miércoles, 5 de junio de 2024

Miedo

Estado crítico

"Los discípulos lo despertaron: «¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?», gritaron..." Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí? Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?», Mc 4:38-41

Los discípulos tuvieron que afrontar una circunstancia que los superaba y estaban a punto de perder la vida. El miedo puede apagar la fe. Jesús le dijo: «¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?». Cuando los miedos humanos son grandes, lo que en realidad se hunde es la fe. Jesús nos anima a madurar una fe que venza el miedo. Se trata de una fe que pueda romper el círculo destructivo del temor para abrirse a la confianza en la ayuda divina y poder afrontar la prueba con serenidad. ¡Despierta y defiéndeme!, Sal 35:23. Y los peregrinos cantaban: "Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, ... nunca duerme ni se adormece." Sal 121:3-4. "Cuando siento miedo, confío en ti, mi Dios, y te alabo por tus promesas; Confío en ti, mi Dios, y ya no siento miedo. ¡Nadie podrá hacerme daño jamás!, Sal 56:3-4. Se trata de seguir teniendo fe en un Dios que tiene el control y aún más, en un Dios que duerme.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 4 de junio de 2024

Siempre presente

"Entonces Jesús dijo a sus discípulos: —¿Por qué estaban tan asustados? ¿Todavía no confían en mí? Pero ellos estaban muy asombrados, y se decían unos a otros: «¿Quién es este hombre, que hasta el viento y el mar lo obedecen?», Mc 4:40-41 

Los que no creen no siempre están demasiado lejos. La falta de fe a veces se encuentra en gente que está muy cerca de nosotros. Jesús se encontró en determinado momento con la comunidad de los no creyentes. Eran sus amigos, sus discípulos y no eran extraños. Jesús les seguía revelando todo lo que el Padre le decía y llegó un momento que la fe de ellos fue probada. Estar muy cerca de la iglesia no necesariamente significa que estamos más cerca de Dios. En medio de la tormenta hay desesperación, pero Jesús aparece con autoridad y se ocupa de los "expertos" navegantes y pescadores. El viento y el mar se calman ante la autoridad del Señor. Ellos pretendían llevarlo a la otra orilla, pero es el maestro que una vez más nos demuestra que Dios siempre está en el control. "¡Mi ayuda viene del Señor, quien hizo el cielo y la tierra! Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, ... nunca duerme ni se adormece ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre", Salmo 121

 Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 2 de junio de 2024

Nuestro oficio

 Alguien tiene confianza en nosotros

"Ese mismo día, cuando llegó la noche, Jesús les dijo a sus discípulos: «Vamos al otro lado del lago.» Entonces dejaron a la gente y atravesaron el lago en una barca. Algunos fueron también en otras barcas. De pronto se desató una tormenta. El viento soplaba tan fuerte que las olas se metían en la barca, y ésta empezó a llenarse de agua. Entre tanto, Jesús se había quedado dormido en la parte de atrás de la barca, recostado sobre una almohada. Los discípulos lo despertaron y le gritaron: —Maestro, ¿no te importa que nos estemos hundiendo?, Mc 4:35-38 

En cualquier viaje podemos quedarnos dormidos y esto fue lo que le pasó a Jesús. Es la única vez que el evangelio presenta a Jesús durmiendo. Y esta es una situación dramática cuando alguien no debería dormir. El sueño es consecuencia de una jornada muy cansadora, pero el sueño de Jesús expresa, además, su gran confianza en sus amigos. Jesús ha realizado su tarea y ahora les toca a ellos hacer la suya. Es el oficio que tienen. Jesús nos desafía a realizar la labor por la cual hemos sido llamados y sigue confiando en nosotros.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

sábado, 1 de junio de 2024

Iluminar

 La alegría

"La gente le dijo a la mujer: «Ahora creemos, no por lo que tú nos dijiste, sino porque nosotros mismos lo hemos oído; y sabemos que en verdad él es el Salvador del mundo.», Jn 4:42

Entre muchas cosas que podemos pensar sobre la mujer samaritana está la alegría que pudo sentir por compartir al Señor y que su pueblo llegara a creer. Es una mujer que sonríe y no tiene ninguna pretensión de atraer la atención hacia su persona, de mendigar reconocimiento. No pretende brillar con luz propia. Desde el momento en que el personaje principal está en el centro de la escena, ella puede quedarse tranquila en un rincón. Las dos características del testigo son la pasión y la discreción. Capaz de iluminar, pero también de eliminarse. Debe saber acercarse, pero también saber desaparecer en el momento oportuno. "Él debe tener cada vez más importancia, y yo tenerla menos.", Jn 3:30. Esta es también nuestra alegría.  

