EL ROSTRO FEMENINO DE DIOS
Ver a las iglesias locales llevando todo el evangelio a todo el mundo
domingo, 29 de noviembre de 2020
EL ROSTRO FEMENINO DE DIOS
En ocasiones Jesús habló de Dios o del Reino apelando a figuras masculinas. Era la forma más común. Los varones eran la referencia cultural más habitual. Lo nuevo fue que el mismo Jesús usó figuras de mujeres para ilustrar cómo era Dios y cómo actuaba. Antes, el profeta Isaías y otros lo habían hecho (Is.49:14-16).
Después de la parábola de la oveja perdida (Lc.15:3-7), narró otra, la de la moneda perdida. En este caso la protagonista es una pobre mujer que ha perdido una de las diez monedas que tenía, y ante su infortunio, enciende la lámpara, barre la casa y, con mucho afán, la busca hasta encontrarla. Así se hace cuando la pobreza es mucha.
Ante la buena noticia, reúne a sus amigas y vecinas. Por cierto, en esta parábola solo aparecen personajes femeninos: la dueña de las monedas, sus vecinas y sus amigas. No hay ni un solo hombre. Ya habían estado en la parábola anterior, la del pastor y sus ovejas.
Así habló Jesús acerca de Dios: unas veces como varón y otras como mujer. Al fin y al cabo, de Dios solo se puede hablar por medio del lenguaje figurado. Dios es Dios. Ni es mujer, ni es varón; ni anciano, ni niño; ni rico, ni pobre. Es Dios.
En este caso, Jesús se dio la libertad de presentarlo como una mujer pobre, luchadora, necesitada, perseverante y alegre, rodeada de vecinas y amigas que se alegran con Ella por una simple monedita que se le había perdido. Es el feliz y conmovedor rostro femenino de Dios.
LUCAS 15:8-10 (Biblia La Palabra)
“O también, ¿qué mujer, si tiene diez monedas y se le pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa y la busca afanosamente hasta que la encuentre? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas y les dice: “¡Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me había perdido!”. Pues yo les digo que, igualmente, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.”
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sábado, 28 de noviembre de 2020
martes, 24 de noviembre de 2020
UNA HIGUERA EN DIFICULTADES
UNA HIGUERA EN DIFICULTADES
Jesús se dirigía rumbo al templo de Jerusalén y viendo una higuera fue a buscar su fruto pero se encontró con una planta que observaba escrupulosamente el reglamento: “No era tiempo de higos”
Este episodio representa una parábola dramatizada. Son las pretensiones de Dios en relación con nosotros. Cristo nos pide algo más. Como si dijera: La fe tiene la obligación de realizar milagros.
Puedo aparentar que soy un árbol frondoso y lleno de hojas, pero lo que Jesús busca es fruto. Dios espera que su pueblo de fruto a tiempo y fuera de tiempo, (2 Ti 4:2). Dios nos considera capaces de hacer cosas imposibles (Jn 14:12).
El problema del templo era que aparentaba vida, pero sus hermosas hojas escondían un tremendo vacío. La gente que se acercaba a esta higuera no encontraba algo que les satisficiera la sed y el hambre. La Higuera está simbolizando al sistema religioso de la época con sus componentes políticos. Los problemas se centran finalmente en la esterilidad de la higuera, la falta de fruto, la estructura excluyente del templo o institución.
¿Cuál es el fruto que busca el Señor en medio de su iglesia?
“Al día siguiente, cuando salían de Betania, Jesús tuvo hambre. Viendo a lo lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si había algún fruto. Cuando llegó a ella sólo encontró hojas, porque no era tiempo de higos. ¡Nadie vuelva jamás a comer fruto de ti!, le dijo a la higuera. Y lo oyeron sus discípulos.” Mr. 11:12-14
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
sábado, 21 de noviembre de 2020
GANAR PERDIENDO
GANAR PERDIENDO
La espiritualidad se expresa, más allá de las creencias doctrinales, en actitudes y valores que hacen posible la vida esperanzada y la convivencia armónica y solidaria.
