jueves, 20 de agosto de 2020

IR A LA FIESTA Y QUEDARSE EN ELLA

IR A LA FIESTA Y QUEDARSE EN ELLA
Con el fin de aclarar los misterios del reino de los cielos (o de Dios), Jesús contó la parábola de una fiesta de bodas convocada por un rey, con unos invitados de honor que, al unísono, dijeron que no podían asistir.
El hombre, entonces, decidió invitar a gente que nunca había estado en el palacio, ni sabía de comidas exquisitas y, algunos, ni tenía vestido para la ocasión. Invitó a los que nadie invitaba, gente mala y gente buena.
Cuando el rey entró, vio que un invitado no tenía el vestido apropiado, lo cual, en aquella cultura, era un desprecio peor que no asistir a la boda. Y el rey ordenó que lo sacaran de la fiesta. Jesús finalizó la narración diciendo: “Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos”.
El reino es fiesta. Esa fiesta es para todos. Pero, los que se supone que iban a estar, no van, y participan lo que jamás nadie había pensado en ellos. Pero, aunque es para todos, no es de cualquier manera como se participa. Cada quien escoge si se viste o no con el traje que corresponde. “Vístanse como escogidos de Dios... Sean, pues, profundamente compasivos, benignos, humildes, pacientes y comprensivos.” (Col.3:12‬). Los crueles, inhumanos, arrogantes e intolerantes, no tienen parte en ese baile.
MATEO‬ ‭22:1-14‬ ‭
“... Después dijo a los criados: “La boda está preparada, pero aquellos invitados no eran dignos de venir. Por tanto, vayan a las encrucijadas de los caminos inviten a la boda a todos los que encuentren”. Salieron los criados a los caminos y reunieron a cuantos encontraron, lo mismo malos que buenos. De esa manera, la sala de bodas se llenó de comensales. Cuando el rey entró a ver a los invitados, observó que uno de ellos no llevaba traje de boda y le preguntó: “Amigo, ¿cómo entraste aquí sin traje de boda?”. Él se negó a contestar. Entonces el rey dijo a los criados: “Átenlo de pies y manos y arrójenlo fuera, a la oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes”. Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.”
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lunes, 17 de agosto de 2020

Glocal Mission - Carlos and Alicia Scott and Daniel. Marta e Iker Scott Rizzo -Missions in the Basque Country | How you can support Linguæ Christi's wo...

LA OTRA DEFENSA DE LA FE

LA OTRA DEFENSA DE LA FE
Entre los contemporáneos de Jesús era común pensar —como aún muchos piensan hoy— que había personas que valían más que otras: el varón más que la mujer, el joven más que el anciano, el nativo más que el migrante y el adulto más que el niño.
Los niños y niñas se ubicaban en las escalas inferiores de valor y de respeto. Por eso, cuando un grupo de ellos se acercó a Jesús para que orara y les impusiera las manos, los discípulos reprendieron a quienes los traían. Valían poco.
Para los discípulos, la persona de valor era Jesús y no se le debía deshonrar con tanto bullicio irreverente. Jesús les llamó la atención y se enojó con ellos por su actitud (Mr.10:14). Y agregó algo insólito: que eso niños eran una metáfora del reino de los cielos, porque ese reino le pertenece a los que son como ellos.
Los discípulos querían defender a Jesús y, quizá ese día aprendieron, que a quien debían defender era a los niños, a los pequeños, a las personas que son tratadas como insignificantes del mundo.
En esto también consiste la defensa de la fe: en proteger a quienes defiende Jesús y su Evangelio.
MATEO‬ ‭19:13-15‬ ‭Biblia La Palabra
“Por entonces le presentaron unos niños a Jesús para que orara poniendo las manos sobre ellos. Los discípulos reñían a quienes los llevaban, pero Jesús dijo: — Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es para los que son como ellos. Y después de poner las manos sobre los niños, se fue de allí.”
‭‭‬
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sábado, 15 de agosto de 2020