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 31 de mayo de 2024

Otro sitio

Invitación

"Entonces Jesús explicó: —Mi alimento consiste en hacer la voluntad de Dios, quien me envió, y en terminar su obra", Jn 4:34

Nosotros al igual que la mujer samaritana podemos ir a buscar agua a un pozo sintiendo la fatiga del camino y el cansancio. Jesús tiene sed y hambre porque es nuestro Dios hecho humano. Él se encuentra y nos espera donde estamos nosotros. Nos quiere conducir a otro sitio y nos invita a una superación. Provoca una maravilla. El camino que a veces recorremos está salpicado de resistencias, escapatorias, fugas, malentendidos. La tentación es encerrar a Dios en el horizonte de nuestras propias expectativas, pero él nos sorprende y asombra. Nos quiere llevar más allá de los límites que nos hemos impuesto y amplía la escala de lo infinito. Jesús desea penetrar en el corazón de cada persona y poner al descubierto la verdadera necesidad, profundizar una exigencia, hacer brotar una petición, revelarle sus posibilidades inexploradas. Somos llamados a medir según su proyecto y no reducirlo a nuestros propios límites. Él es el "agua viva" y hace brotar por medio de su Espíritu una nueva fuerza en nuestro corazón. 

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

Perspectivas del movimiento cristiano mundial- Paraguay -

 Iniciamos Perspectivas el sábado 1 de junio, con la clase presencial, junto a Carlos Scott @glocalmision

Esperamos a todos los estudiantes desde las 09:00 h en la sede de Jesús Responde @jesusrespondepy
La lección 1 será abierta a todos los interesados en asistir, pueden hacerlo a partir de las 13:00 h.
¡Nos vemos! 🤩🥳
Perspectivas del movimiento cristiano mundial - Paraguay -


Armonía

Lo que podemos ser

"Mientras tanto, los discípulos le insistían a Jesús: —Rabí, come algo. Jesús les respondió: —Yo tengo una clase de alimento que ustedes no conocen", Jn 4:31-32

El alimento que nos ofrece el Señor tiene que ver con una imagen de lo que estamos llamados a ser. Se trata de una belleza que alcanzar, de una armonía que encontrar. Jesús nos presenta un cuadro o una figura donde podamos entender la exigencia y el reclamo de una superación, la llamada a una conversión y transformación. No se trata, para él, de restaurar la vieja persona, de volverle a dar la posibilidad de funcionar mejor o menos mal, sino de dar a luz una nueva persona. Lo hizo con Nicodemo, lo hizo con la mujer samaritana y lo quiere hacer con cada uno de nosotros. "Porque el Señor y el Espíritu son uno mismo, y donde está el Espíritu del Señor hay libertad. Y nosotros no tenemos ningún velo que nos cubra la cara. Somos como un espejo que refleja la grandeza del Señor, quien cambia nuestra vida. Gracias a la acción de su Espíritu en nosotros, cada vez nos parecemos más a él", 2 Co 3:18. Este es nuestro llamado y desafío. Jesús nos dice "Yo te haré".