Esa esperanza se alimenta de las experiencias del pasado. Aprende de lo que pasó, más no se queda atrás solo añorando lo que fue (porque el pasado puede aprisionarnos). Jesús les puso a sus discípulos el ejemplo de la mujer de Lot. Les recordó lo que le había pasado cuando ella y su familia estaban huyendo de la ciudad de Sodoma. Ella decidió volver atrás y, entonces, se convirtió en estatua de sal (Gn.19:26).
De una historia del pasado, como esa, Jesús enseñó a no volver la vista atrás, porque la fe, según él, camina de frente. Su horizonte está adelante, no atrás. Prefiere arriesgarlo todo con tal de avanzar, en lugar de retenerlo todo y quedarse rezagado.
Quien pretende salvar la vida (guardando, añorando y rememorando), la pierde. En cambio, quien se arriesga a perderla (amando, sirviendo y confiando) la gana. Eso hizo Jesús y eso enseñó a los suyos: ganar perdiendo.
LUCAS 17:32-37 (Biblia La Palabra)
“¡Acuérdense de la mujer de Lot! El que pretenda salvar su vida, la perderá; en cambio, el que la pierda, ese la recobrará. Les digo que en aquella noche estarán dos acostados en la misma cama: a uno se lo llevarán y dejarán al otro. Dos mujeres estarán moliendo juntas: a una se la llevarán y dejarán a la otra. [Dos hombres estarán trabajando en el campo: a uno se lo llevarán y dejarán al otro].
Al oír esto, preguntaron a Jesús:
— ¿Dónde sucederá eso, Señor?
Él les contestó: — ¡Donde esté el cuerpo, allí se juntarán los buitres!?”
viernes, 20 de noviembre de 2020
martes, 17 de noviembre de 2020
LA ALEGRÍA DE LA FE
LA ALEGRÍA DE LA FE
Resulta extraño que a Jesús y a sus discípulos se les haya calificado como personas comilonas y bebedoras que, por su conducta, contrastaban con el comportamiento de Juan el Bautista y sus seguidores. Éstos, siempre sobrios, frugales y estrictos; ayunaban con frecuencia, en cambio los de Jesús, no.
Cuando le preguntaron por qué no ayunaban, explicó que su proyecto espiritual era comparable a una fiesta. ¿Una fiesta? Sí. Como una boda donde hay alegría, muchas ilusiones compartidas, comida y bebidas, como en todo casamiento judío. Y en un festejo así no hay lugar para la congoja, la aspereza, ni la severidad.
¿Puede uno imaginarse el desconcierto de los maestros de la ley y los fariseos? ¿La fe como una fiesta? Para ellos la observancia religiosa había sido (y debía seguir siendo) algo parecido a una ceremonia fúnebre (Lc.7:31-35). .
Para Jesús, la fe se vive con actitud de fiesta de bodas; con la alegría de los amigos del novio. Alegría como actitud resistente y resiliente frente a los avatares de la vida, a la dureza de la existencia y los dolores imprevistos. Puesto que la vida es así, difícil, la fe tiene que ser distinta. Es un bálsamo de ternura que infunde aliento, promueve esperanza y suscita valor.
LUCAS 5:33-39
“Entonces dijeron a Jesús: Los discípulos de Juan ayunan a menudo y se dedican a la oración, y lo mismo hacen los de los fariseos. ¡En cambio, los tuyos comen y beben!
Jesús les contestó: ¿Harían ustedes ayunar a los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Ya llegará el momento en que les faltará el novio; entonces ayunarán.
