“Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amo hasta el fin” Jn 13:1
Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Entonces se recluye para estar con sus discípulos. ¿Qué sentía en esa hora hacia los discípulos? El texto dice: los amó hasta el fin.
Jesús era una persona que amaba. En su corazón encontró un lugar para su gente. Su mayor preocupación era seguir preparándolos para sus deberes y pruebas futuras. No fue egoísta. No se quedo pensando en sus penas o la perspectiva del gozo posterior. Se resalta la constancia de Jesús.
El Padre había puesto todas las cosas bajo su dominio. Tenía el dominio completo, autoridad y poder. ¿Que hizo Jesús con este poder? Jesús realizo un acto sencillo y profundo: “así que se levantó de la mesa, se quitó el manto, y se ató una toalla a
Jesús ofreció su servicio a gente que no lo merecía, que lo abandonarían y también ofreció su servicio a una persona que se oponía. Demostró que el amor divino llega hasta las últimas consecuencias. Jesús era una persona que amaba. Los amó hasta el fin.
Preguntas para la reflexión: ¿Para qué existe la posición, la autoridad y el poder? ¿Cómo lo solemos usar?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox
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