jueves, 24 de febrero de 2022

Inquietudes

 "OH Dios conoce mis inquietudes, conoce mi corazón"


No siempre conocemos nuestro corazón, pero ¡Sí! le podemos pedir a Dios que nos haga conforme a su corazón. David expresó: "Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname, Dios mío, los pecados que cometo sin darme cuenta! ¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti!", Salmo 19:12-13

David fue una persona quebrantada de corazón. Sufrió por el celo y la envidia de Saúl; fue engañado. Lo rebajaron de grado militar, procuraron matarlo, lo persiguieron, anduvo en cuevas, en el desierto, se tuvo que hacer pasar por loco para ser aceptado por los extranjeros y enemigos. Sufrió la burla de otros y la incomprensión de sus 600 hombres: "¿Cómo que no mataste a Saúl?”.

Un corazón integro se forma a través de la prueba. Descubrió que nada sirve tener un corazón orgulloso, soberbio y altivo.

La prueba nos lleva a fortalecernos en Dios en la más dura aflicción: “Y David se fortalecía en el Señor su Dios”, “Y David consultaba con su Dios”, 1 S 30:6-7.

Que nuestra oración pueda ser la misma oración que finalmente hizo David: "Dios mío, mira en el fondo de mi corazón, y pon a prueba mis pensamientos. Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva.", Salmo 139:23-24.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

miércoles, 23 de febrero de 2022

Llorar

"Y Jesús Lloró".

Lucas 19:41-42a. “Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar,...”.¿Por qué lloró Jesús al ver la ciudad de Jerusalén?

Jerusalén era la ciudad de las ilusiones perdidas. Poco quedaba de la ciudad esplendorosa. La corrupción, la política, los ritos vacíos, la religiosidad barata dirigida por ladrones, corruptos, negociadores de la fe. Una ciudad desorientada, confundida, una ciudad vacía, una ciudad que le había dado la espalda a Dios. Y recuerde que toda sociedad que deja a Dios de lado no puede tener otro destino que la ruina. El problema de Jerusalén no era que no tenía fe sino que la fe no tenía el fermento transformador.

Jesús lloró.

¿Si Jesús llegaría hoy a nuestras ciudades por qué lloraría?

Por el 30, 40 o 50 % de pobres.
Por la mitad de los jóvenes que no trabajan.
Por la mentira usada como verdad.
Por la violencia que recorre las calles.

Jesús lloraría porque todo esto tiene una raíz. ¡Argentina se ha alejado de Dios!

Meses después de aquel llanto sobre Jerusalén, nació la incipiente comunidad de fe que se llama iglesia.

Dice Hechos 8:4-8 sobre esta comunidad: "Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban". Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad. …hacia el final de este pasaje dice…“y aquella ciudad se lleno de alegría”.

El llanto de Jesús se transformó en gozo y alegría.

Jesús lloró pero la historia no termino allí, se levantaron hombres y mujeres a vivir de manera radical su fe, dispuestos a vivir la fe hasta las últimas consecuencias.

Si hoy cumplimos la misión transformadora de Dios… como lo hizo aquella primera iglesia, entonces algún día se dirá:

¡y Argentina se llenó de alegría!

Dr. y Pastor J. Norberto Saracco

Foto de Gilbert Lennox

martes, 22 de febrero de 2022

Enviados

 Estar con él, andar con él y aprender de él...

Jesús ejemplificó lo que es el discipulado cristiano. Jesús, tomando la iniciativa, llamó a sus discípulos para que estuviesen con él, Mr. 3:14

Marcos resume las palabras de Jesús en pocas palabras: "...y para enviarlos", Mr. 1:17.

Todos pueden entrar en la profundidad de este compromiso. No se necesita tener un título de grado, ser sabio, intelectual, culto, profesional, religioso/a. No hace diferencia entre pobres y ricos, joven o adulto, hombre o mujer, el que tiene mucha educación y el que no la tiene. Es una invitación abierta para todos/as y no excluye a nadie. Nunca se llega a ser demasiado adulto para comenzar el proceso. Dios sea alabado por todo esto.

