“El corazón del
hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor” Proverbios 16:9.
El libro
de los Hechos 16:6-10 nos habla de como el Espíritu Santo le
prohibió al equipo apostólico predicar la palabra en la provincia de Asia. Luego,
cuando llegaron cerca de Misia, intentaron pasar a Bitinia, pero el Espíritu de
Jesús no se lo permitió. Fue recién cuando bajaron a Troas durante una noche
que Pablo tuvo una visión donde se le indicaba que debían comenzar la misión en
Europa. Después que Pablo tuvo la visión llegaron a la conclusión y
convencimiento que Dios les había llamado a anunciar el evangelio a los
macedonios.
La oración, la palabra de Dios, la relación
unos con otros y los acontecimientos que Dios permite son claves para discernir
y tener sabiduría en el conocimiento de su voluntad. No alcanza solamente
saber que la voluntad de Dios es que su pueblo sea luz a las naciones. Debemos
tener comprensión espiritual y sabiduría en como debemos proyectar, canalizar y
evidenciar este servicio al Señor.
El trabajo misionero es el trabajo del Espíritu
de Dios y la iglesia trabajando juntos.
Preguntas para la
reflexión: ¿Cuál es el llamado
especifico que Dios te esta haciendo en este tiempo? ¿Qué puertas abiertas se
están presentando y cuales se están cerrando?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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