¿Cómo sería el mundo diferente si tuviéramos en cuenta las palabras de Santiago?
"¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz" Stg 3:13-18
La Sabiduría que desciende del cielo es:
• "Pura" significa estar libre de motivaciones mixtas, tener intenciones puras, libre y exento de toda mezcla de otra cosa, honesto, recto, respetuoso, decir la pura verdad, que es solo y exclusivamente lo que se expresa.
• "Pacífica" "amante de la paz" significa creer y estar anhelando la reconciliación, establecer la paz cuando hay conflictos entre personas o pueblos.
• "Bondadosa" "ser considerado" significa tratar a los demás con respeto y cuidado (especialmente detrás de su espalda), afable, suavidad de carácter, generoso, pensando en los demás, ayudando.
• "Dócil" "sumisa" significa ser enseñable, tener una actitud cooperativa, fácil de educar o dirigir, obediente, suave, apacible, maleable, manso.
• "Llena de Compasión" "llena de misericordia y de buenos frutos", aliviar el dolor ajeno, remediar el sufrimiento, evitar su dolor, compadecerse, perdonar, piedad.
• "Imparcial" significa que juzga y procede con imparcialidad, rectitud, consistente.
• "Sincera" significa evitar la hipocresía, y estar hablando con franqueza, sin fingimiento, franco, sin simulación, veraz, abierto, sencillo, de buena fe.
Oramos por la sociedad toda para que podamos encontrar caminos de vida frente a tanto dolor. Acudamos a la ayuda de toda persona. ¡Sin demora y sin reservas de ningún tipo!
Finalmente, ante tantas grietas que sufre nuestra sociedad la escritura nos recuerda: “No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor” Lv 19:18.
Volvamos nuestra mirada al Dios creador para que sigamos siendo “seres humanos”
¿Cuál puede ser nuestra oración?
Carlos Scott