¿Alguna vez tuviste la tentación de volver para atrás? ¿Te cansaste de enfrentar circunstancias adversas y finalmente abandonar?
El pueblo de Israel le expreso a Moisés y Aarón: “¡Cómo quisiéramos que el Señor nos hubiera quitado la vida en Egipto!. Allá nos sentábamos en torno a las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos”, Ex 16:3.
Caminar por el desierto es muy duro, hay constantes traslados y surgen todo tipo de imprevistos. Nos cuesta caminar por el desierto porque se trata de un camino que hay que inventar y descubrirlo día a día.
Puede haber personas que añoran el pasado porque todo era preciso, colocado en su sitio y alguien decidía por nosotros. No es fácil la liberación porque la liberación implica un camino a transitar, no una vida instalada.
Alessandro Pronzato expresa que Dios nos salva de la tentación de la seguridad y de volver atrás, con una operación simple: escapando hacia adelante. Él siempre nos espera más allá. Hay que seguir buscando aunque estemos cubiertos de polvo y fango.
Dios nos recuerda su palabra por medio de Moisés al Faraón: "Deja ir a mi pueblo para que me rinda culto en el desierto", Ex 7:16-17.
«¡Construyan, construyan, preparen el camino! ¡Quiten los obstáculos del camino de mi pueblo!» Porque lo dice el excelso y sublime, el que vive para siempre, cuyo nombre es santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados." Is.57:14-15
Para pensar: ¿Cuáles son los obstáculos que no te permiten seguir adelante? ¿Cómo podemos superarlos? ¿Qué nuevos paradigmas se están formando en medio de esta pandemia? ¿Qué espera Dios de nosotros en este tiempo?
Carlos Scott