Además, les puso este ejemplo: Nadie corta un trozo de tela a un vestido nuevo para remendar uno viejo. De hacerlo así, se estropearía el nuevo y al viejo no le quedaría bien la pieza del nuevo. Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos, pues el vino nuevo rompe los odres, de modo que el vino se derrama y los odres se pierden. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos Y nadie que haya bebido vino añejo querrá beber después vino nuevo, porque dirá que el añejo es mejor”.
Harold Segura
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lunes, 16 de noviembre de 2020
OPCIONES, ANTES QUE DECLARACIONES
OPCIONES, ANTES QUE DECLARACIONES
¿Cuál es la diferencia entre una persona cristiana y una que no lo es? La tradición eclesial ha respondido que es cristiano quien cree, como reza el Credo, que Jesucristo “se encarnó María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre…”
Algún valor tiene las declaraciones de fe como ejercicio teológico de sistematización y síntesis de las doctrinas y, sobre todo, como recurso pedagógico para la enseñanza de la fe (recurso catequético). Pero poco valor tiene, muy poco, cuando la fe queda reducida a una adhesión racional de doctrinas o, peor aún, a su repetición casi mecánica.
En una parte del Sermón del Monte Jesús dijo que una diferencia entre sus seguidores y “los paganos” (o “los gentiles”) es lo que les interesa, o preocupa, a cada uno. La diferencia está en sus pasiones, no es sus afirmaciones, y en sus opciones, no en sus declaraciones. Es cristiano quien opta y se apasiona por lo que optó y apasionó a Jesús, el reino de Dios y su justicia.
MATEO 6:31-34
“Así pues, no se atormenten diciendo: “¿Qué comeremos, ¿qué beberemos o con qué nos vestiremos?”. Esas son las cosas que preocupan a los paganos; pero el Padre celestial ya sabe que las necesitan. Ustedes, antes que nada, busquen el reino de Dios y todo lo justo y bueno que hay en él, y Dios les dará, además, todas esas cosas. No se inquieten, pues, por el día de mañana, que el día de mañana ya traerá sus inquietudes. ¡Cada día tiene bastante con sus propios problemas!
Harold Segura
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sábado, 14 de noviembre de 2020
ABRIR LOS OJOS Y SALIR DEL HOYO
ABRIR LOS OJOS Y SALIR DEL HOYO
Ser discípulos de Jesús consiste en ver la vida como él la vio y mantener esa mirada vigilante. Es ver con claridad, sin dejar que las ilusiones que deslumbran cieguen la vista, ni permitir que los ojos se oscurezcan por el cansancio y la rutina.
Así les enseñó Jesus a los suyos: “Si tus ojos están sanos, todo en ti será luz.” (Mt. 6:22). La fe, entonces, es un asunto de buena vista, de mirada clara, de no andar como un ciego por la vida, dando tumbos, aunque creyéndose maestro clarividente de otros.
Jesús y su Evangelio abren los ojos, pero hay creencias religiosas, ideologías politicas y otras falsas ilusiones que los cierran. En muchos casos, dijo Jesús, estos ciegos se convierten en guías de otros ciegos. Son ciegos cuyo mal es peor porque, además de no ver, creen que ven y así conducen a otros.
Esta es la tragedia del mundo. Dirigentes ciegos y una humanidad obcecada, que festejan juntos la tragedia de encontrase en el mismo hoyo. La oferta del Evangelio: abrir los ojos para salir del hoyo.
LUCAS 6:39-42
“Jesús siguió hablando por medio de ejemplos: — ¿Cómo puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Ningún discípulo es más que su maestro, aunque un discípulo bien preparado podría igualar a su maestro. ¿Por qué miras la brizna que tiene tu hermano en su ojo y no te fijas en el tronco que tú mismo tienes en el tuyo? ¿Cómo podrás decirle a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la brizna que tienes en el ojo”, cuando no ves el tronco que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita, saca primero el tronco de tu ojo, y entonces podrás ver con claridad para sacar la brizna del ojo de tu hermano!”
