La alegría
"La gente le dijo a la mujer: «Ahora creemos, no por lo que tú nos dijiste, sino porque nosotros mismos lo hemos oído; y sabemos que en verdad él es el Salvador del mundo.», Jn 4:42Entre muchas cosas que podemos pensar sobre la mujer samaritana está la alegría que pudo sentir por compartir al Señor y que su pueblo llegara a creer. Es una mujer que sonríe y no tiene ninguna pretensión de atraer la atención hacia su persona, de mendigar reconocimiento. No pretende brillar con luz propia. Desde el momento en que el personaje principal está en el centro de la escena, ella puede quedarse tranquila en un rincón. Las dos características del testigo son la pasión y la discreción. Capaz de iluminar, pero también de eliminarse. Debe saber acercarse, pero también saber desaparecer en el momento oportuno. "Él debe tener cada vez más importancia, y yo tenerla menos.", Jn 3:30. Esta es también nuestra alegría.
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox
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