El Rey de Reyes y Señor de Señores se acerca y se abre hacia nosotros. Nos dice “yo te amo como un estudiante”, “ven y yo te voy a formar”, nos capacita y ser discípulo/a es el único requerimiento o respuesta. Cualquier persona en cualquier lugar puede entrar en la profundidad de este compromiso. Jesús nos invita a estar con él, andar con él y aprender de él. Es un requerimiento que debe durar toda la vida.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 21 de febrero de 2022

Corazón

 Siempre hay lugar en su corazón...

Una mujer tenía una niña poseída por un espíritu maligno, fue y se arrojó a los pies de Jesús. Esta mujer era extranjera, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara al demonio que tenía su hija, Mc 7:24-26. Esta mujer exclamo: “hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos”, Mc 7:28. ¿No puedo comer lo que los hijos arrojan al piso?

La mujer reconoce que está debajo de la mesa. Ha sido marginada. Solo le llegan algunas migajas. Encima de la mesa está el pan que es el evangelio para todos los pueblos y etnias, pero puede ser desvirtuado cuando solo caen algunas migajas. La mujer se vuelve voz de los marginados.

“Jesús le dijo: Por haberme respondido así, puedes irte tranquila; el demonio ha salido de tu hija”, Mc 7:29. Jesús encuentra una fe verdadera en la periferia y muy distante de lo que esperaba de los hijos verdaderos, Ro 9:25, Mt 21:43. Se fundamenta la misión universal de Dios, Ef. 2:14, Ga 3:26-28.

Somos desafiados a imitar a Jesús y servir el pan a los que están debajo de la mesa. Jesús es el pan de vida para todos los pueblos y todas las etnias.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox 


domingo, 20 de febrero de 2022

Veras cosas más grandes

 ¡Vas a ver aun cosas más grandes que estas!, Jn 1:43-51

Felipe aparece en la escritura como aquel que busco a Natanael. Le dijo: “Hemos encontrado a Jesús de Nazaret, el hijo de José, aquel de quien escribió Moisés en la ley, y de quien escribieron los profetas”, Jn 1:45.

Natanael responde como una persona prejuiciosa “¡De Nazaret!, ¿Acaso de allí puede salir algo bueno?”. Tenía dificultades para aceptar la propuesta. Nazaret era un pueblo sin importancia por su pequeñez y señalado en la ruta de las caravanas, lugar impuro, mezcla de gente y costumbres.

Jesús confronto a Natanael a tener una visión más amplia: “Ven a ver”. Jesús cuestiona nuestros valores, confesiones y creencias.

Natanael tuvo un encuentro con el Señor. Era una persona que buscaba con sinceridad y honestidad a Dios. Estuvo abierto a lo que Jesús podría hacer en su vida y supero el prejuicio.

Todo tiempo es oportuno para ver algo más grande. Vivamos la sorpresa y esperanza. La invitación está presente: “Ven a ver”. Miremos a Jesús con los ojos de la fe y tengamos esta experiencia que nos lleva a vivir lo sobrenatural.

¿Qué significa estar abierto a ver cosas mayores que vienen de Dios?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


miércoles, 16 de febrero de 2022

Certezas para un tiempo nuevo - Pr. Norberto Saracco

SEGUIR

  Seguir para poder ver”, Jn 1:35-39


"Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunto: ¿Qué buscan?", Jn 1:37-38. Jesús nos confronta y siempre es un buen momento para preguntarnos y pensar, ¿Qué es lo que buscamos de Jesús?. El Señor cuestiona a los que les siguen y nos desafía “Vengan a ver”, Jn 1:39.

“Vengan a ver” es la gran invitación de Jesús. Nos desafía a profundizar nuestro compromiso y continuar un proceso de fe. Es camino e invitación.

La única manera de conocerle es ir por dónde Jesús camina. Suele desacomodarnos para quitar nuestras ambiciones egoístas. Es directo y nos quiere llevar a pensar en los demás, trabajar a favor de la justicia, la misericordia y la paz. Nos invita a seguirle y busca una transformación en nosotros.

Jesús es imprevisible en sus exigencias. “El no soporta nuestra tienda angosta, de siempre. La quiere diferente, más espaciosa, más variada”, Is 54:2-3. Estar en el seguimiento de Jesús es un proceso que comienza y nunca acaba. La invitación de Jesús es seguir para poder ver, y no ver para poder seguir.