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

jueves, 30 de mayo de 2024

Transformación

Lo prioritario

«¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será este el Mesías?». Así que la gente salió de la aldea para verlo", Jn 4:28-30

La mujer fue al pozo para sacar agua y eso era lo más urgente para ella, pero ahora descubre algo más importante a qué dedicarse. Estas son las señales de un verdadero encuentro entre Jesús y la mujer, entre Dios y todos nosotros. El Señor no deja las cosas como antes y es necesario un cambio de dirección. Es la transformación de la vida, un cambio de mente y corazón que nos lleva a compartir las buenas nuevas del evangelio con toda la gente. "Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar. Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto", Ro 12:1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox  


miércoles, 29 de mayo de 2024

Propósito

Significado

"La mujer dejó su cántaro junto al pozo y volvió corriendo a la aldea mientras les decía a todos: «¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será este el Mesías?», Jn 4:28-29

Nuestra vida es plena cuando entendemos el significado y propósito para el cual Dios nos ha creado. Son esos momentos donde dejamos el cántaro junto al pozo para ir a buscar a otras personas y compartir que Dios desea "bendecir a toda la gente", quiere ser "reconocido y adorado" y que "el mal sea derrotado por el avance del Reino de Dios". Cada compromiso de la vida cotidiana nos recuerda que hay una fuente de agua viva cuyo nombre es Jesús. El camino para transitar puede ser siempre el mismo, pero podemos descansar, aprender y experimentar poder ante las más variadas circunstancias. Algunos tiempos serán difíciles, pero hay un manantial de vida que nunca se agota y esto le da significado. Dios sigue saliendo a nuestro encuentro en una cita no programada, nos seduce para entender cuál es la verdadera sed. “Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. "Vengan a mí, y yo los haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mí, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni es pesada la carga que les hago llevar.», Mt 11:28-30

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 28 de mayo de 2024

Único

Yo Soy

"La mujer dijo: —Sé que el Mesías está por venir, al que llaman Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas. Entonces Jesús le dijo: —¡Yo Soy el Mesías!", Jn 4:25-26

Cuando la mujer escuchó la afirmación de que Jesús era el Mesías "dejó su cántaro, se fue al pueblo y le dijo a la gente: «Vengan a ver a un hombre que sabe todo lo que he hecho en la vida. ¡Podría ser el Mesías!» Entonces la gente salió del pueblo y fue a buscar a Jesús.", Jn 4:28-30. Cuando tenemos una experiencia personal con Jesús algo nos hace saltar dentro y nos lleva a compartir esta celebración con los demás. El descubrimiento personal se convierte en participación, relato y comunicación. La mujer no se guarda para sí la noticia. El paso de la conversión y la aceptación a ser testigo y misional es natural al ser impulsado por algo que no podemos contener. Se trata de la alegría de vivir y celebrar la vida. Nuestro testimonio es simple "vengan a ver". Contamos nuestra experiencia y la relación con Jesús lanza un interrogante, insinúa una duda, invita a ponerse en camino. ¿Será lo que busco?, ¿Será el Mesías? Es una invitación a ver, comprobar, escuchar a Jesús y decidir personalmente. Cada persona tiene que recorrer su propio camino. El testigo o persona de buena fe se limita a sugerir, deja distinguir o vislumbrar una realidad fascinante. Nos conduce a un cierto punto, que no es el de llegada, sino el de partida. Dios nos llama a servir a toda la gente para que cada persona haga su propio camino, que siempre es único, para que cada cual asuma personalmente el riesgo de la búsqueda. Cuando compartimos al Señor con otros podemos encender una chispa que despierta una espera, escudriña una nostalgia, enciende el corazón.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

lunes, 27 de mayo de 2024

Vida

Espíritu y verdad

"Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad", Jn 4:23-24

Jesús nos dice: "Sólo el Espíritu da vida eterna; los esfuerzos humanos no logran nada. Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida", Jn 6:63. Gracias al Espíritu Santo, un principio que va más allá del ser humano es que tenemos la posibilidad de estar en relación con Dios. Ahora bien, el Espíritu es inseparable de la verdad. La verdad es Jesús mismo que revela el rostro de Dios y su voluntad. Lo que caracteriza a los adoradores, tal como Dios los quiere, es el empeño por escuchar al Señor y hacer su voluntad, como bien se manifiesta a través de Jesús.  El ser humano nacido de nuevo rinde una adoración nueva y no se trata solo de un servicio realizado con los labios y gestos externos o bien limitada a la esfera interior. El que es nacido del Espíritu Santo escucha la palabra y da un fruto que se manifiesta especialmente en el mandamiento nuevo del amor. "Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros. El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos», Jn 13:34-35. "Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios, conocimiento de Dios en lugar de holocaustos", Os 6:6. Adoremos en Espíritu y Verdad.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

domingo, 26 de mayo de 2024

Corazón no dividido

Dispersión y atracción

"Jesús le dijo: —Es cierto, porque has tenido cinco, y el hombre con el que ahora vives no es tu esposo.", Jn 4:16-18 

