuste con transformación.  "Con respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos; ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo. «Si se enojan, no pequen». No permitan que el enojo les dure hasta la puesta del sol ni den cabida al diablo. El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados. Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan. No agravien al Espíritu Santo de Dios con el que fueron sellados para el día de la redención. Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias y toda forma de malicia. Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo", Ef. 4:22-32

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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