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viernes, 13 de noviembre de 2020
RECTOS, PERO MIEDOSOS
RECTOS, PERO MIEDOSOS
En otro intento por explicar cómo opera el reino de los cielos (aquí en la tierra), Jesús contó una parábola en la que un hombre, antes de viajar, encargó a sus criados el cuidado sus bienes. A uno le dio un talento, que equivalía a 21.600 gramos de plata. Realmente una fortuna. A otro le dio el doble de esa cantidad y a otro cinco veces mas de lo que le dio al primero.
Cuando, tiempo después, el amo regresó, el que había recibido cinco talentos le devolvió cinco más. Al que se le habían dado dos, le entregó dos más. Ambos se esforzaron para obtener los mejores resultado. Estos fueron administradores honrados y fieles.
Pero el que había recibido un talento, le devolvió el mismo talento. Cuando el señor le preguntó qué habia pasado, respondió: “Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que pretendes cosechar donde no sembraste y recoger donde no esparciste. Tuve miedo y escondí tu dinero bajo tierra. Aquí lo tienes” (Mt.25-24). El amo respondió: “Administrador malo y holgazán”.
Esta parábola no es una lección de economía, ni de negocios exitosos. Hay que escarbar en su sentido espiritual. En este caso se puede decir que a este último siervo no le faltó rectitud, sino confianza (igual que al hijo mayor de la parábola del hijo pródigo). Le faltó lo que no debe faltar en la relación con Dios: amor, en lugar de miedo y libertad, en lugar de rigidez.
El miedo y el temor le roban a la fe lo más importante de ella: la libertad del amor hacia Dios que se traduce en liberalidad de servicio hacia los demás.
MATEO 25:14-30
“... Llegó después el que había recibido dos talentos, y dijo: “Señor, tú me entregaste dos talentos; mira, he logrado duplicarlos”. El amo le dijo: “Está muy bien. Has sido un administrador honrado y fiel. Y como has sido fiel en lo poco, yo te pondré al frente de mucho más. Entra y participa en mi propia alegría”. Por último, llegó el que solamente había recibido un talento, y dijo: “Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que pretendes cosechar donde no sembraste y recoger donde no esparciste. Tuve miedo y escondí tu dinero bajo tierra. Aquí lo tienes”. El amo le contestó: “Administrador malo y holgazán: si sabías que yo cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, ¿por qué no llevaste mi dinero al banco? Así, a mi regreso, yo habría recibido el capital más los intereses. ¡Quítenle, pues, la parte que le confié y entrégensela al que tiene diez partes! Porque a todo el que tiene, aún se le dará más, y tendrá de sobra; pero al que no tiene, hasta lo que tenga se le quitará. Y a este criado inútil arrójenlo fuera, a la oscuridad. Allí llorará y le rechinarán los dientes”.”
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jueves, 12 de noviembre de 2020
LA CONVERSIÓN DE LOS SANTOS
LA CONVERSIÓN DE LOS SANTOS
Los gobernantes imperiales eran crueles. No solo abusaban políticamente de los pueblos vasallos, sino que también causaban la muerte directa de personas inocentes. Un caso de estos se presentó un día que Pilato hizo matar a unos galileos que estaban sacrificando a unos animales en un rito religioso. Los mató y luego mezcló la sangre de los animales con la de ellos. ¡Crueldad en su máxima expresión!
Los galileos tenían fama de rebeldes y opositores del régimen. A propósito, a Jesús lo conocían como el galileo (Lc.23:6). De modo que, los mataban sin miramientos y con sevicia.
El caso fue que unas personas vinieron a Jesús para preguntarle si esos hombres habían muerto porque eran más pecadores que otros. Jesús, de manera tajante, respondió que no. Y les puso otro ejemplo de muertos injustos, los dieciocho que habían muerto en un accidente al derrumbarse una torre en Siloé. Y les repitió que tampoco estos eran más pecadores que los demás.