Los cinco maridos que había tenido la mujer samaritana también representan un valor simbólico. Tras la caída de Samaria según el relato de 2 Re 17:24ss, el rey de Asiria, para repoblar el país, había hecho venir gente de cinco regiones diferentes. Los inmigrantes trajeron de sus cinco ciudades sus dioses y continuaron adorándolos, incluso adoptando el culto al Señor. Fue esta mezcla y sincretismo religioso lo que había ocasionado el desprecio de los judíos hacia los samaritanos. Esta mujer en su encuentro con Jesús se convierte en el símbolo de todo un pueblo. En el antiguo testamento, la alianza entre Dios y su pueblo se representa con la imagen matrimonial y el culto a los falsos dioses se la considera como prostitución o adulterio, mientras que el abandono de los ídolos es considerado como un nuevo matrimonio entre Dios y su pueblo. Jesús desea que esta mujer deje atrás esta situación de dispersión, de multiplicidad. Dios desea que vayamos hacia él con un corazón no dividido. El amor de Dios por todos nosotros siempre es más fuerte que todas las infidelidades que podemos tener. Dios no claudica y no se resigna a la separación, sino que siempre está dispuesto a rehacer la historia y volver a comenzar con cada uno de nosotros. Todo tiempo es oportuno para volver al Señor. "El Señor dice: «Entonces yo los sanaré de su falta de fe; mi amor no tendrá límites, porque mi enojo habrá desaparecido para siempre.  Seré como un refrescante rocío del cielo, ... Yo soy el que contesta tus oraciones y te cuida. Soy como un árbol que siempre está verde; todo tu fruto proviene de mí». Que los sabios entiendan estas cosas. Que los que tienen discernimiento escuchen con atención. Los caminos del Señor son rectos y verdaderos, y los justos viven al andar en ellos ...", Os 14:4-9

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

sábado, 25 de mayo de 2024

Redirigir

 Historia

"Jesús le dijo: —Ve y trae a tu esposo.  —No tengo esposo—respondió la mujer. —Es cierto —dijo Jesús—. No tienes esposo porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el hombre con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad!", Jn 4:16-18

Jesús sabe cuál es nuestra historia y la quiere cambiar, reorientar, redirigir. La mujer anónima de Samaria nos recuerda que Jesús "sabe", conoce nuestros enredos más secretos. Su palabra, y antes todavía su mirada, nos quita las máscaras, deja al descubierto las heridas que intentamos esconder, denuncia las verdaderas causas de nuestra insatisfacción e inquietud. Ante la presencia de Jesús no podemos escondernos y quedamos expuestos como somos. Él quiere quitar el empobrecimiento que muchas veces enfrentamos, toda disminución, toda complacencia. Se trata de no dejar para mañana la conversión, de diferir hasta el infinito las decisiones más comprometedoras. El encuentro con él, si es verdadero encuentro, es inquietante, perturbador, no deja nunca las cosas y las personas como estaban. Nos vemos obligados a rehacer la escala de valores. Hay un cambio profundo de costumbres y se descubre lo esencial.  No podemos contener lo que nos da alegría y lo compartimos. "Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!", 2 Co 5:17

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox 

viernes, 24 de mayo de 2024

Deseo profundo

Aridez, sed y anhelo

"—Por favor, señor—le dijo la mujer—, ¡deme de esa agua! Así nunca más volveré a tener sed y no tendré que venir aquí a sacar agua", Jn 4:15

