Se le acercaron Jacobo y Juan…queremos que nos concedas lo que vamos a pedir…concédenos que en tu glorioso reino uno de nosotros se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda… Los otros diez, al oír la conversación, se indignaron contra Jacobo y Juan.
Así que Jesús los llamo y les dijo:Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Por qué ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.” Marcos 10: 35-45.
La situación de nuestro país refleja una contienda de sectores que buscan más poder y donde encontramos peleas internas según lo que recibimos por los medios de comunicación. Parece ser una constante descalificar a otros, la lucha por tener poder, agresiones sutiles de todo tipo, la falta de veracidad, reclamar más autoridad y llamar bueno lo que es malo. Los resultados están a la vista con la pérdida de valores, la pobreza, la falta de sensibilidad y mejoras a los mas vulnerables como ser los Jubilados, la exclusión o expulsión de más personas del mercado laboral donde la indigencia, la violencia e inseguridad completan el cuadro.
Las diferentes situaciones que se dan nos hacen recordar lo que le pasó al grupo de discípulos de Jesús. Entre los discípulos y Jesús mismo había diferentes maneras de interpretar el reino. En Argentina parece que también hay diferentes maneras de interpretar lo que significa los valores que debe tener un determinado sistema.
En un mundo cada vez más globalizado nos encontramos con una sociedad carente del conocimiento del evangelio, pero con conocimiento de cómo funcionan las estructuras de poder. Se destaca la prepotencia y arrogancia de unos y otros. El pasaje bíblico hace referencia a la petición de Jacobo y Juan. Se observan la ambición, la soberbia y el egoísmo. Se contrapone lo que los discípulos quieren y lo que Jesús vino hacer. La discusión que los discípulos tuvieron en Mr. 9:34 sobre quién es el más importante, quedo atrás. Ahora el tema que les ocupa es quien ocupará el primer lugar, quien tendrá más privilegios y ventajas.
Jesús responde: “Entre ustedes no debe ser así”. El requisito para ser grande es ser servidor. Lo trascendente es renunciar a un afán de dominio y tener un sello completamente distinto: Ser esclavos de todos. El requisito es ser diácono, servidor de todos.
Jesús con su ejemplo indica que el poder es para servir, amar al prójimo y la grandeza implica la capacidad de ser humilde. “El criterio de autoridad, por tanto, es la ventaja que reciben los demás”.
Si nuestra perspectiva es autoritaria y verticalista, nuestro estilo de vida será impositivo por lo tanto no cuestionaremos los abusos de autoridad o poder.
Los diferentes sectores en pugna que encontramos en nuestro País muestran sus serias falencias. El peligro de los abusos de autoridad sigue latente (pactos políticos sin tener en cuenta a los mas débiles). La respuesta que tenemos como Iglesia ante la sociedad es encarnar el mensaje, predicar a tiempo y fuera de tiempo: ser, hacer y decir.Jesucristo vivió el grado más alto de grandeza a través del servicio para luego darlo a la Iglesia. Por eso desde ese momento el fundamento para una institución y sociedad sana solo puede ser una imagen invertida del poder basada en el amor, la verdad, la paz, la justicia y el servicio. La grandeza, importancia y poder es para servir y no para servirme. Que pueda haber actitudes humildes delante de Dios y de los hombres, a favor de la justicia, la paz y la verdad. El poder del amor y no el amor al poder.
Oramos por la Argentina. Que los mas vulnerables tengan prioridad en la agenda nacional.Que los Argentinos y todas las personas que viven en esta nación busquen a Dios fuente de toda razón y Justicia. Solo así podremos entender el valor de la vida humana y reconocer su dignidad dada por Dios. Oramos para que pueda haber Justicia, Verdad, Perdón, Reconciliación y Paz. Sigamos el consejo de Dios por medio de su palabra y gozaremos de su bendición.
Así que Jesús los llamo y les dijo:Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. Por qué ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.” Marcos 10: 35-45.
La situación de nuestro país refleja una contienda de sectores que buscan más poder y donde encontramos peleas internas según lo que recibimos por los medios de comunicación. Parece ser una constante descalificar a otros, la lucha por tener poder, agresiones sutiles de todo tipo, la falta de veracidad, reclamar más autoridad y llamar bueno lo que es malo. Los resultados están a la vista con la pérdida de valores, la pobreza, la falta de sensibilidad y mejoras a los mas vulnerables como ser los Jubilados, la exclusión o expulsión de más personas del mercado laboral donde la indigencia, la violencia e inseguridad completan el cuadro.
Las diferentes situaciones que se dan nos hacen recordar lo que le pasó al grupo de discípulos de Jesús. Entre los discípulos y Jesús mismo había diferentes maneras de interpretar el reino. En Argentina parece que también hay diferentes maneras de interpretar lo que significa los valores que debe tener un determinado sistema.
En un mundo cada vez más globalizado nos encontramos con una sociedad carente del conocimiento del evangelio, pero con conocimiento de cómo funcionan las estructuras de poder. Se destaca la prepotencia y arrogancia de unos y otros. El pasaje bíblico hace referencia a la petición de Jacobo y Juan. Se observan la ambición, la soberbia y el egoísmo. Se contrapone lo que los discípulos quieren y lo que Jesús vino hacer. La discusión que los discípulos tuvieron en Mr. 9:34 sobre quién es el más importante, quedo atrás. Ahora el tema que les ocupa es quien ocupará el primer lugar, quien tendrá más privilegios y ventajas.
Jesús responde: “Entre ustedes no debe ser así”. El requisito para ser grande es ser servidor. Lo trascendente es renunciar a un afán de dominio y tener un sello completamente distinto: Ser esclavos de todos. El requisito es ser diácono, servidor de todos.
Jesús con su ejemplo indica que el poder es para servir, amar al prójimo y la grandeza implica la capacidad de ser humilde. “El criterio de autoridad, por tanto, es la ventaja que reciben los demás”.
Si nuestra perspectiva es autoritaria y verticalista, nuestro estilo de vida será impositivo por lo tanto no cuestionaremos los abusos de autoridad o poder.
Los diferentes sectores en pugna que encontramos en nuestro País muestran sus serias falencias. El peligro de los abusos de autoridad sigue latente (pactos políticos sin tener en cuenta a los mas débiles). La respuesta que tenemos como Iglesia ante la sociedad es encarnar el mensaje, predicar a tiempo y fuera de tiempo: ser, hacer y decir.Jesucristo vivió el grado más alto de grandeza a través del servicio para luego darlo a la Iglesia. Por eso desde ese momento el fundamento para una institución y sociedad sana solo puede ser una imagen invertida del poder basada en el amor, la verdad, la paz, la justicia y el servicio. La grandeza, importancia y poder es para servir y no para servirme. Que pueda haber actitudes humildes delante de Dios y de los hombres, a favor de la justicia, la paz y la verdad. El poder del amor y no el amor al poder.
Oramos por la Argentina. Que los mas vulnerables tengan prioridad en la agenda nacional.Que los Argentinos y todas las personas que viven en esta nación busquen a Dios fuente de toda razón y Justicia. Solo así podremos entender el valor de la vida humana y reconocer su dignidad dada por Dios. Oramos para que pueda haber Justicia, Verdad, Perdón, Reconciliación y Paz. Sigamos el consejo de Dios por medio de su palabra y gozaremos de su bendición.