Esa manía de sentir que hay gente más pecadora que otra viene de antaño. Y hace daño a la fe y, lo peor, a la convivencia social. Una sociedad que se divide entre santos y pecadores está propensa a crear falsas superioridades. Por ese camino se justifican muchas segregaciones raciales y otras discriminaciones. Se olvida que, como lo enseñó el Maestro: todos necesitamos la conversión, incluso los santos.
LUCAS 13:1-5 (Biblia La Palabra)
“Por aquel mismo tiempo se presentaron unos a Jesús y le hablaron de aquellos galileos a quienes Pilato había hecho matar cuando ofrecían el sacrificio, mezclando así su sangre con la de los animales sacrificados. Jesús dijo:
— ¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron tal suerte porque fueran más pecadores que los demás galileos? Pues yo les digo que no. Y añadiré que, si no se convierten, todos ustedes perecerán igualmente. ¿O creen que aquellos dieciocho que murieron al derrumbarse la torre de Siloé eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Pues yo les digo que no. Y añadiré que, si no se convierten, todos ustedes perecerán de forma semejante”.
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sábado, 7 de noviembre de 2020
FE UTILITARIA E IMPACIENTE
FE UTILITARIA E IMPACIENTE
Hoy escasea la noble capacidad de esperar. Prevalece la cultura del desasosiego, del afán por lo inmediato y la ausencia desmedida de la otrora virtud de la paciencia.
Impaciencia que, en los peores casos, se traduce en intransigencia. No hay lugar para la clemencia. Se exigen resultados inmediatos, al mismo tiempo que personas impecables y logros siempre exitosos.
Las religiones, debiendo ser las defensoras de la paciencia, para mal de todos, tienden a comportase con la misma impaciencia y tozudez. Como si la rigidez fuera lo mismo que la fidelidad a Dios.
Jesús, por el contrario, mostró el rostro clemente y paciente del Padre. Dijo que era como el cuidador de una viña que, cuando el dueño impaciente le había ordenado cortar una higuera porque no había encontrado higos en ella, él le propuso que la dejara un año más.
Mientras que el dueño representa la lógica utilitaria del resultado inmediato, Dios representa la de la esperanza. Esperar es de Dios. Desesperar es de quienes dicen amarlo, pero no lo comprenden.
LUCAS 13:6-9 (Biblia La Palabra)
“Jesús les contó entonces esta parábola: — Un hombre había plantado una higuera en su viña; pero cuando fue a buscar higos en ella, no encontró ninguno. Entonces dijo al que cuidaba la viña: “Ya hace tres años que vengo en busca de higos a esta higuera, y nunca los encuentro. Así que córtala, para que no ocupe terreno inútilmente”. Pero el viñador le contestó: “Señor, déjala un año más. Cavaré la tierra alrededor de ella y le echaré abono. Puede ser que después dé fruto; y si no lo da, entonces la cortas”.”
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viernes, 6 de noviembre de 2020
PARA QUE LA GENTE QUIERA VOLVER A TOCAR A JESÚS
PARA QUE LA GENTE QUIERA VOLVER A TOCAR A JESÚS
La elección de los doce discípulos pudiera entenderse como una asignación destinada al poder, es decir, para ser jerarcas del movimiento de Jesús y, posteriormente, de la naciente Iglesia. La otra opción es entenderse como un encargo de servicio, para prolongar el ministerio compasivo de Jesús.
Hay otras formas de interpretar esa selección, pero, en esas dos, se resumen las grandes actitudes con las que las iglesias asimilaron el lugar y dinámica del poder: poder para servir o servirse del poder.
Tristemente la segunda opción, la de servirse del poder, prevaleció sobre la otra, más exactamente a partir del siglo IV, cuando la Iglesia firmó sus grandes alianzas con los poderes imperiales.
