Repensar nuestra trayectoria en tiempo de vacaciones
Cuando converso con diferentes perfiles que vienen a consultarme por esta problemática, siempre se genera una cara de sorpresa cuando les pregunto ¿Cuál es tu propósito? ¿Qué es lo que querés? ¿Qué te apasiona? ¿Cómo quisieras verte dentro de 3 o 5 años? ¿Cómo quisieras que te recuerden?¿Cuál es tu legado?
La respuesta que recibo, muchas veces coincide en ¿Y vos, qué pensás?¿Qué me recomendarías? Como si poner la responsabilidad en el otro podría ser la respuesta a nuestra decisión. En muchos casos solemos delegar en otros las decisiones más importantes de nuestras vidas.
Trabajamos las horas clave del día, los días clave de la semana, las semanas clave del año y los años clave de nuestras vidas.¿Acaso sería correcto que sea una persona distinta a nosotros quien defina qué haremos, cómo, cuándo, con quiénes y dónde lo llevaremos a cabo?
Daniel Pink afirma que son tres los factores de la motivación personal: propósito, maestría y autonomía. Propósito es el para qué estamos, cuál es la razón de ser, esa pregunta que nos impulsa hacia adelante. El gran paraguas que nos marca la dirección. La maestría es la capacidad de dominar la disciplina por la que tenemos vocación, ser cada vez mejores en aquello en lo que nos destacamos y auténticamente nos importa. Y la autonomía es el deseo de dirigirse a uno mismo, de hacer una contribución decisiva desde la convicción personal, dirigir nuestro propio comportamiento sin que nadie nos de órdenes.
Cada uno de nosotros es el actor protagónico de su propia trayectoria, el arquitecto que edifica cada uno de los pasos. Siempre hay muy buenos argumentos para procrastinar y postergar esa reflexión y proyección. En vacaciones tenemos las condiciones ideales para realizarlo, la distancia óptima. Aprovechemos esta oportunidad que nos impulsará a brindar nuestra mejor versión y sentirnos muy orgullosos de nosotros mismos. Todos nos merecemos trabajar de aquello que se conecta con nuestro propósito, donde desplegamos nuestra pasión y, desde ya, recibimos la retribución que nos merecemos. El momento es ahora y depende, en gran medida, de cada uno de nosotros!
Alejandro Melamed
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