Grupos de estudio. Perspectivas del Movimiento Cristiano Mundial

Perspectivas Curso Virtual Conosur ya es una realidad! Mas de 50 grupos que se reunen de manera online! 🇦🇷🇨🇱🇵🇾🇺🇾
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viernes, 14 de agosto de 2020

Charla de Capacitación con Daniel Scott

Atención
PCMB vía Zoom 📢
Te invitamos a seguir aprendiendo sobre misiones en estas capacitaciones virtuales💻📲.
En esta oportunidad con el misionero Daniel Scott, desde el País Vasco. Sábado 15/8, a las 17:00 horas.
Sumate. No te la pierdas!!!
Para inscribirte y + info: infopcmb@gmail.com
O enviar un MD a:
@infopcmb o @pcmbrosario

sábado, 8 de agosto de 2020

¿Inocente?, Jn 5:11-18

¿Inocente?, Jn 5:11-18
“¿Quién es ese hombre que te dijo recoge tu camilla y anda? El que había sido sanado no tenía ni idea de quién era, porque Jesús se había escabullido entre la mucha gente que había en el lugar”
"Después de esto Jesús lo encontró en el templo y le dijo: -Mira ya has quedado sano. No vuelvas a pecar, no sea que te ocurra algo peor”. Juan nos relata dos cosas: la iniciativa de Jesús en provocar una confrontación con las autoridades, y su trabajo personal con el hombre sanado.
Las autoridades se habían desentendido del hombre sobre la base que su enfermedad era producto del pecado. No tenían que esforzarse por ayudar al enfermo porque merecía el castigo que sufría. Su enfoque estaba puesto en que no cumplía la reglamentación porque cargar la camilla implicaba violar la prohibición de trabajar en el día de reposo. Jesús sanó al inválido y rompió definitivamente con tal manera de pensar y actuar. Ahora bien, ¿Por qué le dijo no vuelvas a pecar?
Este hombre no se atrevió a cuestionar la estrechez de los criterios oficiales y le echó la culpa por violar la ley a un desconocido. La “cosa peor” que podría pasarle sería perder su vida por traicionar a Jesús y esto sería la consecuencia de quedar en el lado equivocado del conflicto. El pecado de este hombre no es lo que hizo antes sino lo que hizo después.
“El hombre se fue e informó a las autoridades que Jesús era quien lo había sanado”. A sabiendas de la oposición de los religiosos, el hombre delató a Jesús y por esto las autoridades religiosas le perseguían pues hacía tales cosas en sábado, así que redoblaban sus esfuerzos para matarlo. Lamentablemente este hombre traicionó a Jesús.
Las autoridades en vez de escuchar la voz de Dios decidieron eliminarla. Seguir el modelo de Jesús es muy arriesgado. Seguir su ejemplo puede traernos problemas, pero el camino contrario sería traicionar a Jesús. Si queremos seguir y servir al Dios vivo no queda otro camino que identificarnos con Jesucristo. Jesús nos vuelve a decir: "No me traiciones"
¿En qué casos podemos traicionar a Jesús?¿Suelo colocarme del lado correcto a favor de los que son tratados injustamente y no se respeta su dignidad?


