sábado, 2 de abril de 2022

CAMINO

 “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”, Lc 15:2

Muchos se acercaban a Jesús y eran personas de mala fama. Por otro lado, los religiosos y maestros de la ley comenzaron a murmurar. Jesús les comparte tres parábolas. 
La última de ellas nos habla acerca de un padre y sus dos hijos. El hijo menor había menospreciado a su padre y se fue a vivir a un país lejano. Luego de su fracaso se da cuenta que necesita volver pero en su argumento considera que "ya no es digno de ser un hijo de su padre". Por otro lado el padre piensa lo contrario.
A veces el camino de regreso se hace largo y difícil porque consideramos el amor de Dios en forma condicional y albergamos dudas si seremos bien recibidos. 
Dios nos ama siempre bajo cualquier circunstancia y condición en la que nos encontremos. Su palabra nos dice que con amor eterno nos ama (Jer 31:3). Nos conoce desde el vientre donde fuimos formados. No somos alguien sin nombre o desconocidos para Dios (Sal 139:13-16).
El camino de regreso se hace largo cuando decimos: “ya no merezco ser llamado tu hijo, trátame como si fuera uno de tus jornaleros”. Sentimos que debemos ser tratados como jornaleros, no como hijos y queremos ganarnos el amor de Dios.
El camino se hace largo porque a veces creemos que no tenemos valor o bien queremos levantarnos por nosotros mismos llevando una pesada carga. Deseamos demostrarle a Dios que nuestro pasado es muy oscuro como para que se lo pueda vencer. Preferimos auto lastimarnos o hacer cosas especiales para que Dios nos acepte. 
El camino se hace largo porque hay que reconocer el carácter de Dios. El Padre cuando lo vio se compadeció, salio corriendo, lo abrazo y lo beso. No dejo dudas que este hijo seria aceptado, perdonado y siempre amado. Nos encontramos perdidos cuando creemos que Dios no puede recibirnos, perdonarnos y devolvernos la dignidad. 
El camino se hace corto cuando dejamos a Dios ser Dios. Creer lo que nos dice, seguirle y que haga lo que tiene que hacer. Que Dios pueda hacer todo el trabajo de regeneración, sanación y restauración. Para esto es clave creer, confiar y entregarnos a su amor.
Carlos Scott

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