domingo, 6 de febrero de 2022

Esperanza

 ¡Qué hermoso sería si...!

Qué hermoso sería poder vivir una experiencia de fe bajo la enseña de la libertad y de la espontaneidad.

Ofrecer no una religión tétrica, aburrida, pesada y pedante, sino gozosa, abierta a la novedad y a la fantasía.

Escuchar a Dios y su mensaje no como una pesadilla o espantapájaros, sino como una fiesta.

Participar en una liturgia en la que entren ganas de ponerte a bailar.

Encontrarse no con un Dios que amenaza, sino con un Dios que seduce a la persona.

Vivir en una comunidad iglesia que sea lugar de misericordia y de humanidad.

Ver que se propone un cristianismo no hecho simplemente de decretos, prácticas, observancias, códigos, estatutos, sino que pone en contacto con el "Espíritu del Dios vivo".

Estar insertos en una comunidad en la que lo que predomina no es su preocupación por el funcionamiento, la regularidad y la organización, sino por promover la vida y favorecerla de un modo concreto.

Ser educados no para hacer referencia a normas externas, sino para escuchar una voz interior que invita a la responsabilidad personal.

Poder crecer no masticando papel y tragando tinta, sino descubriendo el amor como ley fundamental de la existencia.

Ser considerados adultos, provistos de cerebro y de conciencia no delegables en el "personal de las obras".

Encontrar personas que, antes de decirnos lo que debemos hacer y evitar, nos ayude a descubrir quiénes somos.

Sí, qué hermoso sería poder decir...: "¡Qué hermoso!"

Alessandro Pronzato

Foto de Gilbert Lennox

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