“Aceptemos por tanto nuestro camino. Que es siempre un camino incomodo, lleno de dificultades y de sorpresas. Saber caminar a oscuras, saber correr el riesgo, saber gustar la aventura cristiana en todo su maravilloso dramatismo”

¿Cuáles son nuestros sueños y proyectos? ¿En que deseamos invertir nuestra vida?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

lunes, 14 de febrero de 2022

Humildad, Servicio y Generosidad

El ejemplo de Juan el Bautista es su servicio humilde, generoso y desinteresado. Esto nos impacta y Jesús habla de Juan como el más grande de los profetas, Mt 11:7-15. Cuando Jesús fue a ser bautizado por Juan, este último trato de disuadirlo: “Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”, Mt 3:14. Jesús como Juan nos muestra el ejemplo de la humildad. Jesús se hizo bautizar por Juan y se solidarizó con las multitudes. Jesús se presenta no separado de los otros, sino en la hilera de los pecadores sin ser pecador, Is 53:12, 2 Co 5:21.
Jesús y Juan no sacaron provecho de su posición. La plenitud del Espíritu de Dios se manifiesta en la humildad, la solidaridad con el Pueblo de Dios y la entrega total a la causa del Reino de Dios. Juan el Bautista no se amargo por no tener el papel principal en la película. Se alegró de ocupar su rol y en este caso dejo sus pretensiones teniendo una perspectiva adecuada de sí mismo. Juan alegremente le da el lugar a Jesús, Jn 1:35-37.
“La verdadera persona religiosa es ‘uno que cede el puesto’. Es decir el verdadero testigo no es nunca pesado, asfixiante, absorbente, sino que hace sitio a los demás. Cede el puesto al otro. Concede espacio a la libertad de los otros… El testigo auténtico es uno que sabe desaparecer en el momento justo, para dejar libre el campo a los verdaderos e insustituibles protagonistas del encuentro… paga el precio quizás mas difícil: el marcharse de puntillas, para no molestar, sin esperar siquiera un gesto de saludo, o una invitación a la fiesta”
En nuestro mundo y contexto es clave en todo tiempo comprender cuál es el tiempo de la acción y el tiempo de la salida. Podría ser muy perjudicial si nos retrasamos. Se trata de que aprendamos esta lección, el coraje de decir “No soy yo”
¿Qué entiendo cuando se habla de hacer y dar el lugar a otros? ¿Qué significa ser humilde, generoso y desinteresado? ¿Qué implicancias tiene?
Carlos Scott

domingo, 13 de febrero de 2022

Alegría

 “Los llenaré de alegría”


“Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día”, Gn 2:1-3.

El día de descanso es una señal de libertad y amor donde salimos de las carreras opresoras que caracterizan a la sociedad de la productividad y el consumo. Se nos llama a honrar la vida, hacer fiesta y celebrarla

El descansar implica tomar distancia de la sociedad del rendimiento, la autosuficiencia y el poder que está caracterizado por la aceleración; su falso concepto de éxito y exceso de positivismo.

Cuando no tomamos tiempo para descansar podemos creernos que somos los “salvadores” cayendo en la auto explotación de nosotros mismos que nos lleva a vivir “sin límites”. Como el agua que se va entre las manos perdemos los vínculos y la profundidad. Algunos han definido esto como una sociedad líquida, sin consistencia y sensibilidad.

Queremos animar a romper con estos esquemas, es hora de parar y recordar que todo depende de Dios.

Es tiempo de recobrar una teología trinitaria; una teología de las relaciones, dando sentido a la relación con Dios, con nosotros mismos, con el prójimo y la creación.

Que nuestra existencia pueda ser una danza circular de vida y amor donde caminamos hacia el otro. Una teología caracterizada por la proximidad, la equidad y el sentido de pertenencia. Dar valor a las relaciones de unos a otros y romper con los círculos de la propia auto explotación.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox

sábado, 12 de febrero de 2022

Fiesta

 "Hagamos fiesta", Lc 15:1-32

Esta parabola nos habla de una padre amante que recibe a sus hijos en el fracaso de sus vidas.

Muchos creen que estar perdido es estar lejos de una determinada estructura religiosa e institución. Lo cierto es que puede haber gente cerca del templo pero lejos de Dios.

Estamos perdidos cuando nos volvernos legalistas, sin misericordia y amor. Esto fue lo que le paso a un hijo que nunca había abandonado la casa familiar. Este hijo cuando vio que la casa se lleno de alegría por la vuelta del hermano menor, un poder oscuro salio a la luz. No disfrutaba la alegría de vivir y se negó a participar de la fiesta familiar.

Lo cierto es que hay mucho resentimiento entre los “justos”, los “rectos”. A veces hay mucho juicio, condena y prejuicio entre la gente que esta muy preocupada por evitar el “pecado”. Cuando nos dejamos llevar por cierto fanatismo de normas, reglas, estatutos, descalificando y actuando con justicia propia, nos volvemos menos libres, perdemos la alegría y la gracia. Nos volvemos personas “duras”.

¿Quién nos puede librar de todo esto? Solo lo puede hacer la mano de Dios que nos invita a creer, confiar y movernos en un espacio de Gracia. Como hijos somos llamados a despojarnos de aquello que nos hace esclavos y dar pasos hacia la libertad.

En esta parábola descubrimos como es nuestro Dios. Es un corazón lleno de misericordia infinita. En el amor de Dios hay lugar para todos. Jesús es el camino de Dios para hacer que lo imposible sea posible, para dejar que la luz conquiste la oscuridad.

Carlos Scott

viernes, 11 de febrero de 2022

Regreso

 Camino de regreso, Lc 15:1-32

Dios nos ama profundamente y nos recibe con los brazos abiertos, pero el camino de regreso se hace largo cuando consideramos el amor de Dios en forma condicional.

Cuando caminamos al encuentro con Dios albergamos dudas si seremos bien recibidos. Dios nos ama siempre en cualquier condición en la que nos podemos encontrar. Su palabra nos dice que con amor eterno nos ama (Jeremías 31:3). Nos conoce desde el vientre donde fuimos formados. No somos alguien sin nombre o desconocidos para Dios (Salmo 139:13-16).

Otras veces el camino de regreso se hace largo porque nos cuesta volver a confiar. La vida hace que pasemos experiencias de rechazo y estas experiencias traumáticas muchas veces nos hacen dudar y volver a confiar. Creemos que con Dios puede ser lo mismo.

El camino de regreso se hace largo cuando creemos que no tenemos valor y esto genera culpa falsa. A veces el problema es que podemos rechazamos a nosotros mismos. Necesitamos que Dios nos rescate de esto. Dios nos puede liberar de estos pensamientos y sentimientos. Debemos creer y afirmarnos en su palabra (Salmo 27:10, Jeremías 1:5, Isaías 41:9-10, 49:15-17)

El camino de regreso también se hace largo cuando preferimos llevar una pesada carga. Creemos que nuestras buenas obras serán tomadas como ofrenda y justicia para complacer o satisfacer a Dios. Preferimos auto lastimarnos para que nos acepte. Pensamos en un Dios severo y justiciero más que pensar en un Dios de Gracia.

El camino se hace corto cuando dejamos a Dios ser Dios. Creer lo que nos dice, seguirle y que haga lo que tiene que hacer. Que Dios pueda hacer todo el trabajo de sanación, salvación, regeneración y renovación en cada uno de nosotros. Para esto es clave creer, confiar y entregarnos a su amor.

Carlos Scott​

Foto de Gilbert Lennox 

jueves, 10 de febrero de 2022

Familia

 "Volvamos a Casa"

"Sed pues misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. Sean compasivos como vuestro Padre es compasivo” (Lucas 6:36).

La parábola del Padre amante nos enseña que Dios busca a las personas y quiere encontrarlas, Lc 15:1-32. “¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidare! Grabada te llevo en las palmas de mi mano” (Isaías 49:15-16).

Dios es amor. Los judíos y religiosos de aquel momento no podían concebir a un Dios que saliera en busca de los pecadores. Dios es un Dios que no se esconde.

Esta parábola es la historia del amor que siempre estuvo antes de cualquier rechazo y que sigue presente después de los rechazos. Es el amor que siempre da la bienvenida y lo quiere celebrar.

Esta parábola es una invitación para amar como Dios ama, tener compasión, aceptación y perdón para dárselos a los demás. Este amor y perdón es para los que un día abandonaron la casa o bien están adentro, pero con un corazón lejos del latir y sentir de Dios.

En la tierra tenemos padres y madres que son imperfectos y nosotros también lo somos. Pero cuando miramos el amor de Dios que no quiere que nadie perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento podemos decir que hay esperanza aquí y por la eternidad.

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox