Reconociendo la luz
”Mientras conversaban y hablaban, de pronto Jesús mismo se apareció y comenzó a caminar con ellos”, Lc 24:15Algunas veces perdemos la capacidad de darnos cuenta de que Jesús camina con nosotros. Esto le paso a dos de sus discípulos en su camino hacia Emaús. Hay veces que no lo reconocemos a causa de nuestro cansancio y desorientación. Y Jesús nos pregunta “—¿De qué están hablando por el camino?” ¿Cuál es nuestro estado de ánimo? Es como si conociéramos demasiado nuestra oscuridad como para darnos cuenta en lograr reconocer la luz. Nuestra esperanza a veces tiene poco aguante y una esperanza de poco aguante no es esperanza. No siempre lo que queremos aparece cuando lo pedimos. Nos cuesta esperar y sufrir en silencio. Es necesario caminar y escuchar. Necesitamos ver más allá. Cuando la soledad nos rodea hay alguien que está empeñado en caminar con nosotros. En medio del camino Jesús se sienta a la mesa, toma el pan, lo bendice y nos da el alimento necesario para que se nos abran los ojos. Un corazón apagado necesita nuevamente escuchar las palabras de Jesús. Es ahí donde todo vuelve a comenzar y el corazón comienza a encenderse. La oscuridad se transforma en luz, el desánimo en una pasión incontenible y el cansancio en una fuerza que nos permite lograr lo imposible. Solo Jesús, solo él y nada más. Respira la vida: “El Señor ha resucitado”.
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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