Pero el sentido de la elección, según Jesús, fue y sigue siendo el servicio compasivo que dignifica y que transforma: sanar, liberar y anunciar palabras de esperanza. Y, cuando esto se cumple, la gente quiere “a tocar a Jesús” (Lc.6:19). En el servicio desinteresado está su atractivo,
“Por aquellos días, Jesús se fue al monte a orar, y se pasó toda la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, reunió a sus discípulos y escogió de entre ellos a doce, a quienes constituyó apóstoles. Fueron estos: Simón, al que llamó Pedro, y su hermano Andrés; Santiago y Juan; Felipe y Bartolomé; Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, y Simón, el llamado Zelote; Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor. Jesús bajó con ellos del monte hasta un lugar llano. Los acompañaba también un gran número de discípulos y mucha gente procedente de todo el territorio judío, de Jerusalén y de la costa de Tiro y Sidón. Acudían a escucharlo y a que los curase de sus enfermedades. También curaba a los que estaban poseídos por espíritus impuros. Todo el mundo quería tocar a Jesús, porque de él salía una fuerza que los curaba a todos.”
LUCAS 6:12-19 (BIblia La Palabra)
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miércoles, 21 de octubre de 2020
domingo, 11 de octubre de 2020
viernes, 9 de octubre de 2020
domingo, 4 de octubre de 2020
sábado, 3 de octubre de 2020
miércoles, 30 de septiembre de 2020
domingo, 27 de septiembre de 2020
viernes, 25 de septiembre de 2020
Hambrientos de buenas noticias en tiempos de pandemia | Lausanne Movement
Hambrientos de buenas noticias en tiempos de pandemia | Lausanne Movement: Acontecimientos mundiales como una pandemia rara vez se experimentan de manera uniforme. La consideración de las tendencias mundiales puede ayudarnos a comprender nuestros contextos locales…
miércoles, 23 de septiembre de 2020
"Tercer Espacio para una iglesia sin iglesia"
"Tercer Espacio para una iglesia sin iglesia"
Cuando hablamos de una Iglesia sin iglesia hablamos de una iglesia sin legalismo, no tradicional, no denominacional.
Hablamos de personas que se encuentran sin una iglesia a la cual pertenecer y están buscando una comunidad que sigue a Jesucristo.
Hablamos de personas que están en una búsqueda de Dios pero lejos de una religiosidad que se manifiesta en estructuras, reglamentos, etiquetas.
Cuando hablamos de un "tercer espacio" y una "iglesia sin iglesia" hablamos de estar lejos de modelos de repetición, tradicionales y jerárquicos.
Hablamos de un espacio que esté lejos del amor al poder.
Un tercer espacio nos quiere hablar del poder del amor, escuchar, del apego, la empatía, la proximidad, la equidad, la ternura, la amplitud, la gracia, la libertad, el respeto, el cuidado mutuo, la aceptación, el perdón.
Un tercer espacio nos habla de la misión que se concreta en la búsqueda del otro, del servicio en la sociedad local, de la solidaridad con los que sufren , de la cooperación global donde el evangelio no ha llegado.
Una iglesia sin iglesia es donde se encuentra este tercer espacio para sanar, para volver a creer, para desarrollar la fe, tener esperanza y en libertad decidir dónde seguir y a qué comunidad pertenecer.
Bienvenido a una iglesia sin iglesia. Bienvenido a este "tercer espacio". Un puente de esperanza hacia un nuevo lugar en libertad.
"Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo". Soren Kierkegaard
Hablamos de personas que están en una búsqueda de Dios pero lejos de una religiosidad que se manifiesta en estructuras, reglamentos, etiquetas.
Cuando hablamos de un "tercer espacio" y una "iglesia sin iglesia" hablamos de estar lejos de modelos de repetición, tradicionales y jerárquicos.
Hablamos de un espacio que esté lejos del amor al poder.
Un tercer espacio nos quiere hablar del poder del amor, escuchar, del apego, la empatía, la proximidad, la equidad, la ternura, la amplitud, la gracia, la libertad, el respeto, el cuidado mutuo, la aceptación, el perdón.