viernes, 7 de agosto de 2020

"Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos", Mr 10:16

"Y después de abrazarlos, los bendecía poniendo las manos sobre ellos", Mr 10:16
Jesús nos muestra una teología que tiene que ver con el apego, el cuidado, el abrazo, la ternura, la proximidad, aceptación, pertenencia y equidad. Hay empatía, valoración y humildad. Dios nunca pierde el corazón. Nunca. Es una teología del amor que se manifiesta en la autoridad del afecto y el cuidado tierno.
Al pensar en la iglesia Latinoamericana las últimas estadísticas nos indican que el 50 % no se congrega. Hay gente que ha sido avergonzada, humillada, no tratada con respeto, dignidad y equidad. En una sociedad líquida, como el agua que se va entre las manos las personas siguen perdiendo las relaciones sólidas, los vínculos, la cercanía, la confianza y el sentido de comunidad. ¿Podrán volver a confiar?
En la Iglesia y la sociedad del rendimiento con su exceso de positividad, dispersión y autosuficiencia para vivir sin límites hemos perdido el descanso espiritual, emocional y físico. Es como una rodilla que aprieta el cuello de una persona y no le permite respirar. Su medida es utilitaria y política por lo que podemos aportar o dar. La pandemia de la productividad, los resultados, la competencia, la aceleración y el éxito a cualquier costo, nos llevaron a tener una sociedad e iglesia cansada que puede estar alejada de una teología trinitaria de relación, del compañerismo, la amistad, la unidad en el espíritu y cerca del dolor, del lamento, fragilidad y sufrimiento de la gente. ¿Qué tipo de iglesia surgirá después de esta pandemia?
¿Cuáles son nuestros problemas? ¿Es la institución, el clero o liderazgo? ¿El problema son los laicos o feligreses? ¿Qué hemos hecho mal si es que algo hicimos mal? ¿Cuál es el proceso de purificación que necesitamos?

jueves, 6 de agosto de 2020


¿Culpable o Inocente?, Jn 5:1-10

Nos encontramos en la celebración de una fiesta de los judíos. Jesús se encuentra con un hombre inválido que llevaba enfermo treinta y ocho años. “Ya tenía mucho tiempo de estar así” (v.6). Jesús toma la iniciativa y le pregunta: ¿Quieres quedar sano?

Su respuesta fue: “No tengo a nadie que me meta en el estanque mientras se agita el agua y cuando trato de hacerlo otro se mete antes” (v7).  Este hombre muestra la falta de acompañamiento y solidaridad de los demás: Indica su limitación y el tema no es la Fe. Lo único que le hacía falta era la compasión humana, la comunión y la solidaridad. 

Jesús decide centrarse en la Justicia, Misericordia y Humildad. Las autoridades están centradas en la ley, normas, estructura y poder.  Jesús nos muestra una teología que tiene que ver con el apego, el cuidado, el abrazo, la ternura, la proximidad, aceptación, sentido de pertenencia y equidad. Hay empatía, valoración y humildad. Dios nunca pierde el corazón. Nunca. Es una teología del amor que se manifiesta en la autoridad del afecto y el cuidado tierno.

Es importante tener presente que el criterio divino para observar la calidad de los dirigentes religiosos y gobernantes se resume en el trato con los necesitados, Ez 34. Se les llamaba pastores y la voz profética nos reclama que en todo tiempo debemos “fortalecer a la oveja débil, cuidar de la enferma, curar sus heridas, ir por la descarriada y la que está perdida”. Cuando no hacemos esto las ovejas se dispersan por falta de pastor y quedan a la merced de las fieras del campo. El lamento profético es que nadie se preocupa por buscarlas, por hacerles justicia, tratarlas con misericordia, dejar la crueldad y alejar la violencia.

Jesús nos dice: “Levántate, recoge tu camilla y anda”.  El evangelio registra que “al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar” (v.9). Ante la sanidad de aquel hombre se podría esperar una actitud de alegría por parte de las autoridades. Sucedió todo lo contario. Ellos le dijeron: “Hoy es sábado, no te está permitido cargar tu camilla” (v10). Treinta y ocho años sin usar sus piernas, pero observaban que en el día de reposo usaba sus piernas para trabajar. Nos encontramos con un hombre que no tenía derecho según las autoridades.

La clave en la dirigencia era ejercitar el derecho a la autoridad. Lo importante no era la restauración de la persona sino observar que no guardaba “las normas establecidas de comunión y servicio”. El hombre marginado fue invisible hasta que violó la ley. Sus autoridades no demostraban un interés en las necesidades del rebaño. Su enfoque eran sus leyes, sus estructuras, modelos, “etiquetas” y tradición. Se olvidaron de los derechos que le correspondía al inválido. Habían perdido el propósito, el espíritu y objetivo de la ley. Les faltaba escuchar el llanto del pueblo necesitado.

