¿Hay poder en la Palabra de Dios y en la predicación del evangelio?
“Satanás, quien es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los que no creen. Son incapaces de ver la gloriosa luz de la Buena Noticia. No entienden este mensaje acerca de la gloria de Cristo, quien es la imagen exacta de Dios”, 2 Co 4:4
Pablo describe al “dios de este mundo” quien ha oscurecido la mente de los incrédulos para que no vean la luz del glorioso evangelio. Si las mentes están cegadas, ¿Cómo entonces podrán ver?
“Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo”, 2 Co 4:6
Si Satanás ciega las mentes de los hombres y Dios brilla en el corazón de la gente, ¿Cómo podemos contribuir? ¿No sería más fácil que nos retirásemos del campo de batalla y dejemos que ellos decidan la situación? No es esta la conclusión a la que llega el apóstol Pablo.
La escritura nos dice: “Predicamos que Jesucristo es Señor, y nosotros somos siervos de ustedes por causa de Jesús”, 2 Co 4:5. Entonces nuestro trabajo consiste en “predicar a Jesucristo como Señor”.
Hay poder en el Evangelio de Dios, es su poder de salvación. “No me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree”, Ro 1:16.
Para Pensar: ¿En qué consiste la predicación del evangelio? ¿Cuales son las obras de amor que muestran a Jesucristo como Rey y Señor? ¿Cuál es nuestro llamado y contribución?
Carlos Scott
Foto de Gilbert Lennox Photography
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