miércoles, 19 de mayo de 2021

¿Cómo discernir lo que quiere el Señor?

 ¿Cómo discernir lo que quiere el Señor?

El trabajo misionero es el trabajo del Espíritu de Dios y la iglesia trabajando juntos. Entonces, ¿cómo llegar a tener cierta confiabilidad para poder avanzar?
En primer lugar, hay una revelación o evidencia interna (lo que Dios me está indicando). Esto mismo le pasó a Saulo (Hch 9:15, 13:47, 22:12-21, 26:12-18, Gá 1:11-24, 2:1-2).
Pablo recibe su llamamiento a través de su encuentro personal con el Señor y de Ananías, que es quien recibe la palabra del Señor en cuanto al modo en que Pablo ha de servirle. A partir de ahí Pablo vive 14 años formándose para el ministerio. Tendría unos 31 años cuando lo llamo, pero el cumplimiento de ese llamado se concreta aproximadamente a los 45 años de edad. Dios forma a un Pablo nuevo en esos 14 años.
En segundo lugar, está la evidencia externa manifestada por la comunidad de fe. Son todos aquellos que nos ayudan a discernir espiritualmente (Pr 11:14, Hch 11:25-26, 13:1-3, Gá 2:7,9).
Finalmente, en tercer lugar, nos encontramos con los acontecimientos que Dios permite para discernir y tener sabiduría en el conocimiento de su voluntad.
Los acontecimientos o circunstancias nos orientan a los nuevos pasos y oportunidades que tenemos (Hch 14:27, 16:6-10, 2 Co 2:12, Col 4:2-4). En el libro de Apocalipsis se habla de la iglesia de Filadelfia a la cual Jesucristo le presenta una puerta abierta y una oportunidad. Esto nos recuerda que Dios es quien coloca las oportunidades y cada una de ellas representa una puerta abierta que nadie puede cerrar.
La iglesia de Antioquia mostró sensibilidad al escuchar y obedecer al Espíritu Santo, Hch 11:19-30,13:1-3. Se transformó en una iglesia abierta guiada por el Espíritu. Es ser de bendición a la ciudad, la nación y el mundo compartiendo todo el evangelio.
Para Pensar: ¿Qué implica sujetarnos al impulso del Espíritu? ¿Cómo lo descubrimos?
Carlos Scott

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