Al pensar en la iglesia Latinoamericana las últimas estadísticas nos indica que el 50 % no se congrega. Hay gente que ha sido avergonzada, humillada, no tratada con respeto, dignidad y equidad. En una sociedad líquida, como el agua que se va entre las manos las personas siguen perdiendo las relaciones sólidas, los vínculos, la cercanía, la confianza y el sentido de comunidad. ¿Podrán volver a confiar?

En la Iglesia y la sociedad del rendimiento con su exceso de positividad, dispersión y autosuficiencia para vivir sin límites hemos perdido el descanso espiritual, emocional y físico. Es como una rodilla que aprieta el cuello de una persona y no le permite respirar. Su medida es utilitaria y política por lo que podemos aportar o dar. La pandemia de la productividad, los resultados, la competencia, la aceleración y el éxito a cualquier costo, nos llevaron a tener una sociedad e iglesia cansada que puede estar alejada de una teología trinitaria de relación, del compañerismo, la amistad, la unidad en el espíritu y cerca del dolor, del lamento, fragilidad y sufrimiento de la gente.  ¿Qué tipo de iglesia surgirá después de esta pandemia?

¿Cuáles son nuestros problemas? ¿Es la institución, el clero o liderazgo? ¿El problema son los laicos o feligreses? ¿Qué hemos hecho mal si es que algo hicimos mal?  ¿Cuál es el proceso de purificación que necesitamos?

¿Culpable o Inocente?  ¿Cuánta gente hay en la iglesia y cerca de la misma que no puede caminar? ¿Por qué muchos siguen en esa condición? ¿Qué tipo de modelo estamos compartiendo y encarnando?...  “Ya tenía mucho tiempo de estar así”

Carlos Scott
Misión Local y Global (GloCal)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina

martes, 4 de agosto de 2020

¿Cuál es tu paradigma?

¿Cuál es tu paradigma?
El paradigma de la brújula nos habla de dirección y calidad. Es hacer las cosas que hay que hacer
El paradigma del reloj nos convierte en reactivos. El de la brújula en proactivos
La urgencia no es sinónimo de importancia
La falta de cambios en la vida no es debida a la falta de información; más bien a carencia de estrategias o voluntad
Por más que lo intentemos el viejo paradigma no puede dar resultados diferentes. Cambiemos el paradigma u obtendremos lo mismo.
Enfoque significa decidir qué cosas no vamos a hacer
Solo cambiamos cuando el dolor de hacerlo es menor que el dolor de permanecer como estamos.
Quien no sabe dónde va cualquier camino le sirve
Tu paradigma determina tus valores, estos tus conductas y estas tus resultados. ¿Sabes cuál es tu paradigma?
No podemos resolver problemas usando el mismo tipo de pensamiento que usamos cuando lo creamos
No hay nadie ocupado en este mundo, es siempre una cuestión de prioridades. Siempre encontraremos tiempo para las cosas que sentimos que son importantes


domingo, 2 de agosto de 2020

Testigos del Reino en medio del sufrimiento - Pr. Norberto Saracco - Servicio online 02.08.2020 | IGLESIA BUENAS NUEVAS

IGUAL QUE LOS DEMÁS

IGUAL QUE LOS DEMÁS
Antes de ofrecer sacrificios por el pueblo el sumo sacerdote debía hacerlo por sus propios pecados. La escritura dice: "Y como el sacerdote está sujeto a las debilidades humanas, puede tener compasión de los ignorantes y los extraviados; y a causa de su propia debilidad, tiene que ofrecer sacrificios por sus pecados tanto como por los pecados del pueblo", Heb 5:2-3
Veo que es algo tremendamente pedagógico; el sacerdote debía de afrontar, reconocer y pedir perdón por su realidad como ser humano pecador y necesitado de la gracia y el perdón de Dios. Sólo desde su miseria estaba en condiciones de ser de bendición para los otros. Desde su propia realidad pecadora podía entender a los demás pecadores, podía ser bondadoso y misericordioso con ellos de la misma manera que el Señor lo había sido con él. El lidiar primeramente con su propio pecado le impedía caer en la tentación de sentirse superior a otros, mejor como ser humano, más espiritual que el resto de los mortales. Se podía ver a sí mismo identificado en el pecado de los demás y, consecuentemente, podía, como dice el autor de Hebreos, ser compasivo con ellos.
Es una buena lección para nosotros que, con tanta premura y frivolidad, juzgamos a otros y nos sentimos superiores, que nos cuesta ser compasivos y mostrar la misma compasión que se ha tenido hacia nosotros. Creo que todo aquel que no siga esta pauta está descalificándose para ser un sacerdote ante Dios.
¿Hasta qué punto te falta hacia otros la compasión que fue y sigue siendo mostrada hacia ti?
Felix Ortiz Fernández
Foto de Gilbert Lennox

sábado, 1 de agosto de 2020

GRACIA

GRACIA
Trono de gracia, seguros de encontrar la misericordia y el favor divino en el momento preciso. (Hebreos 4:16)
¡Qué bueno poder acercarnos a Jesús sabiendo que es empático! ¡Qué bien saber que ante Él nos podemos sentir confiados, es decir, seguros! Pero, una vez ante su presencia, ¿Qué podemos esperar? El anónimo autor del libro de Hebreos nos lo dice con claridad, con Jesús nos vemos sorprendidos, no sólo por una gran empatía, sino también por una escandalosa gracia. Habitualmente, en la Biblia, el trono está vinculado con la justicia de Dios. El Señor, sentado en su trono, imparte juicio y justicia, dando a cada uno según su merecido. El trono que es mencionado en Hebreos es diferente, se trata de un trono de gracia; se trata de un trono donde no somos juzgados, sino somos tratados con aceptación, amor, misericordia. Donde no recibimos el trato que merecemos, sino aquel que necesitamos. Donde, en definitiva, somos recibidos debido a lo que somos, sino a pesar de ello.
Cuando uno se acerca a Jesús sólo recibe gracia ¿Qué te impide acercarte a Él?
Felix Ortiz Fernández
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 30 de julio de 2020

SEGUROS

SEGUROS
Acerquémonos, pues, llenos de confianza a ese trono de gracia. (Hebreos 4:16)
Confianza es la medida en que nos sentimos seguros con alguien. Seguros con sus motivaciones, pensamientos y actitudes hacia nosotros. No podemos vivir sin confianza, sin sentirnos seguros en las relaciones. Vamos al doctor y necesitamos confiar que la información que nos dará es cierta. Si llevamos el automóvil al mecánico confiamos, o necesitamos confiar, en que no nos estará engañando respecto a lo que el coche necesita. Así, podemos identificar multitud de situaciones en la vida en las que precisamos esa seguridad en el otro. Al mismo tiempo, todos hemos experimentado en alguna ocasión la desazón que produce el sentirnos inseguros, el no poder confiar.
La Palabra nos dice con respecto a Jesús que nos podemos acercar a Él, no con confianza, sino ¡LLENOS! de confianza; es decir, llenos de seguridad, sin ningún tipo de miedo, incerteza, preocupación acerca de cuáles son sus actitudes, pensamientos, motivaciones o intenciones hacia nosotros. La relación con el Señor se basa en la seguridad que se deriva de la confianza, no en el miedo, el temor o la vacilación. De hecho, el apóstol Juan ya lo afirma, el que tiene miedo no ha entendido para nada qué es el amor.
¿Cuán seguro te sientes con Dios?
Foto de Gilbert Lennox

jueves, 23 de julio de 2020

¡Perspectivas Argentina 🇦🇷 te invita a ser parte!

¡Perspectivas Argentina 🇦🇷 te invita a ser parte!
¿Te gustaría bendecir a los misioneros argentinos que están en el campo para que puedan capacitarse en el curso virtual de Perspectivas? 🤔
Escríbenos a info@perspectivasargentina.org y te contamos cómo ser de bendición para ellos!😊

miércoles, 22 de julio de 2020

Curso Perspectivas del Movimiento Cristiano Mundial

¡Estamos a 3 días del cierre de inscripciones del curso virtual de Perspectivas
¡No te quedés fuera!

Mientras tanto y después de esto,... Volver a empezar. "Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7.

Mientras tanto y después de esto,... Volver a empezar. "Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7.
Las palabras de Jesús siguen vigentes “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios”, Jn 3:3. Jesús nos confronta con nuestra identidad, quien realmente somos y qué pretendemos. Nos habla de la importancia de ver el Reino de Dios. Jesús nos vuelve a decir: “Tienen que nacer de nuevo”, Jn 3:7.
Jesús busca una transformación que va más allá de ser religioso o de asistir a los cultos. Es una invitación a ir al principio, comenzar de nuevo, un proceso de crecimiento y transformación. Es nacer de nuevo, “desde arriba” o “de lo alto”. Es nacer del Espíritu.
Nacer del Espíritu representa el poder divino. “El ser humano tiene que pasar por una transformación que uno mismo es incapaz de lograr y que debe venir como don de Dios. Está fuera de nuestro poder y control”. Jesús habló del Espíritu como el viento, Jn 3:8; y ambos están fuera del poder humano: van donde quieren sin poder entender desde donde se mueven o a donde van.
El Reino de Dios nos confronta y a su vez nos invita a todos. Nos invita a nacer de nuevo y a participar en la misión de Dios. Es un llamado a reconocer nuestra limitación, renunciar a nuestras pretensiones y dejar que Jesús nos salve.
La venida de Jesucristo sigue generando una crisis en el mundo de hoy. La crisis es esta: hay que definirse. La necesidad de nacer de nuevo o volver a cero en la vida es la necesidad de responder hoy, Jn 3:16-21. El nuevo nacimiento viene de lo alto o desde arriba, pero sucede aquí en la tierra.
¿Cual es tu experiencia con Dios? ¿Has nacido de nuevo, “desde arriba” o “de lo alto”?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox

lunes, 20 de julio de 2020

Frente al racismo, una expresión de dolor, arrepentimiento y esperanza | Lausanne Movement

Frente al racismo, una expresión de dolor, arrepentimiento y esperanza | Lausanne Movement: Como líderes del Movimiento de Lausana, nuestros corazones se han estado rompiendo. Hemos estado escuchando historias de injusticia personal y pública, y de discriminación racial.

domingo, 19 de julio de 2020

Curso Perspectivas del Movimiento Cristiano Mundial

Cuenta regresiva! 😮
¡Quedan pocos días! ¡No te quedes sin tu cupo!😯 El 20 de julio cerramos inscripciones, ¡Apurate! 🏃🏻🏃🏻‍♀️
Curso Perspectivas Virtual Cono Sur🇦🇷🇨🇱🇺🇾🇵🇾


sábado, 18 de julio de 2020

SALVAR LA VIDA PERDIÉNDOLA.

SALVAR LA VIDA PERDIÉNDOLA.
Las enseñanzas de Jesús promueven y favorecen la paz integral (Shalom) y la justicia para todos los seres humanos (sin que nadie “se quede atrás”). Sus seguidores debían enalbardar esas mismas causas, las que en el Sermón de la Montaña se habían trazado con claridad (Mateo 5-7).
Pero construir la paz y vivir como Jesus vivió implica asumir la realidad del conflicto. Una y otra vez Jesus recalcó esa verdad. Enseñó que el anuncio del Evangelio es más que la enunciación de un discurso oral. Es la encarnación de unos valores de vida. Y esto puede acarrear la furia de los enemigos de la paz, la ternura, la justicia, el amor y la misericordia.
Cuando se escribió el Evangelio de Mateo (década 80-90) las comunidades de fe ya sufrían el hostigamiento de los perseguidores. La comunidad de Mateo escribe con el agravante de su propia experiencia. Por proclamar la paz, habían atraido la guerra (la reacción de los intolerantes). Por predicar el perdón habían sido acusados de blasfemos. Por buscar la justicia habían sido condenados como rebeldes y enemigos del orden.
El camino del Evangelio se transita, en muchos casos, por senderos adversos, pero no amargos. Esta adversidad se asume con dignidad porque, como lo enseñó Jesús: “El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que, por causa de mí, la pierda, ese la salvará”. Salva su vida (la realiza y le da sentido) y así, salva la de los demás, haciéndola mas plena y digna.
“No crean que he venido a traer la paz al mundo. ¡No he venido a traer paz, sino guerra! Porque he venido a poner al hijo en contra de su padre, a la hija en contra de su madre y a la nuera en contra de su suegra; de manera que los enemigos de cada uno serán sus propios familiares. El que quiera a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí. El que quiera a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no esté dispuesto a tomar su cruz para seguirme, tampoco es digno de mí. El que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que, por causa de mí, la pierda, ese la salvará.” MATEO‬ ‭10:34-39‬ ‭Biblia La Palabra.
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viernes, 17 de julio de 2020

INTERIORIDAD PROFUNDA Y EXTERIORIDAD INTRÉPIDA

INTERIORIDAD PROFUNDA Y EXTERIORIDAD INTRÉPIDA.
El anuncio del Evangelio, tal como lo hizo Jesús: predicando buenas nuevas para quienes solo reciben malas noticias, sanado dolencias físicas y morales, acogiendo a las personas excluidas, defendiendo la dignidad de todos los seres humanos y promoviendo la libertad a los oprimidos de muchos males (y muchos malos), una Misión así, requiere de un gigantesco valor. ¡No es tarea de pusilánimes!
A él lo llamaron príncipe de los demonios (Belzebú) y, desde muy temprano, cuando estaba iniciando su tarea espiritual, quisieron matarlo (Lucas 4:28-30).
Por eso, cuando explicó la tarea que les encomendaba a los discípulos, no les ocultó las consecuencias que tendrían. Y fue categórico en su recomendación: “No tengan miedo a la gente”.
Sus advertencias no eran para que se ocultaran, sino para que proclamaran el Evangelio con audacia, “pregonándolo desde las azoteas”. Debían confiar en Dios el Padre, que estaría con ellos, no siempre para librarlos, pero siempre para infundirles valor; para impedir una Misión en manos de cobardes. Lo que se escucha, se sabe y se aprende de Jesús, debe ser proclamado “a plena luz”.
Los valores del Evangelio se cultivan en la interioridad de lo que somos —cultivo de la calidad humana profunda, según M. Corbí—pero se proyectan hacia la exterioridad de donde estamos. Interioridad y exterioridad. Espiritualidad y profecía. Profundidad e intrepidez. Como Jesús.
“Ningún discípulo es más que su maestro ni ningún criado es más que su amo. Bastante es que el discípulo llegue a ser como su maestro, y el criado como su amo. Si han llamado Belzebú al amo de la casa, ¿qué no dirán de sus familiares? No tengan miedo a la gente. Porque no hay nada secreto que no haya de ser descubierto, ni nada oculto que no haya de ser conocido. Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo ustedes a plena luz, y lo que escuchan en secreto, pregónenlo desde las terrazas. No tengan miedo de los que pueden matar el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien tengan miedo de aquel que puede destruir el cuerpo y el alma en la gehena. ¿No se venden dos pájaros por muy poco dinero? Sin embargo, ninguno de ellos cae a tierra si el Padre de ustedes no lo permite. Pues bien, ustedes tienen contados hasta el último cabello de la cabeza.
Todo aquel que se declare a mi favor delante de los demás, yo también me declararé a favor suyo delante de mi Padre que está en los cielos. Y, al contrario, si alguien me niega delante de los demás, yo también lo negaré a él delante de mi Padre que está en los cielos.”
‭‭MATEO‬ ‭10:24-30, 32-33‬ ‭Biblia La Palabra
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martes, 14 de julio de 2020

TRAS LOS PASOS DEL MAESTRO

TRAS LOS PASOS DEL MAESTRO
Habiendo terminado el gran Sermón de la Montaña (Mateo 5-7), se inicia un segundo discurso (Mateo 10), este dirigido a los temas de la Misión, de Jesús y de sus discípulos. Si en el primero se trataron los temas relativos a cómo debe ser la vida de un discípulo(a), ahora se atenderán los relacionados con su sentido de vida. Primero cómo vivir y ahora hacia donde dirigir esa vida.
La Misión se inicia con la elección de los doce apóstoles (que significa enviados), con la asignación de la autoridad que tendrán y con los propósitos que cumplirán al ser elegidos y al recibir tal autoridad.
En cuanto a la elección, Jesús llamó a doce personas, ninguna de ellas pertenecientes al linaje sacerdotal de Israel. Primera ruptura cultural y teológica: la Misión es laica, es decir, de todos y no de una clase clerical privilegiada. Hágase lo que se haga y se tenga la profesión o tarea que se tenga, en todo encontramos un encargo para vivir el Evangelio y promover el Reino de Dios.
Después de llamarlos les dio autoridad con el fin de que los seres humanos gocen de libertad, allí donde hay esclavitud (en todas sus formas, antiguas y modernas); de salud y de bienestar, allí donde hay enfermedad y muerte.
El ser humano libre, reconciliado, amado y en armonía es el objetivo de la Misión cristiana. Su fin no es la Iglesia; esta es su medio. Y para este fin se ha recibido la autoridad, no para ser servidos, sino para servir, amar y trasformar como lo hizo el Maestro.
“Jesús reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo; Felipe, Bartolomé, Tomás y Mateo el recaudador de impuestos; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón el cananeo y Judas Iscariote, el que luego traicionó a Jesús. Jesús envió a estos Doce con las siguientes instrucciones: — No vayan a países paganos ni entren en los pueblos de Samaría; vayan, más bien, en busca de las ovejas perdidas de Israel.”
‭‭MATEO‬ ‭10:1-6‬ ‭Biblia La Palabra.
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sábado, 11 de julio de 2020

DEMOSTRAR EL EVANGELIO. UNA NUEVA APOLOGETICA

DEMOSTRAR EL EVANGELIO. UNA NUEVA APOLOGETICA. Ante la incredulidad de Tomas, Jesús no apeló ni a argumentos teóricos ni a razones especulativas. Lo que hizo fue mostrar sus manos y dejar que se palparan sus llagas. Los hechos antes que las palabras. Para demostrar la existencia de Dios o la validez de las creencias cristianas, la filosofía, y cuánto más la teología, han escogido el intrincado camino de la metafísica (este es el marco racional de la mayoría de grandes doctrinas), la gnoseología (asunto de métodos del conocimiento) y los razonamientos deductivos, entre otros mas. Pero, en el camino de esos debates, han sobrado razones y han faltado llagas. Sin despreciar el uso de la razón, Jesús escogió la vía de la demostración. Quizá esa sea hoy la ruta para la proclamación del Evangelio en la “próxima normalidad” de la postpandemia. Años se lleva enseñando el Evangelio, años esperan que sea demostrado, con gestos de amor, solidaridad, misericordia, acogida y ternura. Por este camino, sobran las clásicas y ya obsoletas apologéticas racionalistas de la fe. “Tomás, uno del grupo de los doce, a quien llamaban “el Mellizo”, no estaba con ellos cuando se les presentó Jesús. Así que le dijeron los otros discípulos: — Hemos visto al Señor. A lo que Tomás contestó: — Si no veo en sus manos la señal de los clavos; más aún, si no meto mi dedo en la señal dejada por los clavos y mi mano en la herida del costado, no lo creeré. Ocho días después, se hallaban también reunidos en casa los discípulos, y Tomás con ellos. Aunque tenían las puertas bien cerradas, Jesús se presentó allí en medio y les dijo: — La paz esté con ustedes. Después dijo a Tomás: — Trae aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en la herida de mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente. Tomás contestó: — ¡Señor mío y Dios mío! Jesús le dijo: — ¿Crees porque has visto? ¡Dichosos los que crean sin haber visto!” JUAN‬ ‭20:24-29‬ ‭Biblia La Palabra. Instagram @harold_segura Twitter @haroldsegura