domingo, 14 de noviembre de 2021

“Ayuda en todo lo que puedas al abogado Zenas y a Apolos, de modo que nos les falte nada para su viaje...”, Tit 3:13-14

¿Qué es ser misionero en el mundo de hoy?

Ser misionero no es una opción; es un mandato (1 P. 2:9). Todos somos misioneros porque cada cristiano es llamado a participar y a ejercer el sacerdocio universal de los creyentes. Jesucristo ha dotado a su iglesia de dones y del poder del Espíritu Santo para el cumplimiento de la misión. Esto significa que somos llamados a ser agentes de transformación hasta lo último de la tierra, y la misión de ninguna manera se limita solo a la acción local ni solo a la acción global. La misión implica unir la acción local y la acción global de la iglesia en el cruce intencional de barreras, de iglesia a no iglesia, en ser, hacer y decir, palabra y obra a favor de la extensión del reino de Dios.

Es servir a todos y especialmente a la gente más olvidada de la ciudad, la nación y el mundo. Cada persona tiene derecho a oír las buenas nuevas y ver las obras de los hijos de Dios. En este servicio misionero debemos resaltar la labor de los “misioneros transculturales” trabajando en el mundo animista, hinduista, budista, islámico, ateo y posmoderno.

Preguntas para la reflexión: ¿Cómo definimos la vocación del cristiano? ¿Cómo se expresa o materializa?

Carlos Scott

Foto de Gilbert Lennox


 “Tus siervos harán lo que el Señor ha mandado” Números 

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