¿Alguna vez hemos sentido que las circunstancias superan nuestra capacidad de respuesta? ¿Cómo solemos reaccionar cuando nos asustamos o tenemos miedo? ¿Dónde vas cuando estás agotado?
Elías fue un profeta que en un determinado momento tocó fondo, 1 Reyes 19. Luego de una gran victoria, él recibe una amenaza de muerte – el miedo, el cansancio y la depresión invadieron su vida. Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. Camino todo un día por el desierto y finalmente se sentó a la sombra de un "arbusto", frustrado, agotado y abatido. Debajo de la sombra de este pequeño arbusto, Elías grita “¡Estoy harto, Señor!, quítame la vida". Y luego se duerme.
Elías nos recuerda que las personas de fe y obedientes ante Dios, no son inmunes ante circunstancias adversas donde nos invade el temor y sucumbimos a sus efectos negativos como ser la fatiga y el fracaso. ¿Has sentido alguna vez que sobrepasaste tus límites al momento de enfrentar algo difícil en tu vida?
El pasaje nos habla que aparece un "arbusto" como la provisión de Dios y un lugar de reposo. Este insignificante arbusto, se convierte en un lugar donde se desvanece el abatimiento, y la vida de Elías comienza a ser renovada.
Mientras que Elías duerme debajo del arbusto, Dios manda un mensajero en forma de ángel para hablarle (dos veces) y darle lo que necesita: “Levántate y come, porque te espera un largo viaje.” Esto le permitió llegar al monte de Dios.
El miedo puede debilitar, paralizar y hacer huir. Gracias a Dios, el miedo no fue el fin de la historia de Elías, de hecho el miedo no tiene que ser el final de nadie y tampoco el de tu propia vida.
Dios provee lugares de reposo – arbustos que proveen sombra. Esos son lugares donde el cuerpo, alma y espíritu son renovados por la provisión de Dios junto a sus palabras y sustento.
Dios es bueno y poderoso, nos da seguridad y confianza. Si sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, y son llamados a cumplir sus propósitos, entonces puedes descansar.
Para pensar: ¿Dónde está tu arbusto? ¿Tienes un lugar de sombra para descansar y experimentar la frescura y llenura de Dios? ¿En qué te refugias cuando te sientes presionado y agotado?
¿Qué podemos hacer cuando estamos a punto de rendirnos? ¿Qué puede hacer Dios en tu propia vida?