Una de las primeras cosas a tener en cuenta es que debemos confiar en la obra del Espíritu Santo que nos habla en lo personal y como comunidad. Nosotros no somos el Espíritu Santo para decirle a cada persona lo que debe, o no debe hacer. Confiamos en la guía del Espíritu que nos revela todas las cosas y nos guía a toda verdad.
Seguidamente el estudio de la palabra de Dios, su aplicación a la vida comunitaria y personal nos ayuda a diferenciar lo que es verdad de aquello que no lo es. El estudio de la escritura, el discernimiento comunitario y la sabiduría nos mantienen dentro de la pista o el camino correcto.
Somos llamados a edificar y nutrir a cada creyente en Cristo y la comunidad. Hablamos de hacer discípulos de Jesucristo y no de una "etiqueta denominacional", sistema o de alguna persona en particular.
Hacer discípulos es un inicio y es un proceso. Pablo hizo discípulos estando pocos días en algunos pueblos y otros continuaron el proceso. La idea final es reproducirse y no dejar atada a la gente a una determinada estructura religiosa. Nuestro desafío es capacitar, delegar y soltar a la gente a la obra que Dios les está llamando. La gente es de Dios y no nuestra.
Cada comunidad de fe es llamada a iniciar un proceso que finalmente lleva a la madurez y multiplicación. La madurez implica extendernos a todas partes iniciando nuevas comunidades y procesos.
La estructura tradicional de la iglesia suele concentrarse en pocas personas. Cuando liberamos y soltamos a la gente les estamos dando oportunidades de comenzar nuevas comunidades. Debemos facilitar la reproducción o multiplicación de nuevos siervos y líderes.
La gente debe tener oportunidades para ejercitar los dones espirituales y esto genera la reproducción del liderazgo. El discipulado, los dones espirituales y la vida en comunidad es la provisión necesaria para continuar el ciclo de multiplicación.
El Espíritu de Dios trabaja en medio de la comunidad y levanta a nuevos siervos. Nos toca abrir las manos y soltar a la gente. ¿Qué impide?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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