Tener hambre y sed de Dios es una expresión que se utiliza para describir el deseo profundo de una persona de tener una relación más íntima con Dios. Va más allá de un programa, una liturgia y asistencia a los cultos. Quienes experimentan esta sed anhelan una conexión más profunda con el Dios de la vida, buscando su presencia y proximidad. Este anhelo es como el de una tierra reseca que anhela el agua para saciar su sed. "Dios mío, tú eres mi Dios. Con ansias te busco desde que amanece, como quien busca una fuente en el más ardiente desierto", Sal 63:1. "¡Demos gracias a Dios por su amor, por todo lo que ha hecho en favor nuestro ¡Dios calma la sed del sediento, y el hambre del hambriento!". Sal 107:8-9. Jesús profundiza y excava en nuestro interior, deja al descubierto una necesidad y nos hace conscientes de lo que no tenemos. Recorrer siempre el mismo camino se puede hacer pesado cuando no está iluminado por otra cosa. Jesús nos dice «El que tenga sed, venga a mí. Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí. Así lo dice la Biblia.», Jn 7:37-38-El salmista exclamó "Tú eres el Dios de la vida, y anhelo estar contigo", Sal 42:2 

Carlos Scott 

Foto Gilbert Lennox

jueves, 23 de mayo de 2024

Confrontar

Peligro y oportunidad

"—Pero señor, usted no tiene ni una soga ni un balde—le dijo ella—, y este pozo es muy profundo. ¿De dónde va a sacar esa agua viva? Además, ¿se cree usted superior a nuestro antepasado Jacob, quien nos dio este pozo? ¿Cómo puede usted ofrecer mejor agua que la que disfrutaron él, sus hijos y sus animales?", Jn 4:11-12

La mujer samaritana intuye que el encuentro con Jesús puede convertirse en peligroso. Ese hombre no es como los demás. En su diálogo con Jesús trata de alguna manera de escapar, librarse y no sentirse cercada. No quiere quedarse atrapada y quizás desea evadir la verdadera cuestión. "Jesús le dijo: —Ve y trae a tu esposo. —No tengo esposo—respondió la mujer. —Es cierto —dijo Jesús—. No tienes esposo porque has tenido cinco esposos y ni siquiera estás casada con el hombre con el que ahora vives. ¡Ciertamente dijiste la verdad!". Jesús la enfrenta con su verdadero problema. Al principio la mujer huye para atrás y se refugia en el pasado tratando de situar a Jesús en las categorías religiosas tradicionales. "¿Se cree usted superior a nuestro antepasado Jacob, quien nos dio este pozo? ¿Cómo puede usted ofrecer mejor agua que la que disfrutaron él, sus hijos y sus animales?". Jesús no se deja aprisionar por los esquemas del pasado porque "todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás" y la mujer intenta su última jugada hacia delante.  “Así que dígame, ¿por qué ustedes, los judíos, insisten en que Jerusalén es el único lugar donde se debe adorar, mientras que nosotros, los samaritanos, afirmamos que es aquí, en el monte Gerizim, donde adoraron nuestros antepasados?" La mujer trata de ganar tiempo y el peligro consiste en aplazar la conversión. "Entonces Jesús le dijo: —¡Yo Soy el Mesías!". Jesús desafía a la mujer y también a todos nosotros a tener un encuentro en el presente con él, aquí y ahora. "Por eso les rogamos que no menosprecien el amor que Dios les ha demostrado… ¡Escuchen! Ese momento oportuno ha llegado. ¡Hoy es el día en que Dios puede salvarlos!", 2 Co 6:1-2

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

miércoles, 22 de mayo de 2024

Búsqueda

Cansancio

"Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía", Jn 4:6

Caminar implica cansarse. Dios continúa en la búsqueda del ser humano y el ser humano es el cansancio de Dios. Junto al pozo de agua se encuentra Jesús y la mujer samaritana y este encuentro se inicia con una petición de Jesús. "Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber". Jesús reconoce la necesidad del otro y no hace discriminación, pero a su vez el que pide pasa a ser el que ofrece. "Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva". "—Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna" No se trata de un pozo exterior y es cuestión de rechazar todos los espejismos. La fuente de agua viva es Jesús. Un encuentro con él y su Espíritu Santo cambia profundamente la vida y sus valores. Se encuentra la verdad, nos encontramos con Dios, con el prójimo y con nosotros mismos.

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

martes, 21 de mayo de 2024

Sorpresa

Lo cotidiano

"Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua, y Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber", Jn 4:7 

Jesús se encuentra con una mujer al borde de un pozo, que se encuadra en lo cotidiano, lo de todos los días. Jesús se detiene no porque espera convertir a alguien, sino porque está cansado, siente calor, tiene hambre y sed. La mujer llega al pozo no porque haya sido informada que se encontraba el famoso maestro de Galilea, sino porque tiene que sacar agua. Su problema es el agua, no la confesión de sus pecados. Lo que resulta insólito es la hora en este encuentro. El sol del mediodía pega fuerte y la gente prefiere quedarse en sus casas, pero la mujer- de la que se habla mucho en la ciudad - ha elegido esta hora incómoda para evitar encontrarse con algunas personas que tienen la lengua demasiado fácil para hablar de otros. Hay improvisación, sorpresa y espontaneidad en este encuentro. "Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber" La mujer se sorprendió, "Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber?". Jesús suele ser inquietante y cuando desea darnos algo nos tiende una mano. El rico asume el rol de mendigo. "Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva". Busquemos en lo cotidiano de todos los días el "agua viva" que viene por parte del Señor y rechacemos aquellas fuentes que no traen vida. "Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!", Jer 2:13

Carlos Scott

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lunes, 20 de mayo de 2024

Sed

Agua fresca

"En el camino, tenía que pasar por Samaria. Entonces llegó a una aldea samaritana llamada Sicar, cerca del campo que Jacob le dio a su hijo José. Allí estaba el pozo de Jacob; y Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía. Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua, y Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber. Él estaba solo en ese momento porque sus discípulos habían ido a la aldea a comprar algo para comer. La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber?”, Jn 4:4-9

Nos encontramos con Jesús en la región de Samaria y más específicamente en la aldea de Sicar. Jesús va camino a Galilea y está cansado por la larga caminata, es cerca del mediodía y se sienta junto a un pozo de agua. Es un extraño, que se toma la libertad de hablar con una mujer. Jesús, maestro de la libertad, viola las prohibiciones impuestas por los fanatismos y deja de lado la discriminación. Es un judío diferente de los demás que le pide agua a una enemiga. La conversación se inicia con dificultad y desconfianza. El agua constituye el tema obligado, pero Jesús cambia y se convierte en alguien que ofrece un don misterioso. Él hace referencia a una fuente que no tiene nada que ver con aquel pozo. Toca el argumento de la sed, pero está hablando de otro tipo de sed. Hay frescura en medio del diálogo como el agua que brota en la profundidad. Jesús nos vuelve a decir: "—Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna", Jn 4:13-14

Carlos Scott


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Gilbert Lennox

12 - Conclusión

domingo, 19 de mayo de 2024

Tema obligado

Agua fresca 

"En el camino, tenía que pasar por Samaria.  Entonces llegó a una aldea samaritana llamada Sicar, cerca del campo que Jacob le dio a su hijo José.  Allí estaba el pozo de Jacob; y Jesús, cansado por la larga caminata, se sentó junto al pozo cerca del mediodía. Poco después, llegó una mujer samaritana a sacar agua, y Jesús le dijo: —Por favor, dame un poco de agua para beber.  Él estaba solo en ese momento porque sus discípulos habían ido a la aldea a comprar algo para comer. La mujer se sorprendió, ya que los judíos rechazan todo trato con los samaritanos. Entonces le dijo a Jesús: —Usted es judío, y yo soy una mujer samaritana. ¿Por qué me pide agua para beber?”, Jn 4:4-9

Nos encontramos con Jesús en la región de Samaria y más específicamente en la aldea de Sicar. Jesús va camino a Galilea y está cansado por la larga caminata, es cerca del mediodía y se sienta junto a un pozo de agua. Es un extraño, que se toma la libertad de hablar con una mujer. Jesús, maestro de la libertad, viola las prohibiciones impuestas por los fanatismos y deja de lado la discriminación. Es un judío diferente de los demás que le pide agua a una enemiga. La conversación se inicia con dificultad y desconfianza. El agua constituye el tema obligado, pero Jesús cambia y se convierte en alguien que ofrece un don misterioso. Él hace referencia a una fuente que no tiene nada que ver con aquel pozo. Toca el argumento de la sed, pero está hablando de otro tipo de sed. Hay frescura en medio del diálogo como el agua que brota en la profundidad. Jesús nos vuelve a decir: "—Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna", Jn 4:13-14

Carlos Scott

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11 - Consejos para los supervisores

sábado, 18 de mayo de 2024

Luz

Verdad

“Que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere", Jn 3:21.  "Yo soy la verdad", Jn 14:6  

Dios nos llama a actuar conforme a la verdad. La mentira, la injusticia y el robo habitual convertido en norma han conseguido en muchos casos anular la conciencia. Actuar conforme a la verdad significa dejarse conducir por la Palabra y, por tanto, venir a la luz que es Jesús. "Aquel que es la luz verdadera, quien da luz a todos" se ha acercado a nuestras vidas. "Los que hacen lo correcto se acercan a la luz". El que actúa conforme a la verdad solo quiere que todo esté delante de Dios. "Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto", Jn 3:20. Vivir conforme a la verdad es tomar en serio el evangelio y mantenernos fieles a sus ideales. No es la oscuridad y el silencio los que brindan la verdad y la bondad. No dejemos que el bien sea sospechoso, burlado, censurado, incluso difamado y condenado a la oscuridad. "Pues todos ustedes son hijos de la luz y del día; no pertenecemos a la oscuridad y a la noche", 1 Ts 5:5. "Pues antes ustedes estaban llenos de oscuridad, pero ahora tienen la luz que proviene del Señor. Por lo tanto, ¡vivan como gente de luz! Pues esa luz que está dentro de ustedes produce solo cosas buenas, rectas y verdaderas.", Ef 5:8-9. "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna". Sal 139:23-24

Carlos Scott

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10 - Ideas para jóvenes plantadores de iglesias

viernes, 17 de mayo de 2024

Vida entera y eterna

Lo que Dios quiere

"Los que hacen lo correcto se acercan a la luz, para que otros puedan ver que están haciendo lo que Dios quiere", Jn 3:21

Siempre existe un camino de Dios hacia el ser humano y nos desea profundamente. Se trata de creer en Jesucristo, es decir, en el amor revelado. Todo se juega en el terreno de la fe y el amor. "—Nosotros también queremos realizar las obras de Dios—contestaron ellos—. ¿Qué debemos hacer? Jesús les dijo: —La única obra que Dios quiere que hagan es que crean en quien él ha enviado", Jn 6:28-29. Sin la fe, sin Dios, la vida humana experimenta la soledad. Nuestro propio juicio está determinado por la aceptación o por el rechazo del amor. "Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él. En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados", 1 Jn 4:9-10. Si la vida "entera y eterna" es creer en el amor manifestado por Dios, también la vida aquí abajo debe ser vivida en el amor para que sea vida. Quien no ama no vive. Quien no ama tiene una "vida aparente". "Queridos amigos, sigamos amándonos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es un hijo de Dios y conoce a Dios; pero el que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor", 1 Jn 4:7-8. No se trata solo de creer en este amor, sino de recibirlo de él. Dios nos llama a que vayamos a la fuente. El amor del Señor siempre es más grande y más obstinado que el rechazo del ser humano. Él sale al encuentro, nos vuelve a llamar, continúa haciendo resonar la invitación a pesar de nuestra sordera y distracción. Él no fuerza, no rompe la puerta, sino que reaparece regularmente para llamar. La fe en el seguimiento de Jesús es algo serio y comprometedor

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

09 - Historias de éxito en la plantación de iglesias

jueves, 16 de mayo de 2024

Examen

Fastidio

"La luz de Dios llegó al mundo", Jn 3:19

Hay gente que se cree poderosa e importante pero muy fastidiosa cuando se la confronta con los cambios que deben hacer a nivel personal y estructural. La palabra de Dios puede ser una luz fastidiosa e intolerable cuando nos señala. Se suele culpar a los demás por todo lo que nos desagrada y justificarnos cuando el Espíritu de Dios nos confronta y nos dice: "Tú eres esa persona". La luz que el Señor me ofrece, por muy incómoda que sea, es una luz que me pone en pie, dispuesto a caminar, con él, por otro camino. “Mostraré cuán santo es mi gran nombre, ... Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo ... Sin embargo, recuerden, dice el Señor Soberano, que no lo hago porque lo merezcan ..., y todos sabrán que yo soy el Señor”, Ez 36:21-38.

Carlos Scott

Foto Wade Peronto 

08 - Saturación y multiplicación de plantación de iglesias

miércoles, 15 de mayo de 2024

Evidencia

Luz 

"La luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas. Todos los que hacen el mal odian la luz y se niegan a acercarse a ella porque temen que sus pecados queden al descubierto", Jn 3:19-20

Cuando no prestamos atención a lo que Dios nos indica, su voz de amor se hace más evidente. Ante los rechazos, la infidelidad y la negación, Dios no se retira. Dios nos sigue amando. Nuestro Dios arriesga todo y se hace presente por medio de Jesucristo. Lo da todo porque nos ama hasta el fin. Dios no dice "basta". En Jesucristo vemos la expresión máxima de su amor y no se guarda nada. Amar y entregar indican la acción de Dios. Nadie se atrevió a tanto. La alternativa que se nos presenta es muy sencilla: colocarnos a favor o en contra de un estilo de vida conforme al amor revelado por Jesús. Dios nos presenta una "vida entera y eterna" en oposición a no perecer, sucumbir o extinguirnos. Todo depende de la opción que hagamos. La luz descubre todo, pero nos da una nueva oportunidad: Volver a empezar. La respuesta que se espera a la iniciativa divina es la fe en Cristo. La salvación y una vida nueva se decide en relación con la aceptación o al rechazo del amor divino manifestado en Cristo. Creer, por tanto, significa poseer la vida. "Jesús habló una vez más al pueblo y dijo: «Yo soy la luz del mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que andar en la oscuridad porque tendrán la luz que lleva a la vida», Jn 8:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox

07 - Plantación de iglesias, cultura y misiones

martes, 14 de mayo de 2024

Opciones

Elección

“No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios", Jn 3:18

El rechazo o la aceptación de Dios tiene relación con las actitudes que asumimos con la persona de Jesucristo. La "vida entera y eterna" no se remite al final de los tiempos y se realiza en el presente, sucede hoy, tras el encuentro con Jesús. La realidad actual de nuestras vidas, comunidades y nación marcan nuestras actitudes de corazón con respecto al amor de Dios y la vida abundante que nos ofrece. Por el rechazo o la aceptación del amor manifestado en Cristo, el ser humano opta por la vida y salvación o bien por su pena, se convierte en luz o en tiniebla. El ser humano suele decidir por su propia suerte. "Jesús le gritó a la multitud: «Si confían en mí, no confían sólo en mí, sino también en Dios, quien me envió. Pues, cuando me ven a mí, están viendo al que me envió. Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mí no queden más en la oscuridad. No voy a juzgar a los que me oyen pero no me obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo", Jn 12:44-47. No es tanto Dios el que juzga, sino lo son nuestras opciones. "Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. » No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios. Esta condenación se basa en el siguiente hecho: la luz de Dios llegó al mundo, pero la gente amó más la oscuridad que la luz, porque sus acciones eran malvadas.", Jn 3:17-19. El encuentro con el Señor determina una crisis, puede ser aceptada o rechazada. Todo se decide en la esfera del ser humano, es libre para aceptar o rechazar. Dios ratifica y respeta esa elección. La vida o la ruina depende de la fe en Jesucristo. "Pero a todos los que creyeron en él y lo recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios", Jn 1:12

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox