Un modelo intenta hacer justicia a la idea de una iglesia que desea crecer en todo nivel y dimensión. Orlando Costas nos comenta que crecer cualitativamente implica: la espiritualidad, la encarnación y la fidelidad
"La espiritualidad tiene que ver con la presencia y operación dinámica del Espíritu Santo en el crecimiento de la iglesia: si el crecimiento responde a la inspiración y motivación del Espíritu y refleja sus frutos".
Por encarnación se entiende la identificación en el dolor y las aflicciones de la humanidad y su impacto en el proceso de crecimiento de la iglesia. En otras palabras, ¿hasta qué punto la iglesia está experimentando un crecimiento que refleja la comprensión, el compromiso y la presencia de Cristo entre las multitudes desamparadas y dispersas?
Por último, la fidelidad tiene que ver con la coherencia entre la acción de la iglesia y los propósitos globales de Dios. Puesto de otra forma, ¿en qué medida responde el crecimiento que está experimentando la iglesia, en relación con los propósitos de Dios para la humanidad y sus designios en la historia?
Orlando Costas sigue añadiendo que el crecimiento cuantitativo se puede dar en cuatro dimensiones o direcciones: hacia la reproducción de sus miembros (formación o plantación de nuevas comunidades de fe - Agregado personal), el desarrollo de su vida orgánica (estructura), la profundización en la reflexión de la fe (lo conceptual) y el servicio eficaz en el mundo (lo diaconal).
Como pueblo en marcha no podrá llegar a su meta hasta que toda la humanidad haya tenido una oportunidad razonable de escuchar, ver y responder al evangelio. Es así como hablamos de cuatro dimensiones: numérica, orgánica, conceptual y diaconal
Para Pensar ¿Debemos repensar lo que significa la dimensión numérica (más miembros), la orgánica (estructura), la conceptual (conocimiento), la diaconal (servicio)? ¿De qué manera estas dimensiones están siendo guiadas por la espiritualidad, la encarnación y la fidelidad?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox