Tiempo nuevo
“Cuarenta días después de que Jesús nació, sus padres lo llevaron al templo de Jerusalén para presentarlo delante de Dios… En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho… Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo. Cuando los padres de Jesús entraron en el templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo: "Ahora, Dios mío, puedes dejarme morir en paz.» ¡Ya cumpliste tu promesa!» Con mis propios ojos he visto al Salvador, a quien tú enviaste y al que todos los pueblos verán … En el templo estaba también una mujer muy anciana, que era profetisa. Se llamaba Ana, … Cuando Simeón terminó de hablar, Ana se acercó y comenzó a alabar a Dios, y a hablar acerca del niño Jesús …”, Lc 2:22-38
Nos encontramos con un niño de pocas semanas cuyo nombre es Jesús. Obviamente no habla y es llevado en brazos. Los ojos de Simeón están casi para apagarse y Ana es una viuda muy anciana. Ana significa “Gracia” y Simeón quiere decir “Dios ha escuchado”. Ellos esperaban la manifestación de Dios a lo largo del hilo de la espera y de la esperanza. Se es capaz de esperar porque se tiene esperanza. Y la esperanza se manifiesta en la disposición de esperar. Más que acumular experiencias y desilusiones, Simeón y Ana han acumulado esperanza. Ellos sacaron valor de sus propios sueños. Nunca han renunciado a la locura de la espera imposible y no han secado su corazón. Metidos en la estructura del templo y la pertenencia a la institución todavía hay brillo en sus ojos. En ese ambiente antiguo del templo renunciaron a la experiencia de las cosas viejas y se muestran totalmente disponibles a los tiempos nuevos. Se abren a lo nuevo, no se avergüenzan de sus sueños que no eran otros que el proyecto de Dios. De aquel Dios que es siempre nuevo y al que le gusta hacer cosas nuevas. “Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha hecho nacer de nuevo, y nos ha dado una vida con esperanza", 1 P 1:3-5
Carlos Scott

No hay comentarios:
Publicar un comentario