¿Conoce Dios tu nombre? ¿Sentimos el cuidado de Dios?
“Dios lo llamó desde la zarza, ¡Moisés, Moisés! Aquí me tienes – respondió", Éxodo 4:3. "Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo,... y conozco bien sus penurias. Así que he descendido para librarlos,... Así que disponte a partir,..." Ex. 3:7-10.
El día que el ángel del Señor se le apareció al octogenario Moisés, en ese día, Dios se introduce a sí mismo y se presenta en un arbusto pequeño, que misteriosamente, no era consumido por el fuego. Luego vino el llamado: “¡Moisés, Moisés!” “Yo soy el Dios de tu padre" "Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Un nombre basado en nombres, esto es personal.
Solamente un Dios personal podría decir: “He visto la miseria de mi pueblo” “He visto y escuchado su lamento” “He venido a rescatarlos” Y llega el momento del llamado: “Te envió a ti". Esto es personal.
El llamado de Dios comienza con la autorrevelación de Dios. Él llama cuando menos lo esperamos. Dios nos llama por nuestro nombre y luego nos dice Su nombre.
El Dios de Abraham, Isaac y Jacobo es también el Dios de Javier, Vanina, Diego, Daniel, Karina, Fernando, Eva, Leo, Matías y Yani. Este creador nos cuida y escucha nuestro gemido, él conoce nuestras faltas, él entiende nuestros pensamientos. Él llama, porque él cuida – y luego él envía. Dios nos envía al mundo con el mismo propósito.
Para pensar: ¿Podes colocar tu nombre después del nombre de Dios, "Yo soy el Dios de..."? ¿Cómo es tu Dios? ¿En dónde necesitas la ayuda de Dios?
¿Conoces a alguien que sea víctima de algún tipo de esclavitud, que necesite conocer al Dios del Éxodo?¿Conoces a alguien a tu alrededor que está triste, con miedo o solitario? ¿Qué cosas sencillas podemos hacer para compartir el amor de Dios con estas personas?
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