Salir sin saber dónde ir.
Salir sin saber dónde ir fue la experiencia de Abraham. “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber dónde iba… y habito en tiendas de campaña”.
Dios habla y manifiesta su deseo para su pueblo: “¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra! y “Yo te pongo ahora como luz para las naciones a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra”.
Lo primero que podemos decir es que Jesucristo se define como el camino: “Yo soy el camino”. Implica que somos llamados a movernos siguiendo sus pasos y ejemplo. Es aprender a caminar en el Espíritu y estar decididos a partir porque el encuentro con El está en otro lado. Jesús nos desafía y nos dice: “Vengan a ver”.
Se trata de una Fe difícil porque Dios muchas veces nos sacude, nos moviliza, hay que partir y no conocemos el camino. Es una Fe difícil porque debemos considerar fiel al que nos ha hecho la promesa y es una Fe difícil porque Dios nos pone a prueba. No se trata de una Fe fácil. La Fe barata o fácil es cuando nos quedamos con una teología que no incomoda, que esta domesticada y es complaciente.
En este viaje la seguridad no cuenta. Es habitar en carpas de campaña y no podemos conciliar la Fe con el confort del viaje y la organización previa. Hay que ponerse a caminar, mover la carpa y estar en contacto con otras personas. Implica que no hemos llegado a nuestro destino final y que no somos propietarios de algún lugar en especial. Estamos en progreso y hay que avanzar. Es buscar un nuevo horizonte y llevar el mensaje del evangelio que transforma toda la existencia humana.
“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. Porque a derecha y a izquierda te extenderás…”
COMIBAM Internacional y Caminemos Juntos