Revelación
"Ahora Dios nos ha dado a conocer su misteriosa voluntad respecto a Cristo, la cual es llevar a cabo su propio buen plan. Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra", Ef 1:9-10
Se espera que el Reino de Dios y la iglesia crezcan. Jesús habló sobre
el crecimiento del Reino de Dios y su extensión progresiva sobre las naciones
hasta que llegue a su plenitud, Mt 13, Mc 4:26-32, Lc 13:18-21. Dios nos habla
en este presente: "¡Que todo el mundo me busque para la salvación!, porque
yo soy Dios; no hay otro. He jurado por mi propio nombre; he dicho la verdad y
no faltaré a mi palabra: toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua me
declarará su lealtad". Is 45:22-23. En Jesús el reino se hizo presente y
se nos llama a compartir las buenas nuevas, Lc 4:43, 8:1, 9:2, 60, Mat 24:14. El
Reino de Dios no está ausente o estático. Parece estar oculto y en secreto,
pero puede verse con los ojos de la fe. Las personas pueden experimentar este
reino y entrar en él. Las parábolas de Jesús hacen referencia al crecimiento de
este Reino que se explica por una semilla y una levadura. Crece de manera
imperceptible, los inicios son pequeños, poco impresionantes, misteriosos, pero
el crecimiento se logra, avanza y las personas se sorprenden. Este Reino no
puede ser manipulado por técnicas humanas y crece sobre el modelo de la verdad
que se ha revelado en Jesucristo. Es el reino de la verdad y crece como
levadura, como fermento. Leuda culturas y sistemas sociales donde la iglesia está
llamada a dar testimonio de la verdad. Es la base para una sociedad más justa y
reconciliada. Cuando crece el Reino de Dios crece la iglesia. El Reino de Dios
se hará manifiesto al final de los tiempos en toda su plenitud.
Carlos Scott
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