¿Hace cuánto que no levantas tu mirada?
Dios le dijo a Abraham: “Levanta la vista desde el lugar donde estás, … ¡Ve y recorre el país a lo largo y a lo ancho…! Abram levantó su campamento y se fue a vivir cerca de Hebrón, … Allí erigió un altar al Señor.”, Génesis 13:14-18.
Estar en el seguimiento de Jesucristo es una continua búsqueda y exploración de todo lo que Él desea para nosotros y para toda la creación.
Dios nos llama a estar abiertos y nos dice “levanta tu mirada”. Hay nuevos territorios que debemos explorar. Hay nuevas metas y sueños a seguir.
Recorrer la tierra y hacer nuestras las promesas de Dios implica superar los obstáculos de nuestra propia mezquindad. Nuestro mayor peligro es quedarnos varados en la zona de la insignificancia. No ahoguemos toda aspiración, todo deseo, todo sueño, toda inspiración. La nobleza del espíritu nos desafía a caminar en Fe y seguir intentando.
Dios nos ha dado el don de la vida para desarrollarnos. No traicionemos los ideales y acortemos las metas. Somos llamados a explorar el lugar de la libertad. No cerremos la puerta al recorrido generoso que nuestro Dios nos propone. El ideal de Dios es espacioso y hay lugar para todos. No caigamos en la asfixia venenosa. Abramos las ventanas de par en par.
Abraham le creyó a Dios y levantó un altar reconociendo que es el único y digno de ser adorado. Dios nos llama a levantar el campamento y seguir caminando en Fe.
Para pensar: ¿Cómo está tu recorrido? ¿Qué promesas de Dios has tomado para seguir avanzando? ¿Cuál es tu sueño y propósito?
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