lunes, 23 de junio de 2025

¿Solemos colocarnos a favor de otras personas cuando enfrentan injusticias o terminamos colocándonos aparte?

La espiritualidad en la santidad

¿Puede la santidad alejarnos de otras personas, abandonar el amor, la misericordia y descalificar a otros?

"¡Yo vi al Señor el año que murió el rey Uzías!", Isaías 6:1-8

Isaías fue un profeta del Antiguo Testamento que fue enviado a un duro trabajo: predicar y profetizar a la rebelde nación de Judá. En los capítulos iniciales de Isaías hay una denuncia directa del estado del pueblo y la sociedad de su época. El profeta está inmerso en esta realidad y no aparte de la misma. Son estos momentos donde necesitamos una renovada visión del Señor

Isaías tuvo una visión de la santidad de Dios. La descripción de la imagen de Dios en medio de su gloria es impresionante. Había poderosos serafines y "En gran coro antifonal cantaban: ―Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.", Is 6:1-3

La visión lo lleva a experimentar una profunda angustia por su condición humana. La palpable santidad de Dios lo lleva a mirar su propia vida – no a su vecino, no a su iglesia - sino al mismo Isaías. Su angustia radica en que ve su propio pecado que lo lleva a buscar confesión y purificación. Antes que Isaías fuese enviado por Dios, necesitaba un encuentro con la santidad de Dios.

“Santo” significa “consagrado o apartado”, pero esto no significa que debía vivir dándole la espalda a su gente. “Isaías es humano y se encuentra en el mismo nivel que otros seres humanos. El profeta se coloca al lado de sus compatriotas y nunca en una posición de superioridad. Asume el problema del pueblo como algo propio, no se excusa y no se lava las manos”.

Isaías entiende el estado de su alma a la luz de la santidad de Dios, experimenta el perdón de Dios y reconoce que no debe vivir ajeno a lo que le pasa al otro. Isaías está listo para ser enviado.

Para pensar: ¿Cómo afecta mi vida cuando me encuentro ante la santidad de Dios? ¿Solemos examinarnos a nosotros mismos antes de mirar a otros? ¿Solemos colocarnos a favor de otras personas cuando enfrentan injusticias o terminamos colocándonos aparte? ¿Nos consideramos responsables de los problemas que vive la sociedad, la iglesia y asumimos nuestra culpa?

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

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