¿Qué cosas podemos construir, renovar, reedificar y restaurar en este tiempo?
Construir, reedificar, renovar y restaurar trae esperanza. En el 445 A.C. después de los 70 años cautiverio de Babilonia, los judíos empezaron a regresar a Judá, regresaron a Jerusalén para ser más específicos. Nehemías un judío trabajando en un cargo público en la ciudad persa de Susa, recibe noticias que las murallas de su ciudad natal, están derrumbadas y que la ciudad de sus padres corría peligro. Esta realidad tocó su alma y se puso triste.
Él lloró, y él oró. Nehemías sintió el llamado de tomar acción y reedificar las murallas de la ciudad. Esto lo llevó a ver como podía ganarse el favor del Rey. Cuando estuvo en su presencia, a pesar del temor se encomendó al Dios del cielo y consiguió el permiso para volver a su ciudad con los materiales que necesitaba para reedificar, construir, restaurar y renovar. Nehemías reconoce la mano de Dios en su vida. “Y el rey accedió a mi petición, porque Dios estaba actuando a mi favor”, Nehemías 2:8.
Reedificar nunca es fácil. Se requiere de trabajo duro, implica que puede haber cambios y voces a nuestro alrededor que pueden ayudar o pueden dificultar el proceso. Algunas veces para volver a construir es necesario arrancar, derribar, destruir y demoler, Jer. 1:10. Cuando Dios decide reedificar y restaurar trata que busquemos su modelo y desecha otras construcciones, Hch 15:16-18.
Reedificar y restaurar trae esperanza. Así como Nehemías encontró las murallas caídas de la ciudad de Jerusalén, alrededor nuestro hay necesidad de reedificar y restaurar. Pensamos en el estado de la iglesia actual, en la nación, la comunidad, los matrimonios, familias, amistades, escuelas, niños, vecindarios, jóvenes, oportunidades de empleo y mucho más. Dios llama a su gente para reedificar y restaurar.
Todo esto implica que cuando estamos tristes, lloramos y oramos, el final nos debe llevar a una acción. Podemos tener la seguridad que Dios trabaja a favor de todos los que le aman.
Para pensar: Cuando miramos nuestra propia vida, o miramos la ciudad, la iglesia, la comunidad ¿Habrá algo, algún lugar – en nosotros o a través de nosotros – que Dios quiera reedificar o restaurar?
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