viernes, 6 de junio de 2025

Construir, reedificar, renovar y restaurar trae esperanza

La espiritualidad que construye, restaura y renueva

"Me dijeron: «Las cosas no andan bien. Los que regresaron a la provincia de Judá tienen grandes dificultades y viven en desgracia. La muralla de Jerusalén fue derribada, y las puertas fueron consumidas por el fuego», Neh 1:3
Construir, reedificar, renovar y restaurar trae esperanza. En el 445 A.C. después de los 70 años de cautiverio en Babilonia, los judíos empezaron a regresar a Judá, regresaron a Jerusalén para ser más específicos
Nehemías fue un judío trabajando en un cargo público en la ciudad persa de Susa. Nehemías recibe noticias que las murallas de su ciudad natal están derrumbadas y que la ciudad de sus padres corría peligro. Esta realidad tocó su alma y se puso triste. Él lloró, y él oró.
Nehemías sintió el llamado de tomar acción y reedificar las murallas de la ciudad. Esto lo llevó a ver cómo podía ganarse el favor del Rey. Cuando estuvo en su presencia, a pesar del temor se encomendó al Dios del cielo y consiguió el permiso para volver a su ciudad con los materiales que necesitaba para reedificar, construir, restaurar y renovar.
Nehemías reconoce la mano de Dios en su vida. “Y el rey accedió a mi petición, porque Dios estaba actuando a mi favor”, Nehemías 2:8
Reedificar nunca es fácil. Se requiere de trabajo duro, implica que puede haber cambios y voces a nuestro alrededor que pueden ayudar o pueden dificultar el proceso. Algunas veces para volver a construir es necesario arrancar, derribar, destruir y demoler, Jer. 1:10
Cuando Dios decide reedificar y restaurar trata de que busquemos su modelo y desechemos otras construcciones, Hch 15:16-18
Reedificar y restaurar trae esperanza. Así como Nehemías encontró las murallas caídas de la ciudad de Jerusalén, alrededor nuestro hay necesidad de reedificar y restaurar
Pensemos en el estado actual de la nación, la iglesia, la comunidad, familias, amistades, escuelas, y mucho más. Dios llama a su gente para construir, renovar, reedificar y restaurar
Todo esto implica que cuando estamos tristes, podemos llorar y orar, pero el final nos debe llevar a una acción. Podemos tener la seguridad que Dios trabaja a favor de todos los que le aman
Carlos Scott
Foto Gilbert Lennox

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