viernes, 25 de abril de 2025

El servicio es un asunto del corazón

Una espiritualidad desarticulada

“La madre de Santiago y Juan, que eran dos de los discípulos, fue con ellos a hablar con Jesús. Cuando llegaron, ella se arrodilló delante de Jesús para pedirle un favor. Jesús le preguntó: —¿Qué es lo que quieres? Ella le dijo: —Por favor, ordena que, cuando estés sentado en el trono de tu reino, mis hijos se sienten siempre junto a ti, uno a tu derecha y otro a tu izquierda”, Mt 20:20-21

Jesús anuncia por tercera vez su muerte, Mt 20:17.19. El Señor está pensando en su sacrificio y dos de sus discípulos están pensando en la “herencia”. Seguramente recordarían lo que les dijo Jesús: “Les aseguro que todos ustedes reinarán conmigo cuando yo, el Hijo del hombre, me siente en el trono de mi reino poderoso. Entonces Dios cambiará todas las cosas y las hará nuevas. Cada uno de ustedes gobernará a una de las doce tribus de Israel”, Mt 19:28

Jesús nunca asignó los dos puestos de mayor honor, pero Jacobo y Juan reconociendo la inminencia del Reino, deciden tomar la delantera y pedir ese privilegio. Los otros discípulos se indignaron tal vez al ver que habían sido relegados a los lugares inferiores. Jesús interviene y nos da una lección de humildad. El centro del problema es que todos desean el poder

Entonces Jesús los llamó a todos y les dijo: «Ustedes saben que los que gobiernan a los pueblos se portan como sus amos, y que los grandes señores imponen su autoridad sobre esa gente. Pero entre ustedes no debe ser así”, Mt 20:25-26

El seguimiento de Jesús es un asunto de servicio, pero reconoce que el servicio es un asunto del corazón, y si no se transforma el corazón no se puede aspirar al servicio. Lo que puede andar mal no solo es el poder sino también el corazón.

El servicio amoroso y desinteresado no lo podemos buscar sin la gracia de Dios y del compromiso con los valores de su Reino. El servidor de Jesús sirve porque es lo que ha aprendido de su Maestro; no lo hace con ninguna intención estratégica sino como producto de su formación espiritual. Jesús nos dice: “Si alguno de ustedes quiere ser importante, tendrá que servir a los demás. Si alguno quiere ser el primero, deberá ser el esclavo de todos.”, Mt 20:26-27

Carlos Scott

Foto Gilbert Lennox
 

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