"Ciertamente él cargo con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayo el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos nosotros andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros" Isaías 53:4-6
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