jueves, 22 de septiembre de 2022

Una danza de vida y amor

 Generar espacios

Dios nos llama a reflejar su imagen trinitaria y enfatizar una vida de correcta relación los unos con los otros. La imagen de Dios es como una danza divina de tres personas que se aman unas a las otras y se reciben plenamente, en donde cada una de ellas se vuelve “una” con las otras. Cada persona de la trinidad provee espacio para las otras dos. Esta fabricación de espacio está asociada en dar lugar, Fil 2:6. Hay comunión y comunicación total, donde cada persona existe solamente en la medida que camina y avanza hacia la otra, ocupando su lugar. La permanencia y la morada de una de las tres Personas en la otra significa que son inseparables, que no han de separarse. Cada persona está en el otro y viceversa, sin mezcla o confusión. Se mantiene la personalidad, sin caer en el individualismo. Hay unidad con distinción, distinción sin mezcla, y unidad sin separación. Por lo tanto, ser creados a su imagen es reflejar a Dios. "Sean humildes, amables y pacientes, y bríndense apoyo, por amor, los unos a los otros. Hagan todo lo posible por vivir en paz, para que no pierdan la unidad que el Espíritu les dio.", Ef 4:2-3. Vivamos en armonía como comunidad y generemos espacios para todas las personas. 
"¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo? ¿Existe algún consuelo en su amor? ¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu? ¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito. No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús." Filipenses 2:1-11
Carlos Scott

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