Un tercer espacio nos habla de la misión que se concreta en la búsqueda del otro, del servicio en la sociedad local, de la solidaridad con los que sufren , de la cooperación global donde el evangelio no ha llegado.
Una iglesia sin iglesia es donde se encuentra este tercer espacio para sanar, para volver a creer, para desarrollar la fe, tener esperanza y en libertad decidir dónde seguir y a qué comunidad pertenecer.
Bienvenido a una iglesia sin iglesia. Bienvenido a este "tercer espacio". Un puente de esperanza hacia un nuevo lugar en libertad.
"Arriesgarse es perder el equilibrio momentáneamente. No arriesgarse es perderse a uno mismo". Soren Kierkegaard
Carlos Scott
lunes, 21 de septiembre de 2020
Un "Tercer Espacio" para una "Iglesia sin Iglesia" - Comunidades cristianas para cada contexto | Lausanne Movement
Comunidades cristianas para cada contexto | Lausanne Movement: La pandemia del COVID-19 ha estimulado a los líderes de iglesias de todo el mundo a hacer preguntas inquisidoras sobre la vida de la iglesia. Cuando salgamos de la crisis y entremos quizás en una…
domingo, 20 de septiembre de 2020
sábado, 19 de septiembre de 2020
UNA CHISPA QUE CAMBIA LOS LATIDOS DEL CORAZÓN, Lc 24:13-49
UNA CHISPA QUE CAMBIA LOS LATIDOS DEL CORAZÓN, Lc 24:13-49
El día que Jesús resucitó se encontró con dos de sus seguidores en el camino a Emaús (Lc 24:13-35). Jerusalén se había transformado en un lugar peligroso donde había hostilidad e incertidumbre. Estos creyentes estaban abatidos y preocupados. Se dirigían hacia el oeste y la puesta del sol. Sus esperanzas parecían estar muertas y enterradas. Sus sueños destruidos, era el ocaso. Parecía no tener explicación lo ocurrido con Jesús de Nazaret.
Jesús les dió significado a las cosas, les presentó un gran panorama, un amanecer y sus vidas tuvieron sentido. No comenzó por el final sino por el principio. La escritura dice: “Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras”, Lc 24:27.
Jesús habló con ellos y la oscuridad se hizo luz. No hubo ninguna receta mágica. La invitación fue simplemente a leer y a entender. Acercarnos a la palabra de Dios como realidad viva, como fuego. Confiarnos a la guía del Espíritu. Tener el coraje de arriesgar el corazón y de ir más lejos.
“Entonces se le abrieron los ojos y lo reconocieron…”. En una comida común, en una casa común y con un pan común fueron como estos hombres reconocieron a Jesús. “Se decían el uno al otro: ― ¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras?, Lc 24:32. La palabra que nos alcanza, es siempre el fenómeno de estar en el camino.
Ellos regresaron a Jerusalén lugar de peligro y hostilidad. Se preparaba la expansión global de su gloria. Esta sería lanzada con los discípulos desde un lugar peligroso: Jerusalén. Nada pudo detener la obediencia y el gozo de entender la gran visión del Señor. “Para dejar de caminar con pasos torpes, es necesaria una chispa, una sacudida que cambie el ritmo de los latidos del corazón”
Como iglesia en el día de hoy necesitamos que Jesús se ponga a nuestro lado y nos abra el entendimiento para comprender las escrituras en la visión de Dios (Lc 24:45-48). Tenemos un propósito que nos trasciende. El lugar peligroso es donde experimentamos el poder del Señor.
¿Qué significa estar en un lugar peligroso? ¿Cómo lo definimos? ¿Qué implicancias tiene?
¿En qué sentido los lugares donde estamos se pueden transformar en peligrosos?
¿Cuáles son los desafíos que debemos tomar en los lugares que Dios nos colocó?
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